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14 de enero de 2014

Ciclo de cine clásico USA (10) 'El hombre elefante', de David Lynch



"Siempre amé al hombre elefante. Le escribía cartas en blanco y negro y sufría porque nadie entendía su cara de nube, porque nadie más que yo cerraba los ojos y sabía ver en el atormentado cráneo de Jack Merrick un mapa, un paisaje de acantilado inglés oculto tras la niebla. Nunca contestó pero yo le escribía a cada circo y soñaba que los sobres llegaban a su carromato verde. Jack Merrick, Circo Insólito, barraca número 13, su mano de animal rasgando el papel, su mano de caballero alisando el pliego perfumado, leyéndome a la luz de una vela, a la vuelta de la función nocturna. Jack Merrick lloraría salvajemente sobre mis letras heridas, avergonzado de aquel horroroso llanto de mamut, vestido aún con su traje oscuro, calzado con los botines lustrosos de médico, sentado sobre la paja seca, recién cambiada por su amo." Patricia Esteban Erlés

Para nuestra décima entrada sobre el cine clásico norteamericano y complementar el post anterior (y teniendo en cuenta que 'Freaks', de Tod Browning, ya la publicamos hace tiempo en el blogrecurrimos a ese gran clásico de David Lynch que "El hombre elefante", un film que nos muestra cómo han sido tratados durante mucho tiempos muchos seres humanos por el simple hecho de tener alguna conspicua minusvalía o deformidad corporal, convirtiendo sus vidas en una maldición. La inolvidable película de Lynch nos cuenta la verdadera historia de Joseph Merrick (llamado John Merrick en la película) un hombre gravemente deformado que vivió en Londres durante el siglo XIX. Este film, protagonizado por John Hurt, Anthony Hopkins y Anna Bancroft, tiene un guión adaptado por Lynch de los libros "El Hombre Elefante y Otras Reminiscencias (1923)" de Sir Frederick Treves y "El Hombre Elefante: Un Estudio de la dignidad humana" (1971) de Ashley Montagu. 


Esta brumosa, dickensiana y conmovedora obra maestra, llena de sugerentes claroscuros, evoca las grandes películas de siempre, transportándonos a Londres en los últimos estertores del siglo XIX, con las calles infestadas por toda una fauna de pícaros y trabajadores pobres y desastrados que malviven en una sociedad victoriana de moral hipócrita, industrial y contaminada, carente de escrúpulos y compasión. Y allí, en una caseta de feria de freaks, oculto con un saco y explotado por un amo mezquino y brutal, pena sus días un desdichado ser humano que es anunciado como "El hombre elefante". Hasta que un hombre justo se cruza en su camino para devolverle la dignidad.