Este es el blog. Y esta es nuestra web, está todo más ordenadito, mejor.

27 de febrero de 2009

Vocabulario Fundamental. Fantasmas (1) Doppelgänger, bilocaciones y otros fantasmas íntimos

Intro

"Cuando de un distante pasado nada prevalece, cuando los hombres están muertos, las cosas rotas y destruidas, aún solas, más persistentes, más leales, el olor y sabor de las cosas permanecen suspendidos durante largo tiempo como almas dispuestas a recordarnos, esperando ansiosas el momento, en medio de la ruina y destrucción. Y en la diminuta gota de su esencia, casi sin sustancia, llevan resuelta la vasta estructura de la memoria". Marcel Proust - En busca del tiempo perdido

Recuerdos que se sientan a nuestro lado en la cama y nos miran calmados pero dolientes, emociones vividas y ya perdidas que se impregnan en las paredes, en los libros, en los objetos cotidianos, en los lugares donde un día habitaron el placer y la felicidad, resistiéndose a deshilacharse refugiados en algún desván de nuestra memoria, el pasado materializándose en obsesiones que nuestro cerebro procesa en forma de fantasmagorías, reales o inventadas. De estas cosas va esta entrada.



Primera Parte. Doppelgänger, el que camina a nuestro lado




Doppelgänger es el término alemán utilizado para definir el doble fantasmagórico de una persona viva. Etimológicamente significa doble andante o el que camina al lado. En las mitologías nórdica y germánica se mostraba como augurio de enfermedad u otras calamidades. El concepto tomó relevancia a partir del siglo XVIII como manifestación del conflicto entre el empirismo y la ortodoxia religiosa, en la lucha interna entre el deseo y los instintos primarios contra los convencionalismos y las represiones impuestos al individuo en las sociedades modernas. 

El doppelgänger -que no arroja sombra ni reflejo en los espejos- evocaría así nuestro reverso tenebroso, conectando de esta forma con un concepto esencial del taoísmo, el yin y el yang, la dualidad existente dentro de cada ser viviente y por reducción, dentro de cada uno de nosotros. Y de la misma forma que el yin no puede existir sin el yang, tampoco nosotros existimos sin esas sombras de nuestros espíritus.

De la misma forma, ese espectro que camina con nosotros puede tomar el poder sobre nuestra mente en las formas extremas de los trastornos límite de la personalidad, en enfermedades que alejan a quien las padece de la realidad y la vida social, como la esquizofrenia que, cuya etimología es mente partida. Así, el esquizofrénico severo ve progresivamente escindidas su mente, sus sentimientos, su carácter. Su doppelgänger, tomando el control dentro de su cerebro, dinamitando su personalidad con delirios paranoides y alucinaciones.


El tema del doble fantasmal que tomaría las riendas de nuestra mente para acometer las vilezas que nuestra racionalidad siempre vetó, desbordando nuestras timideces con sus insolencias morales, ha sido ampliamente tratado en la literatura y el cine. Hay numerosos ejemplos en el folclore, el cine y la literatura sobre un tema tan goloso, desde Hugo, el gemelo siamés malvado de Bart Simpson a David Fincher dislocando a Jack en el nihilista Tyler Durden en la testicular  El club de la lucha, desde el mito del hombre-lobo hasta el estupendo libro de Robert Louis Stevenson El extraño caso del doctor Jekyll y Mr. Hyde o la plasmación del abyecto rostro de las tinieblas y la perversidad en un cuadro en El retrato de Dorian Gray, de Oscar Wilde. Entre otros.

El vocablo doppelgänger también se utiliza para describir el fenómeno de la bilocación, es decir, estar en más de un sitio a la vez. Existe un caso clásico de bilocación documentado y descrito por el escritor Robert Dale Owen, que narra el curioso caso de la profesora Emilie Sagée quien, entre 1845 y 1846 fue despedida de varios trabajos porque tenía la simpática y poco comprendida costumbre de aparecer en dos sitios de su lugar de trabajo al mismo tiempo:


"En un colegio donde impartía clases para niños de la aristocracia fue vista por más de 40 alumnos a plena luz del día recogiendo flores en el jardín y en su mesa de clase, sentada y en silencio. Además los testigos pudieron observar varias veces una figura a su lado o en otro lugar de la clase mientras Emilie escribía en la pizarra. La misteriosa figura se movía independiente de ella e imitaba algunos de sus gestos al escribir o al comer aunque no tenía nada en las manos. Y aunque si ofrecía una leve resistencia al tacto, dos niños pudieron pasar a través de la inquietante presencia."


Bueno, aunque ante estas cosas de la ubicuidades enarcamos una escéptica ceja, lo cierto es que muchas personas tienen -tenemos- un lado tenebroso, habitado por pensamientos bastante chungos y que, en algunos casos, son sólo las circunstancias favorables las que impiden que esos fantasmas íntimos se manifiesten. Mientras, se quedan ahí, caminando a nuestro lado, sperando su momento.

Para terminar esta segunda parte del post, mostramos cómo hasta Jorge Luis Borges experimentaba ese extrañamiento de uno mismo, esa certeza de la existencia de otro Borges, esa duda de no saber quién era exactamente aquel escritor superlativo que cartografió mundos literarios hasta entonces no explorados. Lean.

Borges y yo

Al otro, a Borges, es a quien le ocurren las cosas. Yo camino por Buenos Aires y me demoro, acaso ya mecánicamente, para mirar el arco de un zaguán y la puerta cancel; de Borges tengo noticias por el correo y veo su nombre en una terna de profesores o en un diccionario biográfico. Me gustan los relojes de arena, los mapas, la tipografía del siglo XVII, las etimologías, el sabor del café y la prosa de Stevenson; el otro comparte esas preferencias, pero de un modo vanidoso que las convierte en atributos de un actor.



Sería exagerado afirmar que nuestra relación es hostil; yo vivo, yo me dejo vivir para que Borges pueda tramar su literatura y esa literatura me justifica. Nada me cuesta confesar que ha logrado ciertas páginas válidas, pero esas páginas no me pueden salvar, quizá porque lo bueno ya no es de nadie, ni siquiera del otro, sino del lenguaje o la tradición.

