29 de febrero de 2016
Vocabulario Fundamental. Cambio Climático (5) Leonardo DiCaprio, su Oscar y el cambio climático
El gran Leonardo DiCaprio consiguió ayer al fin un merecidísimo Oscar al Mejor Actor por 'The Revenant' y en su discurso de agradecimiento no olvidó la causa a la que está dedicando gran parte de su vida y su compromiso como ser humano, la de la lucha contra el cambio climático, la defensa de los desfavorecidos y los pueblos indígenas así como de los acosados ecosistemas naturales de todo el mundo. Muy grande DiCaprio.
27 de febrero de 2016
Ciclo de cine clásico USA (26) 'Uno de los nuestros', de Martin Scorsese
New York, 1970. Tres hombres dentro de un Pontiac. Uno conduce, los otros dos descansan. De repente se escuchan unos golpes en alguna parte del automóvil, ¿qué pasa?, ¿han atropellado a alguien o algo?.. Un pinchazo, será un pinchazo. Paran y se bajan para comprobarlo, es entonces cuando escuchan que los golpes... proceden del maletero. Y ahí, brutal y desmadrada, comienza 'Goodfellas', una de las grandes películas de la historia del cine de gangsters, subgénero mafias italo-americanas, a la altura de los tres Padrinos de Coppola y 'The Sopranos' de David Chase.
Dirigida por Martin Scorsese en 1990, en su mejor época creativa, 'Goodfellas' (fácilmente traducible por 'Buenos chicos' pero aquí titulada 'Uno de los nuestros'), es una magistral semblanza de la mafia italiana neoyorquina de 'Little Italy' durante tres décadas a través del relato de una de las personas que formaron parte de ella. Aparte del entonces emergente Liotta, el film también tuvo como protagonista a otros dos gigantes de la interpretación como Joe Pesci y Robert de Niro, que junto a un excelente elenco de secundarios, bordaron sus respectivos papeles retratando a los auténticos mafiosos que habitaron la infancia de Scorsese en el neoyorquino barrio de Queens.
Como leemos en el blog El Cruasan de Audrey:
"Martin Scorsese había escrito el guión en colaboración con Nicholas Pileggi, autor de la novela 'Wiseguy', en la que narraba las peripecias de Henry Hill, el narrador en la película (Ray Liotta), que trabajó para la familia Lucchese entre 1955 y 1980, antes de acogerse al programa de protección de testigos y de escapar de una muerte segura. La película es reconocida como uno de los mejores ejemplos de la utilización de la voz en off, un recurso a veces peligroso, del que Scorsese es un maestro. El filme tiene escenas memorables, y no menos estudiadas, como la legendaria toma de la steady-cam por la cocina, que por cierto, fue un accidente: Se les denegó el permiso para acceder por el frente y Scorsese tuvo que buscar una alternativa; otro momento memorable es la cena improvisada en casa de la madre de uno de los protagonistas, que en realidad era la madre del propio Scorsese."
Henry Hill, hijo de padre irlandés y madre siciliana, vive en Brooklyn y se siente fascinado por la vida que llevan los gángsters de su barrio, donde la mayoría de los vecinos son inmigrantes que se parten la espalda trabajando todos los días para vivir miseramente. Paul Cicero, el patriarca de la familia Pauline, es el mafioso protector del barrio. A los trece años, fascinado por el dinero y el poder que exhibe el clan de los 'chicos listos' (Wiseguys), Henry decide abandonar la escuela y entrar a formar parte de la organización mafiosa como chico para todo, ganándose en poco tiempo la confianza de sus jefes, gracias a lo cual irá progresando en el submundo de la mafia local. Con este filme Scorsese proponía un viaje a su infancia en el barrio neoyorquino de Queens, una descripción, casi antropológica, de la vida cotidiana de una familia de la mafia italo-americana durante la década de los 60 y 70, con sus robos, sus crímenes, sus relaciones personales, sus bodas...
