Este es el blog. Y esta es nuestra web, está todo más ordenadito, mejor.

31 de enero de 2012

Vocabulario Fundamental. Animales (14) La vida a prueba 6 Cortejando / Continuando la línea

Publicamos los dos últimos capítulos de la canónica serie documental de David Attenborough La vida a prueba, con la que hemos recorrido los distintos periodos de la vida animal desde su nacimiento hasta el momento en que tratan de perpetuar sus genes incorporados a las siguientes generaciones de su especie. De esta última etapa tratan estos dos últimos episodios. Esperamos la hayan disfrutado. Mola David Attenborough, molan los animales.

11. Cortejando

Existe una infinidad de métodos para atraer a la pareja, sobre todo en el mundo de las aves. Cualqueir método parece válido, desde cantar o gritar, pasando por bellas danzas de cortejo, hasta luchas violentas con enfrentamientos sangrientos.



12. Continuando la línea

Este último capítulo ilustra cómo los animales cumplen su "razón de ser" y se aseguran de que sus genes se transmiten a la próxima generación, evitando que se transmitan los de sus competidores. Es un problema universal, pero que ha dado lugar a una variedad de soluciones, algunas muy ingeniosas.



30 de enero de 2012

Un mundo mejor es posible (18) Florent Marcellesi y la ecología política

El francés Florent Marcellesi, uno de los ideólogos de Equo, explica los conceptos de la ecología política en estos tiempos de crisis económica, financiera, social, ética, en definitiva, de crisis sistémica que hacen tambalear nuestra supuesta sociedad del bienestar. Los movimientos ecologistas ofrecen soluciones integrales para las sociedades contemporáneas a través de la búsqueda de la equidad social y la sostenibilidad energética, alimentaria y ecológica. Necesitamos un cambio de paradigma global que reinvente las sociedades actuales antes de que el cambio climático, el agotamiento de los recursos naturales y el deterioro de los ecosistemas que mantienen la vida en nuestro planeta (incluidos, por supuesto, nosotros) alcancen un punto de no retorno.


Si todos vivieran como los españoles, necesitaríamos tres planetas»
16 enero 2012

Florent Marcellesi, activista y teórico de la ecología política.

Entrevista en el periódico La Verdad (10.01.2012), realizada por Miguel Ángel Muñoz.

Uno de los teóricos más importantes de la denominada ecología política ofreció una charla en el edificio Moneo de Murcia para explicar los principales conceptos de esta ideología ‘verde’ y las respuestas que puede dar a la recesión económica. En opinión del francés Florent Marcellesi, las tres palabras claves para definirla son responsabilidad, autonomía y solidaridad. Ante la actual crisis climática, acentuada tras el fracaso de la cumbre climática de la ONU celebrada en Durban, aboga más que nunca por una democracia participativa y ecológica como punto de partida para hacer frente a los cambios que se van a producir como consecuencia del calentamiento global.

-¿Qué es ecología política?

-Un sistema de pensamiento global y autónomo que busca alcanzar justicia social y ambiental para las generaciones presentes y futuras, tanto en el norte como en el sur y extendiendo el concepto de solidaridad al resto de seres vivos. La ecología política responde a unas necesidades históricas concretas marcadas por las múltiples crisis actuales: ecológica, social, democrática, ética, en definitiva, civilizacional. Ante la oportunidad y necesidad de cambio que trae consigo el siglo XXI, nuestro mayor reto es inventar una sociedad donde seamos capaces de ser felices como seres humanos, dentro de los límites ecológicos de un planeta finito y de forma democrática.

-¿Qué soluciones aporta a la crisis actual, tanto la económica como la climática?

-Esta ideología plantea una transformación ecológica, social, democrática y ética de la sociedad. Esto pasa por relocalizar la economía en torno a actividades poco intensivas en energía, pero sí en mano de obra, que desmantelen la lógica social del consumismo. Al mismo tiempo, necesitamos invertir masivamente en tecnologías y energías limpias, en la mejora de los ecosistemas, en los sectores sostenibles, la autosuficiencia energética y la soberanía alimentaria.

-¿Qué medidas concretas se deberían adoptar en el sector financiero para no perjudicar al medio ambiente?

-Es prioritaria una regulación drástica y la conversión de la banca ética en norma para el sector financiero. También se debería construir una macroeconomía ecológica que integre las variables ecológicas y donde la estabilidad no dependa del crecimiento, que la productividad del trabajo no sea el factor determinante y, sobre todo, se supere definitivamente el PIB como indicador principal de riqueza. Para todo esto y como instrumento vertebrador de una transición exitosa, tenemos que poner en marcha una democracia participativa y ecológica.

-¿Es posible en estos tiempos una economía ‘verde’?

-Considero que ahora más que nunca es necesaria una transformación ecológica de la economía para desarrollar sectores ricos en empleo ‘verde’ (agricultura ecológica, cuidados a las personas, economía social, energías renovables, etc.) y, a la vez, una contracción para los que exigen mucha energía fósil y especulación financiera (industria manufacturera, sector automovilístico, pesca industrial, bancos y seguros, etc.). Es lo que denominamos el ‘New Deal Verde’, que se basa en el famoso ‘New Deal’ que el presidente estadounidense Franklin D. Roosevelt puso en marcha para contrarrestar la crisis de los años 30. Ante la crisis y el desempleo de masas, nuestra generación necesita un cambio urgente de las normas laborales: trabajar menos para vivir mejor hoy y para que las generaciones futuras puedan simplemente vivir. Una política laboral eficiente y compatible con la ecología y la equidad es un ejercicio de realidad a la altura de los retos sociales y ambientales del siglo XXI. Ahora mismo, para mantener todo lo que estamos produciendo, sería suficiente trabajar una media de 25 horas a la semana.

-Unas de las teorías que explica en sus charlas es el decrecimiento como una propuesta para salir de la crisis. ¿En qué consiste?

-El decrecimiento parte de la base de que no existe un crecimiento infinito en un planeta finito. Salir del dogma del crecimiento y de la dictadura del PIB, reducir drásticamente la huella ecológica; es decir, el impacto que tienen las sociedades sobre el medio ambiente, o combinar justicia social y ambiental dentro de los límites del planeta, son las bases del ecologismo político y social. En este marco, el decrecimiento es más bien una herramienta que obliga a reflexionar sobre la situación actual del mundo. La ecología política se refiere al conjunto de valores, propuestas e ideas que conforman la ideología ‘verde’. Ambos conceptos tienen como objetivo un cambio de paradigma social, cultural y económico hacia la construcción de sociedades que sepan vivir en armonía con su entorno.

-¿Cree que uno de los principales problemas de la sociedad actual es que no es consciente de que los recursos naturales son finitos?

