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21 de agosto de 2012

Ciclo de cine clásico USA (6) 'Amor a quemarropa', de Tony Scott / In Memoriam, Tony Scott

Ayer nos sorprendimos con el suicidio del cineasta Tony Scott, hermano pequeño del también director Ridley Scott, al saltar por el puente Vincent Thomas de Los Angeles. Se apuntaba como posible causa del suicidio un supuesto cancer cerebral terminal pero su mujer parece que lo ha negado.

Sea cual fuera la razón de por qué decidió terminar con su vida a los 68 años, de Tony Scott nos queda su obra, que casi siempre ha frecuentado el cine de acción con algunos éxitos comerciales como "Top Gun", "Marea roja", "El último boy scout" o "Enemigo público". Pero si por algo le recordará el Juez Roy Bean es por "Amor a quemarropa" (True Romance, 1993), una trepidante historia de amour fou cuyo génesis estuvo en el encuentro entre Tony Scott y un joven aún desconocido llamado Quentin Tarantino y que adjuntamos de la Wikipedia:


"Sintiendo que quizá había sido encasillado como un director de películas de alta tecnología y acción, Scott volvió su atención a producción de mucha menor escala, aunque con obras tan técnicamente pulidas y visualmente logradas como el resto de su trabajo. A través de una entrevista arreglada por un antiguo empelado, Scott fue presentado a un brillante y extremadamente entusiasta empleado de video-club convertido en un pujante director con el nombre de Quentin Tarantino. Tarantino le ofrece muestras de su trabajo para que las lea, entre ellas los guiones de Reservoir Dogs y Amor a quemarropa. Scott le dice a Tarantino que le encantaría realizar ambas. Tarantino, sin embargo, mostró una remarcable tenacidad para un director que no había todavía finalizado una película, y amablemente le respondió a Scott que él no podría tener los derechos de Reservoir Dogs, ya que Tarantino preveía dirigir esta él mismo. Scott pudo, sin embargo, realizar Amor a quemarropa. 

Hecha por 13 millones de dólares en 1993, una fracción de lo que habían costado sus cuatro películas anteriores, 'Amor a quemarropa' era una audaz y exuberante variación de la temática de Bonnie y Clyde. Disponiendo de un reparto de primera fila que incluía a Christian Slater, Dennis Hopper, Christopher Walken, Gary Oldman, Brad Pitt, Tom Sizemore, Chris Penn, Val Kilmer y, en pequeños papeles, James Gandolfini y Samuel L. Jackson, Amor a quemarropa fue la película que ayudó a ganar la percepción sobre Scott de que era un bien pagado "mulo" de Hollywood, a que era un autor de acción muy habilidoso.

Aunque la respuesta a la película fue inicialmente indiferente, como la mayor parte del trabajo de Scott, ésta pronto desarrolló un fuerte culto. Y mientras que la mayoría de la cobertura de la prensa se centró en su guionista estrella, Amor a quemarropa es en cada escena una vuelta de tuerca para Tony Scott como lo es para Quentin Tarantino. El propio Tarantino era un auto-confesado "gran fan de Tony Scott", y estuvo enormemente complacido con el producto final, incluso accedió a grabar una pista de comentarios para la edición especial en DVD de la película."

La película cuenta la historia de Clarence (Christian Slater) un solitario joven que trabaja en un videoclub (evidentemente Tarantino) y que celebra su cumpleaños como de costumbre, viendo películas de kung-fu en un destartalado cine de Detroit. De repente, una curvilínea rubia llamada Alabama (una Patricia Arquette guapísima, tan vulnerable en el amor como resistente cuando ha de defenderlo), entra en la sala derramando sus palomitas sobre él, incidente que servirá para presentarlos y que irá seguido de una desbocada noche de pasión. Ella, en realidad, es una prostituta pagada por el mejor amigo de Clarence como regalo de cumpleaños. Sin embargo ambos jóvenes conectan y pesar de contarle a Clarence su secreto, se enamoran y se casan. Clarence entonces intenta alejarla de la prostitución, pero cuando va a recoger las pertenencias de su mujer y tras cierto intercambio de pareceres con su chulo (Gary Oldman), Clarence recoge sin saberlo una maleta repleta de cocaína que cambiará sus vidas y que intentarán utilizar para poder realizar sus sueños.

Con una magnífica banda sonora, unos diálogos para enmarcar (otra vez Tarantino), escenas trepidantes, mucho humor, unos magníficos actores y unos cuantos cameos tan remarcables como el de Dennis Hopper como padre de Clarence (que ya recordamos en este blog con motivo de su muerte) y su encuentro con un mafioso Christopher Walken, un Gary Oldman de violento y drogota proxeneta, pasando por un Brad Pitt fumetas que salva el pellejo en pleno colocón, James Gandolfini encarnando por primera vez a un matón preguntándose por qué hace lo que hace o esa voz interior con forma y figura de Elvis encarnada por un desconocido Val Kilmer. No se nos ocurre mejor ocasión que esta para revisionarla, así que aquí la tienen, en versión original con subtítulos, como debe ser, "True Romance".

Y esté donde esté, descanse en paz Tony Scott.