Con una estilizada fotografía y una sobresaliente banda sonora que acompaña la historia a través de los años, un guión excelente y narrada en tono elegíaco y cínico, larga, compleja y gastronómica, con esos largos planos tan típicos del cine de Scorsese, con momentos de negro humor y otros brutales que congelan la sonrisa en la cara, 'Uno de los nuestros' propone una amoral perversión del sueño americano, una historia de ambiciones, crímenes y (des)lealtades, otra master piece en nuestro ciclo del mejor cine norteamericano. Disfrútenla en calidad dvd y v.o.s.e., en esta su web de confianza.
Dirigida por Martin Scorsese en 1990, en su mejor época creativa, 'Goodfellas' (fácilmente traducible por 'Buenos chicos' pero aquí titulada 'Uno de los nuestros'), es una magistral semblanza de la mafia italiana neoyorquina de 'Little Italy' durante tres décadas a través del relato de una de las personas que formaron parte de ella. Aparte del entonces emergente Liotta, el film también tuvo como protagonista a otros dos gigantes de la interpretación como Joe Pesci y Robert de Niro, que junto a un excelente elenco de secundarios, bordaron sus respectivos papeles retratando a los auténticos mafiosos que habitaron la infancia de Scorsese en el neoyorquino barrio de Queens.
Como leemos en el blog El Cruasan de Audrey:
"Martin Scorsese había escrito el guión en colaboración con Nicholas Pileggi, autor de la novela 'Wiseguy', en la que narraba las peripecias de Henry Hill, el narrador en la película (Ray Liotta), que trabajó para la familia Lucchese entre 1955 y 1980, antes de acogerse al programa de protección de testigos y de escapar de una muerte segura. La película es reconocida como uno de los mejores ejemplos de la utilización de la voz en off, un recurso a veces peligroso, del que Scorsese es un maestro. El filme tiene escenas memorables, y no menos estudiadas, como la legendaria toma de la steady-cam por la cocina, que por cierto, fue un accidente: Se les denegó el permiso para acceder por el frente y Scorsese tuvo que buscar una alternativa; otro momento memorable es la cena improvisada en casa de la madre de uno de los protagonistas, que en realidad era la madre del propio Scorsese."
Henry Hill, hijo de padre irlandés y madre siciliana, vive en Brooklyn y se siente fascinado por la vida que llevan los gángsters de su barrio, donde la mayoría de los vecinos son inmigrantes que se parten la espalda trabajando todos los días para vivir miseramente. Paul Cicero, el patriarca de la familia Pauline, es el mafioso protector del barrio. A los trece años, fascinado por el dinero y el poder que exhibe el clan de los 'chicos listos' (Wiseguys), Henry decide abandonar la escuela y entrar a formar parte de la organización mafiosa como chico para todo, ganándose en poco tiempo la confianza de sus jefes, gracias a lo cual irá progresando en el submundo de la mafia local. Con este filme Scorsese proponía un viaje a su infancia en el barrio neoyorquino de Queens, una descripción, casi antropológica, de la vida cotidiana de una familia de la mafia italo-americana durante la década de los 60 y 70, con sus robos, sus crímenes, sus relaciones personales, sus bodas...
Con una estilizada fotografía y una sobresaliente banda sonora que acompaña la historia a través de los años, un guión excelente y narrada en tono elegíaco y cínico, larga, compleja y gastronómica, con esos largos planos tan típicos del cine de Scorsese, con momentos de negro humor y otros brutales que congelan la sonrisa en la cara, 'Uno de los nuestros' propone una amoral perversión del sueño americano, una historia de ambiciones, crímenes y (des)lealtades, otra master piece en nuestro ciclo del mejor cine norteamericano. Disfrútenla en calidad dvd y v.o.s.e., en esta su web de confianza.
Vocabulario Fundamental. Animales (48) Luchando por los animales 4 'Virunga', guerra por la conservación en el corazón del Congo
"El mejor documental del 2014. (...) No es fácil que un documental cuyo propósito es crear conciencia logre superar su agenda de denuncia para convertirse en una gran película."