-Hay que concienciarse de que no podemos seguir viviendo en un sistema socio-económico por encima de los límites ecológicos del planeta. Si todas las personas del mundo vivieran como los españoles, necesitaríamos tres planetas. Si cada hogar en países como China o India pretendiera tener su propio automóvil, un centro comercial cercano y los más adinerados, una piscina, sería totalmente insostenible. Tarde o temprano tendremos que volver a un ritmo acorde con la biocapacidad de la Tierra.

-Hace unas semanas se celebró la Cumbre de la ONU sobre Cambio Climático en Durban. ¿Considera que ha servido para algo?

-Ha sido un fracaso. No deja de sorprenderme la incapacidad de los líderes mundiales para dar una respuesta a la altura de la gravedad de la situación. La firma de un acuerdo ‘in extremis’ no puede esconder una huida hacia delante de los jefes de Estado y negociadores, más preocupados por la reconfiguración de los intereses geopolíticos a escala mundial que por la lucha por los recursos naturales. El principal problema es que no se cumplen las pocas promesas de cumbres anteriores de no superar un aumento de dos grados en comparación con los niveles preindustriales. La puesta en marcha en 2020 de un nuevo acuerdo vinculante llegará demasiado tarde. Hace poco, la Agencia Internacional de la Energía ponía 2017 como fecha límite para acotar el incremento de temperaturas antes de alcanzar niveles irreversibles. Tras los compromisos de Durban, superaremos los cuatro grados a finales de siglo. Además, se ha vaciado de su sustancia al protocolo de Kyoto, que solamente representará un 15% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, puesto que se quedan fuera de él países como China, India, Estados Unidos, Canadá y Japón, los principales contaminadores.

-Entonces, ¿cuáles son las perspectivas de futuro?

-Lo que es evidente es que estas cumbres climáticas ya sirven para muy poco. Se van a imponer nuevas estrategias, como alianzas entre movimientos de justicia ambiental, social y democrática a nivel local y mundial para impulsar los cambios que no dan los jefes de Estado. Ha sido interesante descubrir en Durban los ‘indignados climáticos’, una mezcla entre los movimientos de justicia climática y los ‘indignados’ de la Puerta del Sol y de Wall Street. También se va a utilizar la mayor parte de los recursos y energías disponibles para construir sociedades resilientes y cohesionadas, es decir, preparadas para adaptarse y enfrentarse a los cambios bruscos y profundos que se van a producir.

-Adaptarse o morir

-Después de las no decisiones que se han adoptado en Durban, veo muy complicado que se produzcan reducciones de las emisiones de gases de efecto invernadero a corto y medio plazo. Por tanto, hay que incidir en la adaptación. Hay dos problemas principales en las sociedades actuales: el cambio climático y la excesiva dependencia del petróleo. El desafío para el futuro es conseguir sociedades que se enfrenten a estas dos cuestiones a la vez. Es imprescindible que actuemos todos. Todavía está en nuestras manos cambiar el futuro, pero para hacerlo tenemos que movernos tanto de forma individual como colectiva, porque el cambio tiene que ser estructural. La cumbre de Durban es un buen ejemplo de que no podemos dejar el cambio en manos de los actuales gobernantes.

26 de enero de 2012

Globalización capitalismo y otros resortes de poder (9) Risas de hiena en la Reserva Federal

Un análisis de las transcripciones de las reuniones de la Reserva Federal de Estados Unidos muestra la relación directa entre el crecimiento de las burbujas crediticia e inmobiliaria y el aumento de las carcajadas de los dueños de la economía norteamericana en las reuniones en las que debían prever las disfunciones económicas que se estaban incubando y que poco después nos estallarían en la cara. Las risas que dan la mala praxis, el dinero fácil y la codicia satisfecha.

Risas en la Reserva Federal en la gestación de la catástrofe

David Fernández / El País 22/01/2012

Quién iba a decir que el Comité de Mercado Abierto de la Reserva Federal (FOMC, por sus siglas en inglés) era lo más parecido al club de la comedia. El organismo que decide, entre otras cosas, cuál es el precio del dinero en EE UU, parece a priori una institución gris formada por eminentes economistas donde el margen para las bromas es mínimo. Nada más lejos de la realidad. La web económica y política The Daily Stag Hunt ha analizado la transcripción de las reuniones del FOMC (sí, ellos también reconocen que es un poco freak) y han encontrado una curiosa correlación entre las risas de los miembros de la Fed y la burbuja inmobiliaria.

El análisis de las actas detecta un crecimiento de las carcajadas entre el año 2000 y 2006 (alcanzando su máximo en octubre de este último año). Este periodo corresponde casi en su totalidad con el mandato de Alan Greenspan al frente de la Reserva Federal (dirigió el banco central estadounidense entre 1987 y enero de 2006) y con los años donde se gestó la burbuja de crédito e inmobiliaria que devino en la crisis económica bautizada como la Gran Depresión. El FOMC se reúne ocho veces al año.

En 2000 el número medio de risas por encuentro que figuran en la transcripción de las reuniones fue de 16,5. Seis años después la media de carcajadas recogida en las actas era de 43,7 veces por sesión. Es decir, que los chistes y las chanzas entre los consejeros crecieron un 164% en este periodo. El máximo de carcajadas se registró en la reunión de octubre de 2006, ya con Ben Bernanke al frente de la Fed, donde las deliberaciones fueron interrumpidas hasta en 65 ocasiones por las risas.

El buen humor en esta época se explica porque en esos años la economía se había recuperado del estallido de la burbuja puntocom y crecía a buen ritmo. Además, el sector inmobiliario vivía sus días de vino y rosas. De hecho, The Daily Stag Hunt compara el gráfico del aumento de las carcajadas en el FOMC con el precio de los pisos en EE UU y son dos gotas gemelas. Quizá a los miembros de la Fed, de haber sabido todo lo que desencadenó el fraude de las hipotecas basura en EE UU, que su política de desregulación en los instrumentos derivados y el dinero barato alimentó, se les habría congelado la sonrisa de sus labios.

Así sí







Casi da igual la eliminación, casi no importa haber estado a muy poco de culminar la proeza de darle la vuelta a la eliminatoria. En el partido de ayer el Madrid consiguió algo mucho más importante, algo que necesitaba como el comer, demostró que sus jugadores tienen suficiente fútbol y coraje para jugarle al todopoderoso Barça a la cara y de poder vencerle con sus propias armas. Pero esto sólo será así si también Mourinho se convence de ello y persevera en la apuesta por el fútbol de ataque y se deja de acomplejadas extravagancias tácticas.


