"Ser un soldado no es difícil: o te acostumbras o te matan. Lo más duro es conseguir vivir con tus recuerdos y volver a ser tú mismo después de hacer lo que has hecho"
Si ayer presentábamos 'Voice Over' y la retahíla de premios y nominaciones que ha cosechado desde su publicación hoy lo hacemos con "Aquel no era yo", otro de los cortos que compiten con éste en la nominación de los premios Goya, además de haber recibido 45 premios en 38 festivales que están en este enlace.
Si ayer presentábamos 'Voice Over' y la retahíla de premios y nominaciones que ha cosechado desde su publicación hoy lo hacemos con "Aquel no era yo", otro de los cortos que compiten con éste en la nominación de los premios Goya, además de haber recibido 45 premios en 38 festivales que están en este enlace.
El cortometraje 'Aquel no era yo', escrito y dirigido por Esteban Crespo, cuenta la historia de un cruce en una carretera perdida en un país africano indefinido en el que dos cooperantes médicos españoles y unos niños soldado africanos se encuentran, bajo los designios irracionales de las putas guerras.
Kaney es un niño soldado de un país africano. Con él viven muchos otros niños soldado, acatando las órdenes del hombre que se ha convertido en su padre, el General del Ejército Rebelde (Babou Cham). Paula (Alejandra Lorente) es una cooperante española llegada a África siguiendo a su pareja, Juanjo (Gustavo Salmerón) con el objetivo de ayudar y de rescatar a los niños soldado que allí viven. En un puesto fronterizo, Paula y Kaney se encuentran y ése será el punto de partida de esta dramática historia, en un escenario de miedo, violencia, terror y redención. Dos de estos personajes, Paula y Kaney, cuyas vidas en principio no tendrían nada en común, llegarán a unirse irremediablemente tras un disparo. Un disparo que quita una vida pero proporciona otra.
Como dicen sus creadores: "'Aquel no era yo' nació por el deseo de mostrar la dureza de la realidad de los niños y niñas soldado y lo que muy pocas veces vemos, sus secuelas. Y por otro lado, por el deseo de homenajear la labor altruista y llena de ideales de las personas que arriesgan su vida por mejorar la de los demás."
Cómo dice un niño ex-soldado del conflicto de Sierra Leona: “Ser un soldado no es difícil: o te acostumbras o te matan. Lo más duro es conseguir vivir con tus recuerdos y volver a ser tú mismo después de haber hecho las cosas que has hecho”. Un corto claramente Bean-recomendable al que deseamos suerte y el reconocimiento que merece en los Goya.