Daniel Krauze Hoy publicamos 'Virunga', que pudimos ver en el festival Documenta Madrid 2015, el primer documental del realizador británico Orlando Von Einsiedel (con el siempre comprometido Leonardo DiCaprio como productor ejecutivo).
'Virunga' es la emocionante historia de un puñado de conservacionistas intentando mantener a salvo el emblemático parque natural congolés Virunga, un maravilloso espacio natural con distintos y preciados ecosistemas. Entre la variada fauna que lo habita está la única población salvaje de gorilas de montaña con poco más de mil individuos y eso tras más de una década de recuperación, precisamente por los esfuerzos de quienes protegen el parque.
Y esto se ha conseguido luchando no sólo contra milicias armadas y cazadores furtivos sino también contra una archivillana compañía petrolífera que conspira con funcionarios corruptos y algunas de esas milicias para poder hacer prospecciones petrolíferas en el lago Eduardo y así acceder a la preciada biodiversidad de este parque, el más antiguo de África (fundado en 1925) y auténtico patrimonio natural de nuestro planeta.
'Virunga' comienza con un entierro. El de Kasekera, otro ranger más que se deja la vida para combatir a los cazadores furtivos, uno más de los 130 agentes forestales que han muerto desde 1996 protegiendo el parque y cuidando de sus criaturas. Son comandados a pie del terreno por el príncipe belga Emmanuel de Merode con el apoyo y las investigaciones de la brava periodista francesa Melanie Gouby, que les ayuda a desenmascarar la trama criminal de la petrolera británica SOCO International y su apoyo a la guerrilla M23 para conseguir acceder a las incalculables riquezas del parque.
'Virunga' es, pues, un magnífico documental (con una estupenda fotografía) que vuelve a poner el foco en cómo los intereses económicos de los países ricos priman sobre cualquier interés en los países del mal llamado tercer mundo. Desde este blog rendimos homenaje (y contribuimos con una pequeña cantidad mensual) a todos aquellos valientes hombres y mujeres que intentan proteger este edén salvaje y las inocentes y miradas salvajes que lo pueblan de tantas barbaries humanas, la corrupción, la guerra y el pillaje, armados de su coraje y su inteligencia, la última línea de defensa del corazón y el alma del Congo salvaje.
Tais Gadea Lara - La Nación 08.02.15
Comienza el ataque. Se escucha un estruendo. Aves de todo tipo asustadas emprenden rápidamente el vuelo. Un ciervo tiene el instinto de que algo va a pasar. Otro estruendo. El ciervo cambia la dirección de su mirada hacia el origen del ataque. Otro estruendo, que parece más cercano. Los guardaparques toman firmes sus armas para defender no solo su territorio sino también el de los últimos gorilas de montaña que quedan en todo el mundo. Y allí están ellos, los gorilas. Con ojos llorosos, indefensos, solo buscando el abrazo de su familia (humana y animal) deseando que esos minutos de ataque que parecen eternos en el Congo lleguen a un fin pacífico.
Por un segundo, sentada en la butaca, pareciera la escena perfectamente pensada por un director hollywoodense para su película bélica. Por un segundo, volvés a tomar conciencia de que sí, lo que estás viendo es un documental. No hay actores, no hay efectos especiales, no hay robots que simulan ser animales. Las bombas son bombas, los ataques son ataques, los animales miedosos saben que pueden ser sus últimos minutos de vida, la sangre no es maquillaje y el dolor de las familias por perder su hogar, pero también la propia libertad democrática, es un sentimiento más verdadero que nunca. Lejos de lo que podría ser la mejor escena de una película de ciencia ficción, esta es la realidad. Esto es Virunga.