Ayer el Madrid se rearmó moralmente para próximos duelos de más enjundia que a ambos archirrivales les esperan en Liga y Champions League. Eso sí, Mourinho volvió a demostrar en el post-partido, tan macarra y prepotente como siempre, que no es entrenador para el Madrid. Por eso desde aquí deseamos que el técnico portugués acabe lo mejor posible esta temporada con el equipo blanco y se vaya a a entrenar a Inglaterra, Italia o simplemente marche a su puta casa y nos deje en paz.

Absurdeces, bocachanclismos y otros extravíos (19) Sentencia del juicio a Camps y Costa

A pesar de los irrefutables documentos incriminatorios con importes de dinero de trajes de Milano y Forever Young vinculados con los apellidos Camps y Costa, a pesar de los talones con cifras coincidentes de los pagos de esas prendas abonadas por la red Gürtel, a pesar de la declaración del informático de Forever Young que se vió obligado a manipular las bases de datos para ocultar a Camps, a pesar de los cutres ardides empleados por algunos proveedores de las prendas para tapar que quien pagó los trajes no fue Camps sino la red Gürtel, a pesar que Víctor Campos y Rafael Betoret —los otros dos altos cargos imputados en la misma causa— reconocieron ante la justicia que a ellos sí se los pagó la trama corrupta que mantenía estrechas relaciones de negocio con el Gobierno de Camps, a pesar de las vergonzantes y explícitas grabaciones entre los acusados y el Bigotes que han dejado claro que su relación era todo menos "meramente comercial" (como expresa el fallo del jurado) y sí bastante empalagosa y lameculos, conversaciones que han desnudado (aunque claro, esto no es delito) sus patéticas personalidades, a pesar de todas las miserias mostradas por los acusados en este juicio resulta que un grupo, minuciosamente escogido, de lúcidos ciudadanos valencianos han declarado no culpable a Francisco Camps de un presunto delito continuado de cohecho pasivo impropio. Que los regalos existieron pero no se hicieron "en función de su cargo público”. Que pase esto en una comunidad en la que sus dirigentes han convertido en zona de libre rapiña, con la especulación, la corrupción y el despilfarro como modus operandi de quienes la gobiernan desde hace casi una década es algo que nos deja perplejos e indignados. Y el PP clamando por su honorabilidad. Suma y sigue el esperpento nacional.

La injusticia más terrible no es que Camps haya sido declarado “no culpable” mientras el juez que destapó la Gürtel, Baltasar Garzón, probablemente vaya a ser condenado. La verdadera y flagrante injusticia es que el presidente que contrató 14 millones de euros con su “amiguito del alma”, que pagó 15 millones por una maqueta y un proyecto de un rascacielos jamás construido de Santiago Calatrava o que entregó otros dos millones a Urdangarin, sólo haya sido juzgado por una anécdota menor, por los 12.000 euros en trajes.
Camps también era el máximo responsable de un partido, el PP valenciano, que aún está pendiente de un juicio por presunta financiación ilegal. Camps sigue siendo el político que mintió cuando dijo que ese Bigotes al que después supimos quería “un huevo” era un señor al que no conocía de nada. Camps era el mismo presidente de la Generalitat Valenciana que confiaba de manera tan ciega en el Bigotes que incluso su número dos en el partido, Ric Costa, pedía al hombre de la Gürtel en Valencia que intercediese en su favor, que susurrase su nombre en el oído del jefe para lograr un ascenso.
Camps no es culpable –dice el jurado Popular, en proporción similar al veredicto de las urnas–, mientras que sus subalternos, Campos y Betoret, se autoinculparon; el propio Camps estuvo a punto de aceptar la condena, como le aconsejaba el PP, que ahora clama por su inocencia. ¿Volverán a nombrarle presidente de la Generalitat Valenciana (técnicamente es posible, nunca abandonó su escaño)? ¿Lo recuperará Mariano Rajoy como ministro? ¿Lo canonizarán en vida ante el más que evidente milagro? No lo pierdan de vista. La vergüenza nacional que provoca el circo de las tres pistas de la Gürtel aún no se ha terminado.

23 de enero de 2012

Vocabulario Fundamental. Animales (13) Juegos animales

Recurrimos al estupendo blog Somos primates para conocer más sobre la necesidad del juego en muchas especies animales, no sólo en las más evolucionadas como primates, perros, felinos y demás mamíferos superiores, sino que es también remarcable en muchas especies de reptiles y aves. El juego carece de metas externas y es iniciado una y otra vez aunque se haya alcanzado el objetivo consumatorio. Cada animal tiene su personalidad y algunos juegan más que otros y otros nada, pero son generalmente los ejemplares jovenes los que llevados de la curiosidad por su entorno inician con sus hermanos los presagios de las maniobras básicas de investigación, caza y huida del animal adulto. Pueden ser simples divertimentos solitarios y gozosos como el cuervo con su snow-board o el delfín y sus anillos de burbujas o lúdicas interacciones entre especies como las ballenas jorobadas y los delfines en aguas de Hawaii. Simpáticos animalitos.



Entre animales anda el juego

Pablo Herreros / Somos primates 17.06.2010

El juego es un fenómeno que podemos encontrar en mamíferos, aves y también en algunos peces, reptiles y anfibios según Gordon Burghardt, etólogo de la Universidad de Tennessee. Burghardt ha estudiado el juego animal durante los últimos años en especies como tortugas e iguanas. Tras introducir objetos se registraba la actividad que llevaban a cabo los animales, y los datos mostraron que parecen sentir curiosidad y tener comportamientos lúdicos hacia ellos. También hay observaciones de cocodrilos jugando con cuerpos de animales muertos y surfeando olas en el río.

El problema para la aceptación de su existencia en algunos animales se encuentra en lo que los científicos consideran juego, ya que se trata de un contexto y no de un conjunto de conductas concretas. Por ejemplo, morder está considerado como una conducta agresiva, a no ser que se haga dentro de un entorno lúdico en el cual está permitido siempre que sea dentro de unos límites.



Se cree que aproximadamente el 80% de las especies mamíferas juegan, lo cual se ha traducido en una ventaja adaptativa en los primates a lo largo de la evolución, ya que somos especialmente propensos a enfrascarnos en actividades de este tipo en cualquier momento y lugar. Esto es así, entre otras razones, porque el juego es un camino muy eficaz hacia el aprendizaje de comportamientos sociales. Explorar el mundo a nuestro alrededor y experimentar con situaciones de la vida real sin peligro, son algunas de sus funciones más valiosas para la supervivencia de los primates.
Los estudios muestran que el juego en primates humanos y no-humanos es muy similar e incluye los mismos elementos, formas y tiempos. Por ejemplo, en todas las especies, aunque se juega durante toda la vida de una manera u otra, se da un descenso de esta actividad a medida que avanzan los años, especialmente tras la pubertad.