Por lo demás, yo estoy destinado a perderme, definitivamente, y sólo algún instante de mí podrá sobrevivir en el otro. Poco a poco voy cediéndole todo, aunque me consta su perversa costumbre de falsear y magnificar. Spinoza entendió que todas las cosas quieren perseverar en su ser; la piedra eternamente quiere ser piedra y el tigre un tigre. Yo he de quedar en Borges, no en mí (si es que alguien soy), pero me reconozco menos en sus libros que en muchos otros o que en el laborioso rasgueo de una guitarra. Hace años yo traté de librarme de él y pasé de las mitologías del arrabal a los juegos con el tiempo y con lo infinito, pero esos juegos son de Borges ahora y tendré que idear otras cosas. Así mi vida es una fuga y todo lo pierdo y todo es del olvido, o del otro.

No sé cuál de los dos escribe esta página.



Segunda Parte. Los fantasmas de la Gran Guerra

Las convulsiones de los tiempos y la violencia de la guerra activan desde siempre nuestros resortes más atávicos. En una época con bastantes similitudes a esta que vivimos, finales del s. XIX y primer tercio del siglo XX, ocurrieron hechos extraordinarios y traumáticos que, para bien y para mal, cambiaron el mundo para siempre.

Fueron tiempos de zozobra económica, de guerras terribles, de catastróficas pandemias, de derrumbe de antiguos valores e irrupción de otros nuevos y revolucionarios, de hundimientos económicos (algunos nunca vistos como la hiperinflación alemana de los primeros años 20 y el crack del 29 en Estados Unidos, que terminó afectando a muchos países más), de grandes cambios políticos y geoestratégicos, en fin, díganme a qué les suena.


Sin embargo -o precisamente por ello- fue una época de creatividad desbordante, cuna de expresionistas vanguardias y movimientos artísticos de todo pelo. Y también fue una época de auge de las creencias espiritistas pues cuando más cerca están de sus apocalipsis íntimos las personas más se refugian en la religión y en lo sobrenatural para dar cobijo a sus temores y significado a la destrucción circundante y la desaparición de sus seres queridos.


A pesar de que el auge del movimiento espiritista había sido en el siglo XIX con el Romanticismo, la época victoriana y la gran mortalidad de la Guerra Civil norteamericana (el propio presidente Abraham Lincoln era practicante de estas sesiones), fue el matadero a escala industrial en que se convirtieron los campos de batalla belgas y franceses en la Gran Guerra, en los que toda una generación de europeos fue diezmada, el que dio decenas de miles de adeptos a los campos del ocultismo y la parapsicología en los familiares de los muertos en el frente que intentaban contactar con ellos en el más allá.


Hemos de añadir que por la propia naturaleza de la guerra de trincheras muchos cuerpos nunca fueron encontrados lo que impedía una completa gestión de la pérdida por parte de sus seres queridos, acrecentando su aflicción y su necesidad de buscar cualquier medio que les volviera a conectar con los desaparecidos.

Esto alimentó a toda una legión de farsantes que intentaban, como siempre ocurre, aprovecharse del sufrimiento ajeno. Pero vamos, pongan la tele a partir de las dos de la noche y verán cómo se reproducirse el mismo fenómeno por parte de esos impresentables videntes y brujos televisivos que en directo engañan sin pudor ni castigo a tantos incautos e infelices.


El brutal estrés que soportaban las tropas en la demencial guerra de trincheras reportó varios episodios de histeria colectiva, como el que ocurrió durante la batalla de Mons.
El periodista británico Arthur Machen escribió un artículo contando cómo durante la terrible lucha aparecieron en los cielos los espectros de los arqueros que en 1415 habían masacrado la caballería francesa durante la mítica batalla de Agincourt, lo que habría redoblado la moral en las filas británicas ayudándoles a vencer en la batalla.

Sin embargo, aunque posteriormente reconociera que era una historia inventada, se tejió entre los combatientes de ambos bandos una leyenda respecto de este supuesto hecho sobrenatural y empezaron a surgir numerosos testigos, entre ellos muchos oficiales, que informaron de haber sido ayudados por seres espectrales en circunstancias penosas de esa y otras batallas.

También grandes escritores mundiales como Rudyard Kipling y Arthur Conan Doyle, -ambos perdieron hijos varones durante la guerra- frecuentaron estas prácticas supersticiosas. Especialmente Conan Doyle, el creador de ese personaje epítome de la racionalidad que es Sherlock Holmes, trás la trágica pérdida de su hijo, abandonó casi totalmente su febril producción literaria para entregarse al espiritismo y la parapsicología -parece que llegó a escribir varios libros sobre estos temas-, buscando comunicarse con su añorado hijo perdido. 

Ejemplos de esos centenares de miles de personas que, llevados de la moda reinante por el cuestionamiento de los antiguos valores o de la desesperación por la pérdida de algún ser querido, se entregaron a la causa espiritista había mucha gente culta como el nobel Charles Richet o Erich Ludendorff, uno de los máximos jerarcas militares alemanes -que luego fundó una secta que aún hoy pervive-. 


De la misma forma, como apunta el blog La Gran Guerra 1914-1918 en su entrada Moltke y el espiritismo, el estratega alemán Helmuth von Moltke se vio imbuido en estas prácticas:

"Su mujer, Eliza, lo imbuyó de una profunda veneración por el espiritismo y lo oculto. Organizó, incluso, sesiones espiritistas con el fin de establecer contacto con personajes de histórica relevancia del más allá. Moltke mostró y experimentó un apasionado interés por todo aquello relacionado con el más allá o la existencia después de la muerte terrenal - lo que le llevó a establecer contacto con Rudolph Steiner y la Teosofía. Moltke se autoconstruyó una filosofía en la que el conocimiento intuitivo y el entendimiento de fenómenos ocultos alimentaban las fuerzas que movían los hilos de la historia mundial."






Tercera Parte. Fantasma en la nieve























Y en cuanto a este simpático caballerete, pues qué decir. Que su raza vive salvaje en los bosques boreales noruegos y fue adoptada como mascota nacional en Noruega para impedir su extinción y que tengo la inmensa suerte de que acompaña mi existencia, me considera su mamágato y me ama con todo su ser. Y que se llama Fantom (fantasma, en noruego) y mola mucho.




