Nominada a los próximos premios Oscar como mejor documental, la ópera prima del inglés Orlando Von Einsiedel invita al espectador a emprender un viaje rumbo al corazón del Parque Nacional Virunga, el hábitat de los últimos gorilas de montaña de todo el mundo. En ese viaje por uno de los lugares naturales más bellos del planeta, el espectador será testigo de una minuciosa investigación que revelará el modus operandi de una empresa dispuesta a todo, incluso a reanudar conflictos bélicos en mayo de 2012 y hacer negocios con grupos rebeldes, para invadir el parque y explotar el petróleo que yace en sus profundidades.
Cuando Von Einsiedel llegó a Rumangabo para comenzar las grabaciones, se encontró con Melanie Gouby, una joven periodista francesa que realiza coberturas en el este y centro de África, y que venía investigando de cerca los “raros” movimientos de la compañía SOCO International en la región y, en especial, sus intenciones en el parque nacional de la República Democrática del Congo. “Comencé a investigar a SOCO por mi cuenta. Estaba viviendo en el Congo desde hace un año y estaba interesada en el parque, que es una institución importante aquí en el Congo y sabía acerca de su explotación. Apenas unos meses después de que empecé a investigar, conocí a Orlando y hablamos sobre trabajar juntos. Él ya sabía sobre SOCO y lo quería documentar en su trabajo”, me cuenta Melanie siendo las diez de la mañana en Buenos Aires y las cinco de la tarde en Nairobi (Kenia).
El interés de un director por mostrar a través de la pantalla una problemática actual y el valioso trabajo de una periodista por dar a conocer aquellas noticias de las cuales pocos quieren que se hable, fue la combinación perfecta para hacer de Virunga uno de los mejores documentales de los últimos tiempos. ¿El motivo? Luego de trabajar en varios cortos, Von Einsiedel logró realizar un largometraje que cumple de manera extraordinaria con las características que definen al género documental. Presencia en el lugar de los hechos, investigación a cargo de periodistas especializados, acceso a los diferentes actores involucrados, revelación de una realidad que quizás muchos desconocían (o preferían hacerlo) y que el mundo necesitaba se diera a conocer.
Pero lo que hace aún más destacado a Virunga es que esa presencia, esa investigación, ese acceso a las fuentes, esa revelación se hace por todas las vías posibles con tal de llegar al objetivo, mientras se conoce que, en cierto punto, se está jugando con fuego. Casi con el mismo fuego con el que la compañía británica de explotación y producción de petróleo juega al hacer negocios con el grupo rebelde M23 para tener acceso, por vía bélica, al parque nacional.
Las cámaras ocultas con representantes de la compañía, del gobierno y de M23 generan una constante expectativa y suspenso en el espectador, al mismo tiempo que lo involucran como testigo de aquello que se cuenta. Diálogos, confesiones, testimonios que, por momentos, uno desearía formaran parte de un guión y no que haya personas en el mundo que aún sigan pensando así en el siglo XXI. Y allí está ella, en la noche del Congo, con cámara oculta bajo su camisa, para desentramar los negociados de una compañía que solo busca maximizar sus fines económicos en detrimento de los gorilas, la naturaleza, de la propia vida humana de los ciudadanos locales. “Todo el riesgo que tomé fue muy calculado. Siempre me encontré con ellos en lugares que yo podía controlar. Por eso nos reunimos en un restaurante en Goma donde yo conocía al dueño y al camarero, así que si algo iba mal, la gente saldría de mi lado”, asegura Melanie y destaca las características de su trabajo: “Cuando estás haciendo este tipo de trabajo, cuando estás investigando a este tipo de niveles, siempre estás tomando riesgos. Soy consciente de que la película muestra mi trabajo como realmente aterrador y peligroso. Pero para mí, no se sintió tan peligroso. Creo que es fácil de decir porque es mi trabajo”.
Virunga no solo cumple con las características del género sino que además es una verdadera expresión de lo que el cine ambiental significa. Lejos de quienes creen que la cuestión ambiental es “cosa de hippies” o solo significa “reciclar algo de residuos”, el documental demuestra que las tres aristas de la sustentabilidad (económica, social y ambiental) son anillos entrelazados que están en permanente relación, pero también en constante conflicto.