La primera experiencia de este tipo que un chimpancé tiene en su vida proviene de su madre, que suele tocarlos cuidadosamente y les hace cosquillas ocasionalmente. Aunque al principio no responden, al cabo de seis meses comienzan a interactuar plenamente. Más adelante, otros jóvenes y también adultos jugarán con él. Según Jane Goodall, las madres de chimpancé comienzan a dejar a otras crías acercarse para jugar a partir de los seis meses de edad aproximadamente. El juego en esta especie suele iniciarse con vocalizaciones y una manera de andar muy peculiar mediante pisotones al suelo, además de la presentación de los cuartos traseros al compañero. Cuando se trata de adultos de diferentes sexos, éste suele ser iniciado por los machos y las hembras no aceptan si el macho tiene fama de rudo, rechazando la invitación muy a menudo.
Burghardt ofrece una visión interesante respecto al comportamiento de los dominantes durante el juego. Éste cree que cuando se trata de una riña seria normalmente el más fuerte o el más grande gana. Pero en el juego de primates no-humanos y de niños, los individuos dominantes se controlan e inhiben su fuerza para no dañar a otros y mantener al oponente metido en el juego. En niños es fácil observar cuando se están sobrepasando esos límites en frases como “juegas muy duro” o “te estás pasando”. Los animales, al carecer de lenguaje, emiten gruñidos y se muerden para ir negociando en el transcurso del juego con este mismo fin.

George Bekoff cree que es en el juego donde se da la atmósfera más propicia para el aprendizaje de las habilidades sociales, ya que hay pocas sanciones cuando se transgreden normas. Mientras se juega, las disculpas son aceptadas en mayor número de ocasiones. Además, los individuos deben cooperar el uno con el otro porque se trata de una actividad voluntaria. También cree que es un contexto perfecto para estudiar las raíces de comportamientos como la moralidad o las normas sociales, debido al autocontrol que exhiben algunos sujetos.
En un primer momento, al igual que ocurre con otros patrones de comportamiento de los primates, se pensó que existía una correlación entre el tiempo empleado en el juego y el tamaño relativo del cerebro. Hoy sabemos que no es así. Por ejemplo, los roedores y los marsupiales le dedican mucho más horas que algunos primates. Probablemente sea debido a que el juego está relacionado sólo con algunas áreas específicas del cerebro y no con la totalidad, como ocurre en otras características en las que sí se han encontrado relación.
Existen algunas hipótesis, según las cuales, la fantasía fue una habilidad distintiva de los homínidos que hizo posible el lenguaje y la inteligencia. Esta capacidad imaginativa permitió que el juego fuera lo suficientemente complejo como para servir de práctica a habilidades posteriores aún más sofisticadas, como por ejemplo el arte. El físico y psicólogo William Stephenson desarrolló una teoría sobre la comunicación de masas en los años sesenta del siglo pasado, en la que definía el juego como el medio por el cual una sociedad desarrolla su cultura, sus sueños y sus lealtades.

El juego de los cuervos

Pablo Herreros / Somos primates 19.01.2012

Es probable que los cuervos y otras especies similares de pájaros se encuentren entre los animales que mejor se han adaptado a los continuos cambios en las condiciones del entorno, desde el surgimiento de las aves hace más de 100 millones de años.


















Los córvidos (Corvidae), familia a la que pertenecen una gran cantidad de especies como el cuervo, la urraca o las grajillas, han colonizado los más diversos nichos ecológicos y habitan en casi la totalidad de las latitudes del planeta Tierra. Esta historia de éxito no es de extrañar si tenemos en cuenta que los córvidos son considerados como la familia de aves con una mayor inteligencia desde el punto de vista humano.
Entre otras, tienen la capacidad de construir y modificar herramientas para conseguir alimento, algo que requiere hacer una representación mental previa del resultado final. Quizás sea esta capacidad, la razón por la que cuentan también con la gama de comportamiento de juego más compleja y diversa: juego social, juego con objetos y juego locomotor. Esta hipótesis es posible, ya que según datos publicados por Joseph Ortega y Marc Bekoff, las aves en las que encontramos una variedad de juegos más amplia son las que tienen un lóbulo frontal más desarrollado, como es el caso de los Passeriformes, orden a la que pertenecen la familia de los córvidos.
Aunque aún no existe una definición del juego en animales que haya sido aceptada por todos los científicos, la que más simpatías despierta hasta el momento es la elaborada por el etólogo Marc Bekoff, quien lo describe como: “toda actividad ejecutada después de nacer, que parece no tener objetivo alguno, en el que los patrones locomotores de otros contextos son usados mediante formas modificadas o secuencias alteradas”. Bekoff está convencido de que los animales, o al menos lo parece, nos involucramos en comportamientos de juego solo por la «diversión de hacerlo». Gracias a que es placentero por sí mismo, reforzamos una tendencia que favorece el entrenamiento de habilidades físicas, emocionales y sociales, que serán clave en nuestra supervivencia.


El juego del delfín

Pablo Herreros / Somos primates 5.08.2010

Los delfines, al igual que los humanos, sienten una fascinación por el juego y el entretenimiento, consecuencia de un alto coeficiente cerebral. Además, son seres creativos y sensibles. Tanto en libertad como en cautividad, hay documentados casos en los que inventan sus juguetes, como muestra este vídeo, donde podemos observar a uno de estos cetáceos jugar con anillos de burbujas bajo el agua.

21 de enero de 2012

Roncero o el ardor ¡Clama el madridismo!

Espectacular crescendo de Tomás Roncero en Punto Pelota. Dos minutos dieciocho de desgarrada proclama a corazón abierto de un madridista furibundo, indignado hasta la médula. Mou, aquí tú eres el Special Two. Genial Roncero.


20 de enero de 2012

Vocabulario Fundamental. Extinciones () ¡Kaputt Megaupload!

El cierre de la web Megaupload tras una operación coordinada del FBI en nueve países ha sacudido la Red, al desaparecer en un momento en la tarde del 19 de enero millones de archivos de 150 millones de usuarios de esa web en todo el mundo, así como el secuestro de datos personales y bancarios de miles de usuarios Premium, entre los que nos encontramos. Es curioso lo que tiene la globalización. Tras verlo decenas de veces en la televisión o el cine ahora sabemos lo que se siente cuando el FBI da una patada en nuestra puerta.

