Porque no hay que olvidar que era hace poco más de tres años, en diciembre de 2011, que el cuasi-invencible Barça de Guardiola ganaba el Mundialito de clubes al Santos de Neymar. En estos tres años el Real Madrid ha hecho una decidida apuesta por futbolistas jóvenes y talentosos, desterrando esa costumbre de años de fichar jugadores de 27 o 28 años y ya consagrados en otros equipos a precios desorbitados pero ya con poco recorrido y entusiasmo. Ahora el dinero se invierte (y también en grandes cantidades..) pero se hace en jugadores que ya han mostrado su calidad pero con lo mejor de su carrera por delante. Ancelotti ha devuelto la calma y la sensatez al club y se han empezado a hacer bien cosas que hacía tiempo no se hacían. A ello hay que añadirse el indisimulado placer que al madridista le causa contemplar cómo su eterno rival culé, tras la marcha de su hacedor Pep Guardiola, ha ido perdiendo la eficacia de su juego, su encanto y su estilo cayendo en los mismos errores que antes cometían los madridistas, haciendo fichajes absurdos y cometiendo grandes torpezas institucionales. En fin, disfrutemos del gran momento del club y el equipo, esperando que este año se le parezca bastante. El renovado Valencia de Nuno y Lim (y Vicente) es el primer reto, muchos otros esperan. Y que viva el fútbol, copón.
21 de diciembre de 2014
El Crackómetro (34) Fin de un año inolvidable, ¿comienzo de otro?
Porque no hay que olvidar que era hace poco más de tres años, en diciembre de 2011, que el cuasi-invencible Barça de Guardiola ganaba el Mundialito de clubes al Santos de Neymar. En estos tres años el Real Madrid ha hecho una decidida apuesta por futbolistas jóvenes y talentosos, desterrando esa costumbre de años de fichar jugadores de 27 o 28 años y ya consagrados en otros equipos a precios desorbitados pero ya con poco recorrido y entusiasmo. Ahora el dinero se invierte (y también en grandes cantidades..) pero se hace en jugadores que ya han mostrado su calidad pero con lo mejor de su carrera por delante. Ancelotti ha devuelto la calma y la sensatez al club y se han empezado a hacer bien cosas que hacía tiempo no se hacían. A ello hay que añadirse el indisimulado placer que al madridista le causa contemplar cómo su eterno rival culé, tras la marcha de su hacedor Pep Guardiola, ha ido perdiendo la eficacia de su juego, su encanto y su estilo cayendo en los mismos errores que antes cometían los madridistas, haciendo fichajes absurdos y cometiendo grandes torpezas institucionales. En fin, disfrutemos del gran momento del club y el equipo, esperando que este año se le parezca bastante. El renovado Valencia de Nuno y Lim (y Vicente) es el primer reto, muchos otros esperan. Y que viva el fútbol, copón.