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31 de octubre de 2019

Vidas Conspicuas (17) 'Unmasking Jihadist John': Anatomía de un terrorista


En esta semana en la que fuerzas especiales estadounidenses han acabado con la vida del fundador del Estado Islámico (a.k.a. ISIS, aka Daesh), el iraquí Abu Bakr al-Baghdadi en la aldea siria de Barisha -dentro de la provincia de Idlib-, publicamos 'Unmasking Jihadi John: Anatomy of a terrorist', un estupendo documental dirigido por Anthony Wnke y producido por HBO que reconstruye la búsqueda global de Mohammed Emwazi, también conocido como 'Jihadi John', quien en 2014 saltó tristemente a la fama en 2014 por ser el torturador privado y verdugo público de algunos rehenes occidentales, entre ellos los periodistas estadounidenses James Foley y Steve Sotlof, quienes sólo serían los primeros en ser cruelmente ejecutados por Emwazi.


Sus escalofriantes discursos frente a las cámaras, justificando sus crímenes con perfecto acento británico, le pusieron en la mira de los servicios de inteligencia de todo el mundo buscando su identificación y posterior rastreo a lo largo del territorio conquistado por el Califato Islámico, hasta acabar con su vida en noviembre de 2015 con un misil lanzado por un dron estadounidense cerca de la ciudad de Al Raqqa, capital por entonces del autodenominado Estado Islámico. 

Este tenso documental nos muestra cómo pudo un tímido joven crecido y educado en Londres radicalizarse hasta adoptar la demente cosmovisión del proyecto yihadista y convertirse en un brutal terrorista en Siria y también la historia de su búsqueda por parte de los servicios de inteligencia occidentales hasta terminar con su eliminación física. Una historia de guerra y propaganda, de marginación y fanatismo, una historia humana al fin y al cabo. 


Desenmascarando A Jihadi John: Anatomía De Un Terrorista

¿Quién fue Mohammed Emwazi? El documental intentará responder esta compleja pregunta que pareciera arrastrar otras no menos intrigantes y quizás un tanto más difíciles de enfrentar y desentrañar. ¿Cómo llegó Mohammed Emwazi a convertirse en uno de los terroristas más buscados del mundo? ¿Cómo el niño que alguna vez fue se alzó como el jefe de los verdugos de ISIS? ¿Cómo el estudiante universitario que vivía en Londres terminó siendo el terrorista que acabó con las vidas de sus rehenes frente a una cámara?

Se dio a conocer en 2014 por una serie de videos donde él era el atroz protagonista. Para ese momento, sin embargo, no tenía nombre, sino que era una figura enmascarada y vestida de negro a la que apenas se le veían los ojos. En el primero de estos videos, subido a YoTube el 19 de agosto de aquel 2014, se mostraba la decapitación de un rehén de ISIS, el periodista norteamericano James Foley. Otro video del 2 de septiembre (menos de un mes después) mostraba un nuevo asesinato, el del también periodista Steve Sotloff. A estos seguirían otros videos igual de espantosos en los que se asesinaban a reporteros y trabajadores de ayuda humanitaria: David Haines, Alan Henning, Abdul-Rahman Kassig y el reportero japonés Kenji Goto.

En cada video, hablándole a la cámara, haciendo exigencias y lanzando diatribas contra occidente, asesinando o siendo parte del escenario de muerte, estaba este hombre, el portavoz y verdugo del Califato Islámico. Debido a que hablaba con un claro y educado acento británico, la prensa comenzó a llamarlo Yihadista John. John por Lennon, pues dentro de la célula terrorista donde se le identificaba había otros tres hombres con acento británico. A él, como se ha dicho, lo llamaron John, y a los cuatro en conjunto, Los Beatles.
El Yihadista John se convirtió en uno de los principales objetivos de las agencias internacionales de seguridad, pero era una presa elusiva. Usaba Internet, dejaba mensajes, era el comunicador del Estado Islámico, y aun así, tan expuesto como estaba, se les iba de las manos. Aquel terrorista era experto en no dejar rastros. Finalmente, arduas investigaciones y una cacería implacable dieron con él en 2015. Una misil lanzado desde un dron acabó con su vida en Raqqa, al norte de Siria.

Luego el mundo sabría que su nombre había sido Mohammed Emwazi, que a los seis años había llegado con sus padres desde Kuwait al noroeste de Londres. Que jugaba futbol en su barrio, que de adolescente fue callado y poco dado al trato social, que le gustaba usar gorras y ropa deportiva de moda, que acosaba a las chicas, que no fue buen estudiante en la escuela pero llegó a la Universidad de Westminster y se graduó en ciencias de la computación con una beca del Reino Unido. Que en 2009 estuvo en Kuwait, pero que en 2013, cuando intentó regresar, fue rechazado por las autoridades. Ese mismo año desapareció de su casa en Londres y no se supo más de él hasta que el gobierno británico les notificó a sus padres que había entrado en Siria de manera subrepticia.

El director Anthony Wonk y el productor y periodista de investigación Richard Kerbaj nos entregan Unmasking Jihadi John: Anatomy of a Terrorist, un detallado recorrido por la vida de Emwazi a través de los testimonios de sus maestros de escuela, rehenes sobrevivientes, familiares de los ejecutados por Emwazi e incluso agentes e investigadores de la agencia de seguridad que nunca habían hecho público los detalles más secretos del caso.

Desenmascarando a Jihadi John: Anatomía De Un Terrorista presenta material nunca visto de Emwazi cuando joven, en la escuela de Londres, y se va adentrando en sus años de adolescencia cuando, cargado por complejos y burlas, fue dejándose llevar por la influencia de ciertas pandillas extremistas. El documental usa también audios de Emwazi y material inédito grabado por el mismo Estado Islámico, junto con recreaciones de algunos momentos de la historia del terrorista y verdugo.

Se trata de un trabajo a fondo que nos hace cuestionarnos sobre el rol de nuestra civilización, sobre lo que estamos haciendo en occidente con los modos de relacionarnos con los otros —los que no son como nosotros—, con la soledad, el mercado, el consumo y las nuevas maneras de comunicarnos o alienarnos. Emwazi, sin pretender justificarlo, es el resultado más radical y espantoso de los males de nuestros tiempos.

Con todo, al final, siempre quedan las mismas preguntas: ¿Quién fue Mohammed Emwazi? Más aún, ¿cómo llegó a convertirse Mohammed Emwazi en un asesino fanatizado que detestaba la civilización occidental?