Esta operación ha supuesto además de la detención de cuatro de sus responsables -otros tres continúan en paradero desconocido- entre ellos su fundador, el alemán Kim Schmitz -aka Kim Dotcom, el querubín de acá al lado- y el apagón de los servidores de hasta 18 servicios diferentes que tenía en marcha la compañía, por lo que miles de internautas en todo el mundo han perdido el acceso a sus archivos en la nube. Pese a que el servicio se utilizaba mayoritariamente para el intercambio de archivos de películas, música o videojuegos, muchos usuarios también lo usaban como una plataforma para almacenar archivos de gran tamaño en la nube, para tenerlos a su disposición en cualquier momento y lugar, a modo de disco duro virtual.Como supondrán quienes sigan este blog, el cierre de Megaupload ha supuesto un auténtico torpedo en la línea de flotación de nuestra web, muy volcada en los formatos audiovisuales. Con mucho estupor y algunos temblores vemos cómo los centenares de documentales y (en menor medida) películas que habíamos conseguido reunir en los tres últimos años en nuestra recién renovada cuenta Premium, ahora se han volatilizado. Nuestros posts (muchos publicados y otros en preparación) han sido diezmados y lucen grandes espacios blancos como mortajas en lugar de los archivos desaparecidos. El trabajo de meses desaparecido de un plumazo.

Afortunadamente bastantes de esos archivos documentales, fundamentales para el conocimiento de nuestro mundo y nuestra historia, los hemos ido guardando en nuestros discos duros por si algún día ocurría una alguna movida de este pelo, así que nuestros sufridos chicos de Cargas, Descargas y demás Ciber-Logísticas intentarán recuperar, poco a poco, lo máximo posible en nuestra cuenta de Veoh (hay que instalar el Veoh Web Player) y volver a subirlo a los blogs. Y el resto de archivos a ver si los encontramos operativos en la Red alojados en otras webs parecidas, aunque algunos va a ser complicado, en nuestros usuales proveedores de documentales la escabechina ha sido generalizada. Por ejemplo, la serie documental sobre Auschwitz y la Solución Final que colgamos a finales de diciembre.

Así pues Megaupload ya no está y habrá que buscar otras opciones. Y, aparte de si los usuarios podremos recuperar nuestros archivos y nuestro dinero, que será que no, la Red se adaptará a este cambio como se ha adaptado a otros y surgirán pronto nuevos sitios parecidos a MU pero los ataques a la libre circulación de ficheros en la Red probablemente continuen, todo lo cual hace replantear el mundo del intercambio de ficheros e información en Internet.

Suponemos que la única forma de evitar el círculo vicioso de una escalada de denuncias, cierres y contraataques es que la industria cultural encuentre una alternativa viable para que el público pueda descargar esos contenidos, haciendo que sea más barato conseguirlos legalmente que de forma "pirata", sin renunciar a derechos fundamentales ni alimentar empresas privadas cuyo modelo de negocio era, no nos engañemos, obtener ingresos a cambio de contenidos culturales que no eran de su propiedad, sin pagar nada por ello.

Y es que viendo el desenfrenado y un poco vergonzante estilo de vida de su fundador
haciendo el nuevo rico paleto pues a lo mejor se trata de volver al clásico P2P (como propugna Bizzentte) sin depender más de servidores y fulanos externos. En fin, Megaupload kaputt, Megaupload verboten, se dirá Kim Dotcom, para estas cosas el idioma alemán se pinta solo.

19 de enero de 2012

Mou y Pepe bajo la lluvia

Sobre lo de ayer noche en el Bernabéu suponemos ya está todo dicho y tampoco es cuestión de repetirse. Que la vida sigue igual, que aquest any tampoco y que así será hasta que el Real Madrid decida tener un centro del campo digno y supere su trastorno obsesivo-compulsivo con el Barça, lo que no ocurrirá mientras Mou siga en el banquillo.

Jose Mourinho ha logrado inocular su acomplejamiento hasta el hueso del equipo madridista, consiguiendo en cada partido contra el Barça un nuevo tono en su amplia gama de impotencias y patetismos, sacando la peor versión de sus jugadores, convirtiendo un grupo con algunos de los mejores futbolistas del mundo en un equipo menor, macarra e indigno de su escudo ante el máximo rival y sobre todo ante una afición a la que desprecia si no apoya sus broncas y jaimitadas tácticas varias.

Al menos esperamos que hasta el madridista más cabestro y recalcitrante de los de ohMoutudedonosseñalaelcamino se vaya dando cuenta de hasta donde puede llevar el secuestro del club a manos de los modos y maneras del portugués y su enloquecido brazo ejecutor en el equipo, el amigo Pepe, del que nos habla Ambrosius, con otro de sus grandes posts, porque a nosotros entre este nuevo desastre y el cierre de Megaupload ya no nos quedan ganas de más.

Pepe bajo la lluvia

Odio eterno al fútbol moderno / 19 enero, 2012 por Ambrosius

Pepe pugna por un balón con Busquets (Foto: GTRESONLINE).

Ayer, después del partido, decidí llamar a Pepe por teléfono.

-Oye, Képler Laveran Lima Ferreira (que es como yo le llamo en la intimidad), ¿qué haces?

-Escuchando la rapsodia húngara de Listz N.2. Me relaja y me excita a la vez, es como tomarse un redbull con orfidal.

-¿Qué os ha dicho Mourinho después del partido?

-Ha descorchado una botella de champán y ha empezado a dar saltos de alegría con ojos de loco. No paraba de gritar: “¿Y ahora qué, Diego Torres? ¿Y ahora qué vas a escribir?”.

-Y a ti, ¿te ha dicho algo?

-Imagínate. Que soy un inútil, que no valgo para nada, que en nueve partidos contra el Barça, o los que llevemos, aún no he sido capaz de lesionar a Messi. Me dijo: “Pepe, menos manicuras y más rodilla”.

-Un poco bestia lo de la mano, ¿no?

-¿Qué quieres?, ¿qué le haga faltas cuando está corriendo? ¿Tú sabes lo difícil que es darle una buena patada a ese enano de mierda cuando agarra la pelota?

-Si, tienes razón. ¿Y no habéis probado con un francotirador?

-Bueno, trajimos a un soldado serbio de esos del cerco de Sarajevo, pero está melancólico y nunca se decide a disparar.

-¿Y eso?

-Psss, se juntó con el Granero, que está muy raro. Le pasó uno libros de Onetti y ahora el francotirador se pasa el día tumbado en su ático de la Castellana, fumando una marca extrañísima de tabaco serbio mentolado.

-Ya, y ¿qué tal el chico nuevo ese, el antílope?.

-¿El de las patillas?. Ni idea, no le había visto nunca. Será un chico de la cantera. Yo que sé. Rayadas que le dan a José. Como sacar a Granero en mitad de un tuit. Tiene un huevo de followers, es un intelectual.

-¿Tú tienes twitter?