Closing

Y para despedir esta entrada, nada mejor que la desmitificadora definición de fantasma de Ambrose Bierce en su genial Diccionario del diablo.

Fantasma, s. Signo exterior e invisible de un temor inferior. Para explicar el comportamiento inusitado de los fantasmas, Heine menciona la ingeniosa teoría según la cual nos temen tanto como nosotros a ellos.

Pero yo diría que no tanto, a juzgar por las tablas de velocidades comparativas que he podido compilar a partir de mi experiencia personal. Para creer en los fantasmas, hay un obstáculo insuperable. El fantasma nunca se presenta desnudo: aparece, ya envuelto en una sábana, ya con las ropas que usaba en vida. Creer en ellos, pues, equivale no sólo a admitir que los muertos se hacen visibles cuando ya no queda nada de ellos, sino que los productos textiles gozan de la misma facultad. Suponiendo que la tuvieran, ¿con qué fin la ejercerían? ¿por qué no se da el caso de que un traje camine solo sin un fantasma adentro? Son preguntas significativas, que calan hondo y se aferran convulsivamente a las raíces mismas de este floreciente credo.

Transparencias (2) 'Macropinna microstoma', transparencias marcianas desde el abismo marino


Flípenlo, porque este pez "ojos de barril" de cabeza transparente (Macropinna microstoma) encontrado a más de 800 metros de profundidad en aguas de California y fotografiado en 2004 no es un montaje. Sus ojos no son los orificios al lado de la nariz ya que estos los usa para su sentido del olfato. Sus ojos son los globos verdes dentro de su cráneo, que pueden rotar a voluntad dentro de la capa transparente y llena de un fluido que cubre la parte superior de su cabeza. Igualmente posee una aleta plana que le permite flotar inerte en el agua.

Investigadores del Acuario Monterey Bay de California, que han estudiado esta especie tan friki afirman "la mayor parte del tiempo, el "Pez ojos de barril" permanece inmóvil en el agua, con su cuerpo en posición horizontal y sus ojos mirando hacia arriba. Una vez que identifica a una presa, el pez vira sus ojos hacia delante y nada hacia arriba para devorar a su presa".

25 de febrero de 2009

Poesía vertical VI - 3

Bea Contel nos envía una de sus delicadezas, un poema del argentino Roberto Juarroz. Y un graffiti maravilloso. Muchas gracias Bea.

Hay mensajes cuyo destino es... (Poesía vertical VI - 3)

Hay mensajes cuyo destino es la pérdida,
palabras anteriores o posteriores a su destinatario,
imágenes que saltan del otro lado de la visión,
signos que apuntan más arriba o más abajo de su blanco,
señales sin código,
mensajes envueltos por otros mensajes,
gestos que chocan contra la pared,
un perfume que retrocede sin volver a encontrar su origen,
una música que se vuelca sobre sí misma
como un caracol definitivamente abandonado.

Pero toda pérdida es el pretexto de un hallazgo.
Los mensajes perdidos
inventan siempre a quien debe encontrarlos.

24 de febrero de 2009

Sam Shepard, de escritura, moteles y desiertos





Sam Shepard, nacido en 1943 y autor de innumerables obras de teatro y varios volúmenes de relatos, de fragmentos autobiográficos, poemas, todo escrito con su inconfundible estilo on the road, de escritura escueta y seca como los desiertos del suroeste de Estados Unidos en cuyas atmósferas se desarrollan sus historias. Asimismo es guionista, músico y actor. Es también colaborador y amigo de los Rolling Stones, Bob Dylan y Patti Smith. Ha sido nominado tres veces al Pulitzer, consiguiéndolo en una ocasión, así como otros numerosos premios y galardones.

En "Vida y tiempos..." les ofrecemos algunos de los fragmentos de su magnífico libro de relatos "Crónicas de motel". Disfrútenlos, paladeen a Shepard, sus carreteras polvorientas, sus paisajes fronterizos y las encrucijadas vitales de sus lacónicos y solitarios personajes.









Crónicas de motel


me encontré con la doble de la Estrella / al abrirse hacia los lados la puerta del ascensor / y yo salía / y ella entraba / a las cuatro de la madrugada / y vi que estaba absolutamente colocada / le pregunté qué había tomado dijo 6 Valium y Vino Blanco / porque hoy era el último día de rodaje / y le pareció que había que celebrarlo / jodiendo con algún tío del equipo / y colocándose porque éste era su pueblo / y ella iba a quedarse / mientras nosotros nos íbamos / y la tortura de no ser más que una doble / dejada atrás en un pueblo / en el que le dolía haber nacido / estaba destrozándola ahora / de verdad / y eso hizo que volviera a avergonzarme / de trabajar como actor en una película / y provocar ilusiones tan estúpidas / de modo que me la llevé a mi habitación / sin planes respecto a su cuerpo / y ella se sintió desesperadamente decepcionada / intentó arrojarse por la ventana / y le dije que no valía la pena / no es más que una película estúpida
no tan estúpida, dijo ella, como la vida
1/11/81 Seattle, Wa

Ya he visto prácticamente / todas las narices arregladas / todos los dientes con funda / y todas las tetas remozadas / que puedo soportar/ Me voy a de regreso / a la mujer natural
23/11/81 Los Angeles, Ca



Estaba prácticamente a mitad de camino entre San Francisco y Los Angeles. Aparcó el camión en la suave orilla de la Highway 5, pasó arrastrándose por debajo de una alambrada y se dirigió al pastizal de Harris. Más allá de los corrales encontró un campo abierto y se sentó en el centro con las piernas cruzadas. El áspero olor a ganado le inundó el pecho. El sol estaba poniéndose justo entonces tras los cerros de Coalinga, y dos anchas fajas de nubes anaranjadas se extendían por encima del Central Valley como un par de inmensas alas de halcón. Quería hablar consigo mismo pero se lo impidió la quietud del espacio. Se quedó escuchándolo. Un ave de rapiña nocturna. Mugido de reses. El bello gemido de un diesel Kenworth.