El parque es víctima de las milicias armadas, los cazadores furtivos y las corporaciones que quieren aprovecharse de los recursos naturales de la región. El hallazgo de petróleo bajo el parque nacional despertó las mayores tentaciones de aumentar las ventas de una compañía en un territorio que ha sido declarado por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad, pero también como patrimonio en peligro. Allí la zoóloga Dian Fossey realizó sus exploraciones de los primates en los ´60, e incluso allí mismo perdió la vida en manos de los traficantes ilegales que denunciaba. Allí viven cerca de 200 gorilas de montaña de los 800 que se estima aún existen en todo el mundo. Allí perdura una de las mayores riquezas ecológicas del planeta. Allí hoy SOCO continúa realizando sus tareas de exploración. Allí hoy Emmanuel de Mérode, un príncipe belga que dirige el parque y sus guardaparques, continúan defendiendo los derechos de Virunga.
“Cuando se llega a una instancia como los Oscar, tu público se expande masivamente. Eso es increíble para el documental y para el parque también. Eso significa que tantas personas lo estarán mirando y serán conscientes de lo que está ocurriendo allí”, opina Melanie sobre la nominación del documental a los premios de la Academia. Corrupción, investigación, conservación, suspenso y esperanza son los protagonistas de un documental que nos invita a repensar cuál es nuestro rol y responsabilidad en el mundo; cómo por más jóvenes que seamos (26 años quien les habla y 28 quien investigó la problemática) algo podemos hacer; cómo desde el rol que tengamos (como director de un documental, como periodista que investiga, como guardaparque que protege o simplemente le da esperanza y amor a un gorila bebé huérfano que lo perdió todo) algo podemos hacer para “reconstruir” un país, un parque, una realidad.
Las palabras de Melanie, desde el otro lado del mundo, nos acercan en principios, valores y objetivos: “Lo que está ocurriendo en el parque es un reflejo de lo que está ocurriendo en el mundo. Esta generación tiene la responsabilidad de no hacer lo que hicieron los mayores y de darse cuenta que la forma en la que vivimos nuestro estilo de vida, la forma en la que consumimos y el modo en que estamos destruyendo nuestro planeta tiene un impacto no solo en los animales sino también en las personas. La gente está hablando de cambio climático y eso es muy importante para tomar conciencia de que tenemos una oportunidad; nuestra generación, en especial. Porque somos jóvenes, pero no tan jóvenes como para tomar la responsabilidad. Tenemos que hacer eso, tenemos que asumir la responsabilidad frente al cambio climático. Tenemos que preguntarnos cómo vivimos todos los días de acuerdo con la visión del mundo que queremos”.
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Vocabulario Fundamental
26 de febrero de 2016
Vocabulario Fundamental. Invierno (8) El invierno sobre Segovia
Si hace unos días nos asomábamos un fantasmal torbellino de nieve neoyorquino ahora volvemos la mirada a otra megalópolis, Segovia, ciudad natal de la actual reencarnación del Juez Roy Bean (siendo Mason County-Kentucky la del fundador de la saga) para ver nuestra querida y hermosa ciudad castellana tomada hasta las cachas por el legendario frío mesetario y cubierta por una puntillista nevada de las que cada vez van dándose menos. Gloria bendita.
2 de febrero de 2016
Vocabulario Fundamental. Invierno (7) Invierno en New York
En España ya hemos olvidado estos inviernos feroces pero en Estados Unidos las tormentas polares siguen entrando sin obstáculos desde Canadá y barriendo la Costa Este; este es el caso de la tormenta invernal Jonas que ha dejado espectaculares imágenes en la ciudad de New York como las que la fotógrafa Michele Palazzo capturó hace una semana, una increíble imagen del famoso Edificio FlatIron entre remolinos de nieve, con efecto de pintura impresionista de otro siglo, con la excepción de pequeños detalles como algunos logos publicitarios. Magic in the snow.
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