-Lo intenté, pero cuando sale el pájaro de mierda diciéndome que la frase es muy larga y que tengo que ser ingenioso me da un ataque de rabia y tengo que irme a la Casa de Campo a disparar cotorras.

Piqué provoca a Pepe en su lecho de dolor (Foto: GTRESONLINE).

-¿Qué vais a hacer el próximo partido para remontar?

-Bueno, José está trabajando en una nueva táctica secreta.

-¿El trivote mixto?

-No, él lo llama El Puzzle cósmico.

-Sugerente.

-Consiste en confundir al Barça. Yo juego de 9 y Ronaldo de central, y la portería vacía. La idea es aprovechar el desconcierto del Barça para hacerles un gol.

-¿Y luego?

-…¿luego?

-Sí, luego del gol, ¿qué? Porque con un 1-o no os clasificáis.

-Ah, pero es que la Copa es un torneo menor, ¿sabes?

-Ya, pero después del primer gol y que al Barça se le pase la confusión, ¿que haréis?

-Lo de siempre, me imagino, correr derás del balón, perseguir sombras, alguna patada, un codazo, como de costumbre. Le acabas cogiendo en tranquillo y además es muy tonificante. Yo cuando juego contra el Barça duermo luego del tirón, superelajado. Y luego está el francotirador serbio, claro, que algún día se le pasará el nihilismo. ¿Tú sabes lo que es “nihilista”?

-Claro.

-A mí me lo enseñó el psicólogo el otro día. Por cierto, menudo chapas el psicológo. Como me vuelva a sacar lo de mi madre, le reviento la cabeza de una patada. Como a Casquero, pero con puntería. Bueno, volviendo al tema, resulta que nihilista es algo así como un pasota, pero culto.

-Y tú, Laveral Lima, ¿tú eres nihilista?

-Creo que no, yo me tomo las cosas muy en serio. Un nihilista es el que pasa al lado de Messi y no le pisa la mano. Me lo dijo Guti, que es un bohemio. Oye, te tengo que dejar. Han venido unos amigos albanokosovares a ver ‘Cantando bajo la lluvia’. Los miércoles hago cineforum en casa. ¿Sabes cuál es mi sueño recurrente?

-¿Cuál?

-Estar yo solo, vestido de traje, imitando a Gene Kelly en el Bernabeú vacio de noche. Yo con traje, corbata, sombrero, paraguas, saltando encima de charcos. Pero al final siempere aparece Messi, en el papel de policía, jodiéndome el sueño.

-¿Le has contado al psicólogo el sueño?

-Sí.

-¿Y qué dice?

-Que deje el paraguas en casa.

Vocabulario Fundamental. Leopardo (4) Leopardo, la noche del cazador



18 de enero de 2012

The Wire, Balzac caminando por las calles de Baltimore


Con el regusto que el magistral último episodio de The Wire nos ha dejado en la mente y mientras aún cantamos, chupito de whisky en mano, en la fiesta irlandesa de despedida del gran Jimmy McNulty, queremos homenajear en nuestro blog esta serie superlativa, a la altura de cualquier clásico del cine y que compone nuestra trinidad de las mejores series de TV de la historia, junto a "Los Soprano" y "Breaking Bad".

The Wire fue creada en el año 2002 por David Simon y Ed Burns (un ex-periodista y un ex-policía) y producida por el canal de televisión por cable HBO responsable, además de Tony Soprano y su gente, de otras grandes obras como "A dos metros bajo tierra", "Deadwood" y "Band of brothers", entre otras.

The wire es una exhibición de genio y creatividad por parte de sus creadores, que componen un lúcido fresco sobre la condición humana mientras ofrecen un certero retrato, y a la vez una áspera crítica, de la sociedad estadounidense contemporánea y el sistema que la cobija.

Una serie sin concesiones para quien la contempla, que requiere espectadores atentos y mentes abiertas, con decenas de personajes que entran y salen de plano de atención a lo largo de los sesenta episodios de sus cinco temporadas, pero aportando todos al desarrollo de las múltiples tramas que retratan el tráfico de drogas, la política, los puertos, la enseñanza, la Justicia y el periodismo que se interconectan en ese universo que es Baltimore, Maryland.
De digestión lenta y disfrute continuo, The Wire va impregnando la mente del espectador con su atmósfera de tragedia griega, sus guiones impecables y un impagable reparto que interpreta unos personajes perseguidos por el fatalismo, complejos y contradictorios, entre los que hay caracteres esencialmente decentes pero con algunas sombras y otros manipuladores y delictivos pero con algunas luces, lo que ocurre a ambos lados de la ley.

Les dejamos con un buen texto que analiza esta serie leído en la revista digital Ojos de papel y terminaremos con un especial sobre The Wire de la cadena TNT (al que solo puede reprochársele que los fragmentos de la serie que salen estén doblados) en el que hablan sobre ella rendidos admiradores como Carlos Boyero, Marcos Ordóñez, Enric González, Maruja Torres y Hernán Casciari. No es redundancia que ofrezcamos tanta gente hablando de lo mismo, cada uno aporta algo interesante. Si aún no la han visto no se la pierdan, si ya lo han hecho, como nosotros, da igual, The Wire son 60 horas gozosas del que ya es un clásico imperecedero en el que no importa saber el final sino disfrutar del viaje que te lleva hasta allí, así que la próxima vez que la veamos (que será pronto) seguirán deslumbrándonos sus diálogos y sus tramas, su humor negro y su infinidad de matices, volveremos a convivir con sus ya míticos personajes, con McNulty, Bubbles, Carver, Kima, Carcetti, Prez, Lester, Stringer Bell, Omar y tantos otros, a los que ya estamos echando de menos.


Televisión y literatura: Balzac camina por las calles de Baltimore en The Wire
Hay quien pueda considerar una osadía comparar literatura con un guión televisivo. Sin embargo, en el caso de la serie norteamericana The Wire, creada por David Simon y Ed Burns, la equiparación es más que acertada. No sólo por ser una obra, tanto en lo televisivo como en lo interpretativo, sencillamente magnífica, sino también por el asombroso guión al que muchos se han atrevido a comparar con la magna obra de Balzac La Comedia Humana. Porque The Wire, entre otras muchas cosas, plasma un retrato real y veraz de la sociedad norteamericana de principios de siglo XXI al igual que hicieran Balzac, Charles Dickens o William M. Thackeray con la sociedad inglesa y francesa del XIX, elevando el guión, en mi opinión y sin querer caer en exageraciones, a la categoría de obra de arte. Ya quisieran muchas novelas contemporáneas que inundan hoy nuestras librerías reflejar con tanta precisión y verdad una sociedad elaborando a su vez unos personajes ricos, llenos de matices y creíbles como son los que desfilan a lo largo de las cinco temporadas que componen de The Wire.