Imaginó las dos ciudades simultáneamente, como si colgaran de los brazos extendidos de las nubes anaranjadas. Suspendidas. La pequeña San Francisco oscilando al norte: inocente, rica y un poco boba. Al sur, la reptante y demente serpiente de Los Angeles. Con su colmilluda boca abierta de par en par, los ojos encendidos, paralizada en un ataque de pura paranoia. Aquí es donde debía estar, pensó. Justo aquí. En medio. Aplastado sobre la panza de California, en un lugar desde el que podía verlas a las dos desde lejos. Podía vivir en los intestinos de este valle, y dedicarse a espiar el cerebro y los genitales. Un plan inútil. Las cosas empezaban a empujarle en ambas direcciones. Ya estaba en movimiento cuando sólo buscaba la quietud. Una enorme mano tiraba de él desde su espalda. Una mano sin cuerpo. Le empujó hacia arriba, remontándolo a muchas millas de altura por encima de la carretera. No resistió. Ya no tenía miedo de caerse. La mano penetró limpiamente a través de su espalda y se dirigió directamente al corazón. Se lo agarró. Sin apretarlo. Era un contacto de amor puro. Dejó que su cuerpo cayera y lo vio rebotar contra el suelo sin esperanza. Su corazón permaneció en lo alto, encogido en la palma de un gigantesco puño.

Un mundo mejor es posible (8) A mazazos con la carroña

Blog de apoyo a Emilio Gutiérrez.



Una gota de ira en un mar de miedo. Reportaje de El País

"No hay solución: ojo por ojo diente por diente, hijos de puta". Sólo él sabe si fue premeditado o no, pero el caso es que Emilio G. soltó ayer toda la rabia acumulada tras pasar la noche en la calle sin poder ver el estado de su vivienda, dañada por el atentado de ETA del pasado lunes contra la Casa del Pueblo de Lazkao (Guipúzcoa). Los vecinos que pasaron la noche con él esperando a la intemperie no vieron nada que delatara que, tras constatar los destrozos que la bomba había causado en su casa, la emprendería a mazazos con la herriko taberna de la izquierda abertzale en la localidad como venganza.
"Lo siento por mis padres", afirmó, fuera de sí y maldiciendo, tras ser detenido por varios agentes de la Ertzaintza. Horas después fue puesto en libertad con cargos, a la espera de pasar a disposición judicial.

Nadie recuerda en el País Vasco un gesto tan rotundo por parte de una víctima de ETA como respuesta a un atentado. A las 12.30, nada más terminar la concentración de condena celebrada ante el Ayuntamiento, Emilio G. caminó el centenar de metros que separan éste de la herriko Ansoategi Herrikoa con una maza en sus manos y destrozó la vitrina acristalada. Ni siquiera utilizó la puerta: entró por uno de los boquetes que había hecho y siguió ensañándose con el mobiliario. Arremetió contra el mostrador, se cargó una televisión, un dispensador de cerveza, así como botellas, vasos... También tiró al suelo varios carteles de la plataforma D3M, candidatura anulada por el Supremo que la izquierda abertzale insiste en llevar a las urnas.

Hijo de un ex concejal socialista en esta localidad, Emilio G. vivió de cerca el acoso con el que la banda terrorista y su entorno suele castigar a los que piensan distinto. Su piso era uno de los que estaba justo encima de la Casa del Pueblo. Era de su propiedad y acababa de reformarlo. "Estuvo toda la noche esperando a ver si podía ver su piso. A las cinco se fue a casa de su novia en Rentería", explica una vecina.
Después de pasar una noche horrenda, Emilio G. acudió por la mañana a su piso para ver el desolador panorama, con muebles destrozados, cristales rotos por los suelos y grietas en las paredes. Estaba bajo tratamiento psicológico, según su entorno. Sin embargo, los que lo conocen se sorprendieron al enterarse de que era él el autor de los destrozos. En la localidad todos tienen la imagen de él paseando tranquilamente a su perro. Le recuerdan como alguien cordial. "Es un tipo muy inteligente, muy asentado", explicó por teléfono uno de sus compañeros de trabajo en la constructora de ferrocarriles CAF.

El PSE-EE, por su parte, recalcó que el agresor no tenía ninguna vinculación con el partido. El alcalde de la localidad, el peneuvista Patxi Albisu, explicó que comprende la situación por la que está pasando Emilio G., pero rechazó "los medios que ha utilizado" y pidió a todos los habitantes de la localidad que den la espalda a la violencia, informa Efe. Pero anoche mismo, en las paredes de Lazkao aparecieron pasquines con el nombre y apellidos del joven, seguidos de la leyenda "agresor fascista".


Las personas afectadas por la amenaza de ETA vieron casi un gesto de justicia poética en la agresión perpetrada por Emilio G. El Colectivo de Víctimas del Terrorismo del País Vasco pidió que se le aplique un "atenuante" a la hora de juzgarle. Su portavoz, Cristina Cuesta, afirmó a Servimedia que cree que esta reacción al terrorismo de ETA es algo "sintomático". "Es un milagro, que esperemos que se mantenga la contención y la prudencia que han tenido las víctimas y los afectados para no responder nunca de manera parecida a lo que han sufrido", añadió.


Aunque insistió en que "no es el método" de actuar frente a la violencia, el filósofo Fernando Savater, amenazado por la banda terrorista, apuntó en el mismo sentido: "Esto revela que hay gente que simplemente no dice 'me han roto la casa, qué le vamos a hacer', sino que demuestra su hartazgo. Esto revela una situación", informa Vasco Press.

El paréntesis en la campaña que supuso la concentración en Lazkao reunió a más de un centenar de personas entre vecinos y dirigentes de los partidos democráticos. Los concentrados retomaron una vez más el ritual de condena, con diez minutos de silencio seguidos de un fuerte aplauso.

16 de febrero de 2009

Raúl, corazón tan blanco

"Raúl es una referencia para todos los jugadores de fútbol. Una referencia en el mundo, donde desde cualquier rincón se asocia su imagen a la del Real Madrid"

Cesc Fábregas

"Raúl es un icono del fútbol español y mundial. Ha ganado todo con el Madrid y siempre ha sido un punto de referencia para todos los jóvenes delanteros. Pertenece a una raza de campeones extraordinarios que se han confirmado y han ganado tanto con la camiseta de un solo equipo. Además de ser un gran campeón sobre el terreno de juego, y el número de goles realizados son una confirma más que evidente, es un ejemplo para todos los jóvenes que desean realizar la carrera de futbolista"

Paolo Maldini
Por su don de la oportunidad que le hace aparecer siempre en el sitio adecuado en el momento correcto y casi siempre cuando más se le critica, por un carácter indomable y ganador que exprime al 120% sus cualidades futbolísticas, por callarnos la boca con goles a los que dudamos -y seguimos dudando- de que deba jugar todos los partidos por decreto, por reinventarse todas las temporadas para sobrevivir a todos los fichajes que le han hecho la competencia, por comprender con lucidez qué significa ser jugador y capitán del Madrid, por ser el mayor goleador de su historia, por su espíritu irreductible, por ser uno de los mejores futbolistas españoles de la Historia, por ser un mito viviente del Real Madrid y llevar su escudo bien cosidito al pericardio. Raúl, un jugador irrepetible.

11 de febrero de 2009

Marais, esplendor de piedra y bohemia


En París, en la margen derecha del Sena, triangulado por el Hotel de Ville, la plaza de la República y la plaza de la Bastilla se ubica el barrio de Marais. Marais (pantano, en francés) se localiza en el lugar donde hace siglos se hallaba un gran marisma, un pantanal.
















Hoy, aquellas marismas pantanosas se han convertido en un lugar pleno de diversidad cultural y de magnífica arquitectura, donde podemos disfrutar del pequeño y precioso Museo Picasso, del esplendor vanguardista del centro Pompidou y la magnífica plaza que lo abraza, del espectacular Hôtel de Ville (Ayuntamiento) parisino, de iglesias góticas y sinagogas que surgen cada pocas calles... pero el auténtico deleite de Marais son sus calles estrechas y adoquinadas, las placitas que se abren a tu paso -cuidadas con primor y buen gusto-, el laissez faire vital de sus heterodoxos residentes llegados de todas partes, sus calles iluminadas de naranja y piedra antigua, sus jardines, sus pequeños y estilosos restaurantes y cafés, las majestuosas mansiones de piedra con mansardas de pizarra donde vive gente, los coquetos puestos de frutas, las galerías de arte, los bares de copas gays, las tiendas de ropa, de productos kosher, de conservas de pescado, de máquinas de coser antiguas, de cualquier cosa, pero todo con un inconfundible estilo Marais.

En Marais, en definitiva, se mezclan perfectamente la modernidad bien entendida con un soberbio entorno clásico, en un lugar
lleno de vida y de rincones elegantes y maravillosos. Y de eso tan evocador que es la mujer francesa.

Este espacio de 125 hectáreas en pleno Paris conoció el lujo en el siglo XVII, el deterioro y la decadencia en el XIX y un nuevo auge y rehabilitación a finales del XX al ser ocupado por parte de la burguesía bohemia y/o la comunidad gay, de artesanos, artistas y profesionales liberales, de inmigrantes, de gente de todas partes y culturas, y todos ellos lo volvieron a dejar entre los más prósperos, tolerantes y chic de Paris. Que no lujosos, como pueda ser Saint Germain. En fin, lo que a Madrid sería Malasaña o Chueca. Y nunca serán.

Pero uno de mis lugares preferidos de este precioso barrio y por extensión de Paris es la maravillosa Place des Vosges, situada un poco escondida, pero en el corazón mismo de Marais.

Esta plaza es la más antigua de Paris y fue mandada construir por orden de Enrique IV, aquel príncipe hugonote francés que, al ser obligado a convertirse al catolicismo para poder ser rey, musitó aquello de "París bien vale una misa" en las guerras de religión que sacudieron el país galo en las últimas décadas del siglo XVI.
El rey Enrique la concibió como un espacio público rodeado de comercios y viviendas y así fue, aunque las casas que dan a esta plaza son de las más caras de todo Paris, fuera del alcance de los mortales.















Cuatro fuentes, jardines cuidados con primor, plena de simetrías perfectas, de soportales porticados donde asoman pequeños restaurantes y galerías de arte, donde tuvo su residencia el cardenal Richelieu y donde vivió y murió Victor Hugo, en la que ahora es su casa-museo. Sin pedigree casi.
En ese barrio y en esa plaza se respiran tolerancia y diversidad, se respira Historia, se respira cultura, se respira elegancia y se respira pasión y buen gusto. Me encanta vivir en Malasaña, tiene muchas cosas estupendas, pero veo los contenedores llenos de escombros, los muchos locales vacíos, las coreografías del horror impresas en el pavimento por los zapatos de quien han tenido un momento hepisadounamierdadeperro, los cutre-graffiti en las puertas de las casas, las botellas rotas, las basuras y los papeles tirados a dos metros de una papelera, las vomitonas y las meadas en las esquinas y entonces si paso por la infame plaza de la Luna -o como se llame ahora- ya se me cae el alma a los pies.

10 de febrero de 2009

Alexandre, homenaje a un grande



Manuel Alexandre.

Simplemente uno de los más grandes actores españoles de siempre. Y un gran tipo.

Paradojas, sarcasmos e ironías de vida (4) Allende y Pinochet

¿Dónde estará el pobre Augusto? preguntaba angustiado el presidente de Chile, Salvador Allende en las primeras horas del 11 de septiembre de 1973 al enterarse del golpe de estado que el Ejército estaba ejecutando.Meses antes, en agosto de 1973 Salvador Allende había nombrado comandante en jefe de las fuerzas armadas a un Augusto Pinochet al que se le tenía como un hombre no muy brillante pero sí fiel y al que no se le conocían veleidades políticas.