The Wire (traducida en España como “Bajo escucha” y en México como “Los vigilantes”) fue emitida por la cadena de cable norteamericana HBO durante los años 2002-2008, con un total de 60 episodios cada uno de una hora aproximada de duración. Para aquellos a los que (todavía) les resulte desconocido su nombre, la HBO es la cadena de televisión responsable de series de culto que han revolucionado el lenguaje televisivo tomando tratamientos técnicos, conceptuales y argumentales propios del mundo cinematográfico, teatral e incluso literario, como son The Sopranos (Los Soprano), Six Feet Under (A dos metros bajo tierra), o In treatment (En terapia).

Sobrepasando lo local


El argumento de The Wire podría, a priori, parecer banal y manido. A grandes rasgos, podemos decir que a lo largo de la serie se narran los esfuerzos de un grupo de policías de la ciudad de Baltimore (Maryland, EE.UU.) por acabar con un grupo de narcotraficantes valiéndose para ello de diversos medios, entre ellos la escucha telefónica que da nombre a la serie. Sin embargo, ésta es mucho más. El espléndido guión de David Simon y Ed Burns, creadores de la serie y guionistas, podría haber sido fácilmente una novela en cinco tomos. No obstante, la potencia y profundidad del guión, sumada a la áspera realidad que reflejan sus imágenes, poéticas en su dureza, hacen que esta serie, marcadamente realista, sea una pintura tan verdadera como cualquiera de las descripciones de Galdós.

Podría pensarse que en ella se aborda una historia demasiado local y alejada de la realidad social de un espectador español o europeo. Sin embargo, lo que hace deslumbrante a esta serie es la universalidad de sus temas y personajes; es como si gran parte de la obra de William Shakespeare hubiera sido condensada en un guión para cinco temporadas. Porque su guión genial, rico y complejo, va más allá de esa investigación policial que articula el hilo entre sus diferentes temporadas, reflejando sin maniqueísmos ni moralina fácil temas universales como la culpa, la ambición, la traición, la soberbia, la corrupción, la burocracia, el miedo, la desolación o la búsqueda del perdón y de la redención. Además, aborda con admirable precisión diferentes facetas que componen de manera caleidoscópica la ciudad de Baltimore, escenario donde se desarrolla la trama y que podría ser perfectamente cualquier ciudad del mundo, con sus carencias y virtudes, sembrada de seres humanos que viven y luchan por su supervivencia con más o menos fortuna.

Tal y como se muestra en The Wire, nos encontramos ante el retrato físico y humano de una ciudad empobrecida (convendría señalar que tras ver esta serie uno asume que el concepto de pobreza en los EE. UU. va más allá de a lo que estamos acostumbrados en España) con una población mayoritariamente afroamericana que vive en una realidad donde la supervivencia y la drogas están estrechamente ligadas y donde sus personajes observan impotentes que, cuanto más luchan, más difícil se hace alcanzar el paraíso. Muchos de estos personajes podrían compararse a Sísifo, ya que pese a su voluntad y deseo no logran llegar a su Ítaca anhelada.

Baltimore y The Wire

Al igual que sucede en muchas novelas, The Wire es la ciudad que se retrata. Los guionistas de la serie, David Simon y Ed Burns, fueron periodista del diario Baltimore Sun y policía de homicidios y profesor, respectivamente. Esto hace que el guión radiografíe una ciudad y una sociedad desde el profundo conocimiento, exponiendo todas sus virtudes y defectos. Personalmente, la serie me parece que dibuja la ciudad desde un profundo amor a ésta, lo que permite que el espectador se sumerja en un espacio asolado por la decadencia y la miseria pero, a la vez, dueño de una tremenda dignidad. Y esto es gracias a sus personajes.

The Wire respira verdad: todos los actores parecen salidos de las calles de Baltimore, y todos representan una amplia variedad de tipos humanos, esbozando un microcosmos coral y casi documental. Desde policías y traficantes, hasta un retrato de la clase trabajadora encarnada por los descargadores del puerto de Baltimore, pasando por el profesorado de un sistema educativo ahogado por la burocracia y la desidia. En The Wire se retratan también políticos corruptos, traficantes que manejan su negocio como una simple operación empresarial, policías borrachos y vagos pero también competentes en su trabajo… La lista sería inmensa, como es el número de personajes que desfilan a lo largo de las cinco temporadas de la serie. Algunos de ellos están presentes en todas, otros sólo aparecen en una, pero su verdadera riqueza reside en tratar tipos con una gran profundidad, válidos universalmente y netamente literarios. Así, hay antihéroes, personajes perseguidos por el fatum, tipos que desean y persiguen el perdón y la redención, personajes corroídos por el sentimiento de culpa, ambiciosos “trepas“… Todo está en The Wire. En este sentido, algunos amantes de la serie han hecho notar que ésta podría verse como una moderna tragedia griega y yo, personalmente, corroboraría tal afirmación.

Ambigüedad

Lo cierto es que tras ver la serie completa no se puede evitar terminar amando a muchos de sus personajes a pesar de sus defectos y su dudosa moralidad. Precisamente, lo interesante en esta serie es la ambigüedad de muchos de los personajes. Tradicionalmente las series con argumento policial habían reflejado al cuerpo de policía como una especie de grupo de héroes que luchaban contra el crimen que abanderaban personajes deleznables. Por el contrario, en esta serie ambos bandos están equilibrados, porque si bien muchos de los personajes policías son buenos en su trabajo y desean acabar con la organización de narcotraficantes, tienen motivaciones más dudosas: desde la soberbia del detective borracho y pendenciero Jimmy McNulty, quien cree ser más listo que los narcotraficantes, hasta el desmedido ansia por ascender en el escalafón policial del teniente Cedric Daniels. Por su parte, los personajes que retratan el mundo de los traficantes, desde los simples camellos, matones hasta los grandes “cerebros”, son incluso mucho más atractivos que los personajes policías.

Retrato de defectos y virtudes humanas, The Wire está articulado sobre un guión donde los personajes respiran verdad y son caracterizados incluso con cierta poeticidad. Uno de mis personajes favoritos, el drogadicto Bubbles, se presenta y retrata con tanta dignidad que es imposible no conmoverse ante su desesperado intento de salir de las calles perseguido una y otra vez por su particular fatum. U Omar, una especie de ladrón justiciero y homosexual donde serlo en un mundo de violencia es firmar una sentencia de muerte. O Frank Sobotka, el líder del sindicato de los descargadores del puerto de Baltimore, que emana una humanidad y dignidad asombrosa. Éstos son sólo algunos de los personajes positivos, pero hay otros más negativos que, sin embargo, terminas comprendiendo e incluso cogiéndoles cariño. Como el concejal Carcetti, imparable en su ambición por ser alcalde, o “Stringer” Bell, un mafioso que concibe el narcotráfico como un negocio más, sometido a las leyes del capitalismo de la oferta y la demanda.