Pero volviendo a aquel 11 de septiembre, también Pinochet se acordaba de Allende en esas horas de plomo y traiciones. En una de las grabaciones que se conservan de esas horas terribles, al ser preguntado por un subordinado sobre qué debían hacer si capturaban vivo al presidente, Pinochet contestó que lo metieran en un avión que supuestamente lo pondría a salvo, "pero del avión se cae, viejito, cuando vaya volando. Muerto el perro se acabó la rabia".

El resto es historia. Con los Hawker Hunter de la Fuerza Aérea bombardeando la Casa de la Moneda donde se refugiaba, Allende murió, no se sabe si ejecutado o pegándose un tiro en la cabeza con un AK-47 que le regaló Fidel Castro. 
Y en Chile comenzaban 17 años de siniestra y criminal dictadura. Otra vez el destino ensayando una de sus muecas más crueles.

8 de febrero de 2009

Vocabulario Fundamental. Tigre (1) Los tigres que fueron y los que serán




Publicado en el blog Vocabulario Fundamental del Juez Roy Bean

Wagensberg y los paisajes irreconciliables

David Alhambra nos manda esta cosita de Jorge Wagensberg, de su libro El gozo intelectual. No conocía yo a este señor. Está muy bien, va sobre los momentos de lucidez en que nuestra mente relaciona y comprende.

En el año 1983 viajé a Polonia para visitar la aldea donde nació mi padre. Simple curiosidad. En pocas ocasiones se había referido a su infancia, pero fueron las suficientes para que yo imaginara una aldea muy concreta: el puente desde donde mi padre adolescente y sus amigos se lanzaban al río, casas de madera, el molino del padre de la abuela, la oficina de correos próxima a la iglesia, los caminos enfangados que recorría mi abuelo para vender tejidos en contradicción con un paisaje polvoriento de escasa vegetación ... Mi sorpresa fue mayúscula.

Todo era fiel a las palabras que había escuchado, pero nada era como yo lo había dibujado en mi imaginación. Ni siquiera era una aldea sino una ciudad y la verdad es que nadie dijo nunca que fuese una aldea. Algo parecido me ocurrió una vez empezando a leer una novela sin percatarme de que ya la había leído. Caí en la cuenta más allá de la página cuarenta, cuando ya era tarde para evitar un conflicto entre dos paisajes irreconciliables. Caer en la cuenta de que dos cosas en principio distintas son, finalmente, una misma cosa, es el fundamento del comprender y de un raro gozo intelectual.

7 de febrero de 2009

Museo del Juez Roy Bean (3) Vocabulario Fundamental. Iglesia (3) Troppo vero




Publicado en el blog Vocabulario Fundamental del Juez Roy Bean

El principito y el zorro

Bea Contel nos manda un fragmento del inmortal libro de Saint Exupery, Le petit prince, la historia del zorro y la domesticación. Muchas gracias Bea.

"-Ven a jugar conmigo-le propuso el principito-. Estoy tan triste...

-No puedo jugar contigo-dijo el zorro-. No estoy domesticado.

-¡Ah! Perdón-dijo el principito.

Pero después de pensarlo, añadió:

-¿Qué significa domesticar"?

-Tú no eres de aquí-dijo el zorro-¿qué buscas?

-Busco a los hombres- dijo el principito-.¿Qué significa "domesticar"?

-Los hombres-dijo el zorro- tienen escopetas y cazan. ¡Es muy fastidioso! También crían gallinas. Es lo único interesante. ¿Buscas gallinas?

-No-dijo el principito-. Busco amigos. ¿Qué significa "domesticar"?

-Es algo demasiado olvidado-dijo el zorro-, significa "crear lazos..."

-¿Crear lazos?

-Claro-dijo el zorro-. Para mí, tú no eres todavía más que un niño parecido a cien mil niños. Y no te necesito. Y tú tampoco me necesitas. Para tí no soy más que un zorro parecido a cien mil zorros. Pero si me domesticas, nos necesitaremos el uno al otro. Serás para mí único en el mundo. Seré único para tí en el mundo...

-Empiezo a comprender-dijo el principito-. Hay una flor...Creo que me ha domesticado..."

2 de febrero de 2009

Vocabulario Fundamental. Invierno (3) El General Invierno, defensor eterno de Rusia


El terrible invierno ruso ha recibido varias veces en la Historia el célebre sobrenombre de "El General Invierno" al haber ayudado de forma importante con su legendario rigor a que fracasaran al menos tres intentos de invasión de Rusia por tropas extranjeras. Las repasamos porque son tres momentos decisivos en la historia de Europa y la humanidad.


1ª Parte - Invierno de 1708-1709: Carlos XII de Suecia contra Pedro I el Grande

A principios del siglo XVIII, el rey Carlos XII de Suecia quien con un moderno ejército dominaba la lucha por el dominio del Báltico, quiso vencer definitivamente a uno de sus mayores enemigos, el zar Pedro I el Grande (personaje clave en la historia de Rusia y sobre el que volveremos en algún especial) en uno de los más decisivos episodios de la Gran Guerra del Norte y planeó invadir Rusia y llegar hasta Moscú.

No obstante, en aquel invierno de 1708-1709 fue cuando los rusos aplicaron, por primera vez en la Historia contra un ejército regular, la táctica de retirarse dejando tras de sí sólo tierra quemada y el terrible invierno ruso para hacer de la inmensa estepa un terreno aún más hostil a las tropas enemigas.

De esta forma, con los suecos buscando refugio y víveres en el desolado Norte de Ucrania, los rusos evitaron el confrontamiento directo con ellos, recurriendo a escaramuzas y pequeños ataques relámpago que desgastaban al ejército sueco hasta dejarlo exhausto, para vencerlo definitivamente ante la ciudad de Poltava, en junio de 1709.



2ª Parte - Invierno de 1812: Napoleón y la Grande Armée

Tras rechazar a los rusos en Polonia en junio de 1812, Napoleón y la Grande Armée, unos 700.000 hombres entre franceses y aliados que formaban el ejército más grande conocido hasta la fecha, atravesaban el río Niemen dispuestos a llegar a Moscú y forzar al zar Alejandro I a negociar una rendición.

Sin embargo fueron los primeros éxitos iniciales de los franceses y su empuje, que obligaron al ejército ruso a retroceder lo que paradójicamente les acabaría beneficiando, pues las líneas francesas de aprovisionamiento se alargaron alarmantemente lo que fue aprovechado por el general ruso Kutuzov para eludir la batalla en campo abierto y hostigar a los franceses con pequeñas escaramuzas y ataques sorpresa que fueran desgastando al enorme ejército invasor.

No obstante Napoleón acabaría teniendo la batalla campal que buscaba el 7 de septiembre cuando atacó a los rusos fortificados en Borodino. Aunque la batalla supuso una auténtica masacre ya que hubo unos 70.000 muertos entre ambos ejércitos (se calcula que cayeron unos 8500 hombres cada hora de la batalla, triste récord mortífero hasta la batalla del Somme, en 1916) y los franceses pudieron avanzar hacia Moscú, el general corso no consiguió destruir el ejército ruso, que se retiró y pudo reagruparse.


Así, los franceses entraron el 14 de septiembre en un Moscú abandonado por sus habitantes y saqueado por el propio ejército ruso, que además prendió fuego a la ciudad privando los franceses (que también sufrieron una terrible plaga de pulgas) del refugio que necesitaban para aguantar el terrible invierno ruso. Esto obligó a salir de Moscú a Napoleón el 19 de octubre y posteriormente forzó su retirada hacia el Oeste en penosas condiciones por la ruta de Smolensk, que estaba rodeada de ejércitos rusos.

Y fue entonces cuando nuevamente el General Invierno, con temperaturas de hasta -30º por las noches, cayó mortalmente sobre las menguantes tropas de Napoleón, congelando a miles de soldados, lo que sumado a las enfermedades, los lobos que veían a los soldados aislados una presa fácil y a los soldados de Kutuzov, que hostigaban continuamente la retaguardia, los flancos y las líneas de abastecimiento del desorganizado ejército francés, desmoralizándoles, aislándoles, privándoles de sus escasísimos suministros, matando a sus monturas que servían como comida para la tropa famélica, haciendo que abandonaran la artillería, aumentando las deserciones, convirtiendo su retirada en una enloquecida carrera de supervivencia.

"Las carreteras eran como el cristal. Los caballos se resbalaban y no podían levantarse. Nuestros soldados no tenían fuerza en los brazos y se quedaban dormidos abrazados a sus mosquetes... al despertar, los cañones de las armas se quedaban pegados a sus caras y, literalmente, les arrancaban la piel a tiras... Te aseguro que ni viendo estos horrores puede uno creerlos..."

Todos estos factores terminaron por dividir las columnas francesas que intentaban refugiarse en los bosques para escapar a los terribles cosacos del comandante Platov que cercenaban al galope las cabezas de los rezagados o de los soldados que se rendían o los despellejaban vivos...

Consiguieron que se desangrara la invencible Grande Armée de Napoleón.

De esta forma cuando los franceses llegan al semicongelado río Bereziná y ven cómo han sido destruidos sus puentes, los zapadores logran construir en tiempo record dos puentes de pontones por los que el 26 de noviembre logran escapar Napoleón y una parte del ejército, mientras que el pánico y el caos más absolutos invade a los que aún no han cruzado, que literalmente se pisotean hasta la muerte, o ahogándose en el río al intentar cruzarlo a nado, buscando enloquecidos escapar a una muerte terrible.

Fue el 29 de noviembre cuando Napoleón ordenó a los zapadores destruir los puentes para que no los cruzaran los rusos en su persecución, cosa que hicieron con lágrimas en los ojos al comprobar cómo las tropas que quedaban en la otra orilla eran alcanzadas y aniquiladas por los ejércitos de Kutuzov. Aún hoy en Francia la palabra bereziná es sinónimo de catástrofe.

Lo que queda en esos momentos de la Grande Armée son apenas 30.000 hombres en precarias condiciones de combate, para los que aún han de continuar las penalidades. De esta forma, cuando entre el 7 y el 9 de diciembre los restos del ejército francés llegan a Vilna, miles de hombres revientan de puro agotamiento en los portales de las casas e incluso asaltan el colegio médico de la ciudad para comer los órganos conservados en alcohol. Y aún así seguirán siendo perseguidos por los crueles e infatigables cosacos de Platov hasta que logren volver a cruzar el Niemen y lleguen a Prusia. Al final, sólo unos 10.000 soldados franceses y aliados consiguen volver del infierno blanco de Rusia.

Fue así como el sueño de Napoleón en Rusia quedó esparcido en sus infinitas llanuras nevadas, otra vez el implacable invierno ruso cobrándose su terrible cuota de sufrimiento humano.

(Para más información sobre la campaña rusa de Napoleón, recomendamos la página de Remilitari sobre el tema, así como los libros "Nevaba" de Patrick Rambaud y "La trágica marcha de Napoleón sobre Moscú", de Adam Zamoyski)


3º Parte - Invierno de 1942-1943: Stalingrado, los niños y el cocodrilo


Una fuente con unas niños bailando alrededor de un cocodrilo. Esta fuente, regalo de un país africano y que sobrevivió a los terribles hechos que ocurrieron en esta ciudad en el invierno de 1942-1943 parece ofrecer una perfecta metáfora de lo que fue el padecimiento supremo de esa ciudad, de sus habitantes y de los soldados que la defendieron ante el ataque de Hitler.

Hitler quería controlar el Cáucaso y sus pozos petrolíferos por lo que consideraba vital expulsar a los rusos más allá del Volga y la llave de estos proyectos era conquistar la ciudad de Stalingrado que además era un importante nudo ferroviario que comunicaba Moscú con el Cáucaso y el Mar Negro. Sin embargo carecía de las tropas necesarias para mantener un frente desde el Mar Báltico al Mar Negro y además emprender una ofensiva de tanto calibre, por lo que Stalingrado supuso uno de sus mayores errores estratégicos. 

En esta ciudad no sólo dejó que aniquilaran uno de sus mejores ejércitos, el Sexto Ejército del sobrevalorado Mariscal Von Paulus y una parte del 4º Ejército Blindado de Hermann Hoth, sino que provocó que la inercia de la guerra cambiara a favor de la Unión Soviética.