Estos personajes se entrecruzan a lo largo de las cinco temporadas que componen la serie. Como hemos dicho, el hilo narrativo se centra en una investigación policial, pero cada una de las temporadas se centra en un aspecto distinto con el que los guionistas se permiten diseccionar distintas situaciones que componen la realidad de la ciudad de Baltimore.

Los bajos fondos



En la primera, se retrata el mundo del narcotráfico de los bajos fondos. Además de conocer a los personajes principales, Simon y Burns trazan un preciso retrato de las calles y barrios más pobres del Baltimore oeste, asolado por la pobreza y las drogas. En esta temporada se aborda cómo es la organización de traficantes, que al final el espectador menos avisado puede comparar fácilmente a la organización policial: hay capitanes, tenientes y soldados que se dejan la vida en las calles. Stendhal y su reflejo de la realidad.

Los puertos


En la segunda temporada, sin abandonarse la línea de investigación, el guión cambia de escenario y retrata una trama que se sitúa en el puerto de Baltimore. Una excusa para mostrarnos la deplorable situación de la clase trabajadora norteamericana y sus problemas para subsistir, al mismo tiempo que se adentra en uno de los orígenes de la droga: aquellos que la hacen llegar al país. Así, del narcotráfico callejero que veíamos en la primera temporada pasamos a los distribuidores de droga, fuente y verdadero problema.

La política tiene las manos sucias

La tercera temporada va más allá y conecta la droga con el mundo de la política, que se beneficia de las impresionantes fuentes de ingresos que genera ésta. Así, asistimos a un muy ajustado retrato de la realidad de la burocracia y la corrupción política (el argumento es tan universal, tan equiparable a nuestras fronteras, que casi asusta), que por su conexión velada con el mundo del narcotráfico, que financia muchas de las campañas de sus políticos (no olvidemos que en EE. UU. las campañas se financian con donaciones anónimas o de grandes empresas), no hace más que obstaculizar la investigación policial. Esta temporada ayuda a entender el entramado de intereses que siempre está detrás de la política, muchas veces al margen de la propia ley.

La infancia perdida


La cuarta de las temporadas es, en mi opinión, una de las más interesantes y la que bucea con más profundidad en uno de los orígenes del problema del tráfico de drogas. Y quizá una de las más conmovedoras porque retrata cómo la inocencia de los niños se destruye por intereses económicos. En esta temporada la acción se centra en el sistema educativo norteamericano, totalmente ineficaz y podrido, que no hace sino desmotivar a los niños y arrojarlos a las calles. Basándose en la historia de cuatro chicos que acuden a una escuela pública de la ciudad de Baltimore, muestra como éstos se ven abocados, por muy diversas razones, a las calles, siendo presa fácil de los traficantes que les introducen en su mundo ofreciéndoles pequeños trabajos de “vigilantes” o “pasadores de droga”. Hay que tener en cuenta que la serie retrata una ciudad, como hay muchas en muchos países, donde el paro y la desmotivación hacen que muchos niños abandonen la escuela por desinterés o cegados por el dinero fácil. El esfuerzo y el deseo de mejorar no se valoran, y muchos de los niños que retrata la serie no tienen más salidas que insertarse en el mundo de las drogas, bien como traficantes, bien como drogadictos. Esta temporada es especialmente dura y desoladora, pero hay tanta verdad que resulta emocionante. La idea y el concepto de un sistema educativo en el que los profesores están presionados por la burocracia para alcanzar resultados sobre el papel (como, por ejemplo, que la mayoría de los estudiantes aprueben un examen estatal para continuar recibiendo subvenciones del estado, sin importar si verdaderamente los niños han aprendido algo), está de plena actualidad.


El falso periodismo

Por último, en la quinta temporada se aborda el mundo del periodismo. Fruto de la experiencia de David Simon en el diario Baltimore Sun, se retrata un colectivo más interesado en publicar reportajes de impacto y de corte sensacionalista que en hacer buen y honesto periodismo que denuncie las carencias y problemas de la ciudad. Un varapalo y, a la vez, canto a la profesión y a la competencia. Sencillamente admirable.

Hay que advertir de el argumento que he esbozado pobremente en párrafos anteriores tiene un guión cuya autoría corresponde a los citados David Simon y Ed Burns. A este respecto, cabe decir que detrás de la gran mayoría de las series emitidas en los Estados Unidos está una persona o varias que conciben la idea y el diseño de la trama, ejerciendo en muchas ocasiones no sólo el rol de guionista, sino también el de productor e incluso director. Esto, en la gran mayoría de los casos, da lugar a un fuerte sentido de la autoría. Esto parece no suceder en España, donde la gran mayoría de las series son, en mi opinión, o meros remedos de otras series, normalmente norteamericanas, o ideas pobres y sin argumento, de personajes planos y arquetípicos y, lo que es aún peor, ancladas en un tipo de historia que arrastra, cuanto menos, un insoportable costumbrismo que los productores de televisión españoles están empeñados en seguir cultivando. Una falta absoluta de creatividad.

En The Wire al menos sus guionistas tuvieron la voluntad de crear una obra de entretenimiento honesta que fuera más allá, ofreciendo con ella un retrato humano y geográfico de una ciudad francamente universal, reflejando sus defectos y virtudes y realizando una sana autocrítica a muchos de los males que asolan la sociedad norteamericana. Todo muy lejos del sainete español. Cuando veamos algo así en las pantallas españolas, algo habrá cambiado. Hasta entonces, nos quedará la HBO.

Un último consejo. Si no conocían esta serie y tienen curiosidad por verla, no lo hagan con el doblaje español. Soy partidaria de la versión original, y en este caso ésta se justifica aún más: la serie refleja la variedad de acentos de la ciudad, desde el slang de las barriadas más pobres de Baltimore hasta el argot policial pasando por el pomposo y peligroso lenguaje de doble sentido de los políticos. Perderse esto sería un crimen.

Y otro asunto. El tempo narrativo de la serie está en las antípodas de la acción y la espectacularidad. Quien busque eso, que se abstenga de verla y recurra a otra serie igual de interesante pero diversa en su planteamiento, The Shield, emitida en la cadena por cable FX. En The Wire todo sucede despacio, poco a poco, y hay que dar una oportunidad a la serie si los dos primeros episodios parecen “lentos”. Una vez acostumbrados a su ritmo, la serie se convierte en un libro de cabecera.

Especial The Wire (Canal TNT)