Así pues entre junio de 1942 y febrero de 1943, con bajas de aproximadamente un millón y medio de personas entre ambos bandos (soldados y civiles) se disputa la batalla más sangrienta de la historia de la humanidad así como una de las más decisivas, en la que los alemanes alcanzan el límite de su expansión en el sur de Rusia y donde la poderosa Wehrmacht comienza a escribir su fin.

Stalingrado se extendía 50 km a lo largo de la orilla del Volga con una anchura dentro de la orilla oeste de unos 10 km y hacia ella se abalanzó el general Von Paulus y su ejército de unos 200.000 hombres. A esta fuerza, el comandante soviético Vassili Chuikov sólo podía oponer en un primer momento los 40.000 hombres que componían su 64º ejército. 

Pero pronto llegarían refuerzos a través del Volga.El 28 de julio Stalin da la orden "Ni un paso atrás" que obligaba a los civiles (aproximadamente medio millón) a permanecer en la ciudad para espolear a sus tropas y dar ejemplo al resto del país y a los infelices soldados rusos a ser muchas veces sacrificados contra las ametralladoras sin armas o en circunstancias penosas si no querían ser disparados sin compasión por la espalda por las tropas de los despiadados comisarios políticos rusos.

Estas tácticas terribles sin embargo comienzan a surtir efecto y ayudados por el incesante flujo de refuerzos rusos que llegan en transbordadores desde la otra orilla del Volga, los rusos enredan a los alemanes en feroces combates cuerpo a cuerpo, casa por casa, les tienden sangrientas emboscadas entre los escombros, los desmoralizan con la eficacia de sus francotiradores (entre los que sobresale Vasilly Zaitsev, al que interpreta Jude Law en la excelente 'Enemigo a las puertas'), que acaban con centenares de soldados pero especialmente oficiales, lo que va descabezando las cadenas de mando de sus unidades de ataque, desgastándoles con un tipo de combate en el que no pueden utilizar ni su superioridad táctica ni el apoyo efectivo de sus panzers ni el de su aviación.
"la ciudad se cubrió de una atmósfera repulsiva y pútrida. La razón era obvia: los cadáveres de ambos bandos se descomponían bajo los escombros. La pestilencia y las enfermedades pronto se hicieron sentir."
Los altavoces rusos crispan los nervios de los alemanes y su ánimo emitiendo a todo volumen y sin cesar el sonido de un tictac de reloj y una voz clamando 'cada siete segundos muere un soldado alemán en Stalingrado'.

De esta forma, aunque los alemanes, ayudados por el 4º Ejército Panzer refuerzan su ofensiva y el 11 de noviembre tienen bajo su poder casi el 90% de la ciudad (algunas unidades incluso logran llegar al Volga), Stalin y el alto mando soviético empiezan a acumular divisiones de refresco que les ayuden a pasar al contraataque, atacando y arrollando los descuidados flancos del 6º Ejército, débilmente protegidos por tropas de los aliados rumanos y húngaros.

Así, el 19 de noviembre de 1942 y trás un terrible cañoneo artillero, 200 divisiones soviéticas atacan por el Norte y por el Sur de la ciudad para caer sobre la retaguardia germana, cortar sus líneas de suministro y posteriormente, cerrando las pinzas de la trampa, devolverles la táctica del kessel o "caldero", embolsamientos masivos de tropas que tan buenos resultados había dado a los generales alemanes al principio de la guerra.

Aunque la trampa tardaría aún en cerrarse, Hitler prohibió al general Von Paulus cualquier retirada de la ciudad sellando así su destino y el de su ejército. Las condiciones climáticas empeoraron y el General Invierno cayó con todo su poder sobre un ejército alemán poco preparado para resistirle. Las temperaturas cayeron hasta los -18 grados, lo que sumado a las enfermedades y la falta de alimentos (en diciembre comenzaron las muertes por inanición), deterioraron rápidamente a un ejército alemán que además veía cómo la aviación rusa iba borrando de los cielos a la Luftwaffe de Hermann Goering.

Éste había prometido personalmente a Hitler 500 toneladas de abastecimientos diarios al kessel pero que apenas llegó durante tres días a las 130 toneladas, desplomándose más tarde más abajo de esa cantidad. Asimismo, una contraofensiva de rescate del general Von Manstein que pretendía romper el cerco fue frenada rápidamente por los rusos.

El 25 de diciembre mueren más de 1200 soldados de hambre y frío, mientras los soviéticos hacen fiestas en la otra orilla del Volga que mortifican a los famélicos alemanes. El 8 de enero cae el aeródromo de Pitomnik, el último controlado por los alemanes, cortando completamente sus comunicaciones.

El 30 de enero Hitler, a quien la suerte de los hombres del 6º Ejército y parte del 4º Ejército Panzer embolsados en Stalingrado hacía tiempo que no le importaba mucho, nombra mariscal de campo a Von Paulus, auténtico caramelo envenenado pues en el mismo mensaje en que le notificaba su ascenso le sugería el suicidio ya que según afirmaba líneas más abajo, ningún mariscal de campo alemán ha sido nunca tomado prisionero. Ese humor negro que tenía Adolf.

Entre el 31 de enero y el 2 de febrero, tras terribles sufrimientos, sin comida, sin municiones, los 90.000 soldados alemanes supervivientes se entregan a las tropas soviéticas y comienzan su particular marcha de la muerte hacia Siberia. Los tres mil heridos que se resguardaban en el cuartel general germano son rematados por los rusos.

Termina la batalla.

La derrota de Stalingrado significó la pérdida de iniciativa del ejército alemán en la guerra con la Unión Soviética pues tuvieron casi 800.000 muertos, heridos y prisioneros por 1.500.000 de bajas los rusos. Sin embargo, Stalin contaba con unas casi inagotables reservas de tropas mientras que para los alemanes estas pérdidas de soldados y material de guerra eran irremplazables.

Esta victoria se convirtió en un símbolo para toda la Unión Soviética y sus aliados. Se dieron cuenta de que la antaño invencible Werhmacht de Hitler podía ser derrotada, de que podían bailar alrededor del terrible reptil y vencerlo.


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