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7 de marzo de 2017

Vocabulario Fundamental. Lobos (21) "Que cada uno elija su manada. A la mía la están masacrando."

Continúa la miserable persecución al máximo estandarte de la fauna salvaje de nuestro país y a quienes lo defienden. Un animal totémico que debería ser motivo de orgullo para todos sigue siendo perseguido con saña, en misión de búsqueda y destrucción por parte de ganaderos perezosos, cazadores miserables y administraciones que miran a otro lado. Lobos colgados de señales de tráficos, cadáveres de lobos decapitados en parkings públicos, lobos que son subastados para ser disparados por el mejor postor... Es muy doloroso, es insoportable para quienes llevamos su desgarrado y hermoso aullido en el corazón saber que estas cosas siguen sucediendo en esta España, un país que encumbra y protege a los mentirosos y persigue lo que no puede dominar o poner en valor.


Entre ellos, cómo no, Luis Miguel Domínguez que solicita ayuda para nuestra querida asociación Lobo Marley, para cuyos activistas se solicitan 50.000 euros de fianza (está claro que Lobo Marley no es Urdangarín ni la infanta, ni Rato ni Blesa, gran cazador, por cierto) por una denuncia por defender el patrimonio natural de todos destruyendo unas casetas ilegales desde las que ilegalmente se mataba lobos. Los enemigos del lobo no se lo han perdonado. Como dice Ruth Toledano en su blog Zona Crítica:

(...) precisamente por combatir de manera activa las ilegalidades que cometen los de los lobbies anti-lobo, estos los persiguen judicialmente: Lobo Marley respondió a su guerra en el terreno del lobo y ellos se la han declarado en los tribunales. Lo que no se entiende (y menos con la que está cayendo en los juzgados) es que los jueces actúen como si estuvieran en connivencia con esos lobbies: amedrentando a los activistas y asfixiándolos económicamente. La injusticia a la que nos están queriendo acostumbrar los jueces.

Defender a los lobos es un derecho ciudadano. Y no solo desde la palabra o las denuncias, sino también desde la acción directa. Lobo Marley (cuyas denuncias, por cierto, nunca han prosperado en los juzgados) acusa a los lobbies anti-lobo (ya sean las empresas cinegéticas, los sindicatos ganaderos o las instituciones públicas) de manipulación: les quieren hacer pasar por vándalos, cuando el vídeo de la acción en la sierra de Culebra demuestra que no dañan a nadie, que actúan cuando no puede haber enfrentamientos y que solo van a favor de los lobos a los que los pistoleros engañan y matan. Lo que busca Lobo Marley es la protección legal del lobo en todo el territorio español, como está protegido en Portugal.

Lobo Marley necesita ayuda económica para hacer frente a esa injusticia. No tienen recursos ni reciben subvención alguna. Por eso han hecho un llamamiento a “la manada”, que somos todas las personas indignadas con lo que se hace a los lobos, con lo que se hace a quienes los defienden, con lo que se hace a una sociedad que quiere proteger su patrimonio de los pistoleros de chaleco verde caqui y los depredadores de corbata. El propio Domínguez pide esa ayuda en este vídeo y se reconoce emocionado con la respuesta que ya han recibido. Pero aún les falta mucho dinero hasta los 50.000 de la injusticia y, si está en nuestra mano, debemos ayudarles.



Los activistas de Lobo Marley también tienen familia y no tienen intención alguna de fugarse, dado que cometieron su presunto delito con la conciencia de estar ejerciendo el derecho ciudadano a defender el patrimonio natural de todos por lo que parece claro que a quienes defienden ese patrimonio se les castiga y a quienes lo roban se les protege. Así que cualquier ayuda será bienvenida. Por cierto, este sábado 12 de marzo hay convocada una manifestación en la Plaza del Sol de Madrid en defensa de este maravilloso animal, en defensa del lobo vivo y protegido en toda España. Cuantos más vayamos, más se nos oirá en nuestra justa reivindicación. Les esperamos.

Por último damos voz a Carlos de Hita en su zaherida denuncia de las masacres de lobos en Asturias, ese Paraíso Natural domado y bastardo que va sustituyendo su vida silvestre por un ganado onmipresente y descuidado. Porque como termina su texto, "(...) Que cada uno elija su manada. A la mía la están masacrando."

Llanto por un lobo muerto

Carlos de Hita El Mundo - 4 de Marzo 2017

Algo muy negro recorre de un tiempo a esta parte los campos verdes de Asturias. Cazadores furtivos, escondidos en la oscuridad, se han erigido en defensores de no se sabe muy bien qué y exhiben por las carreteras del Principado sus macabros trofeos. Se supone que protegen a los ganaderos de los ataques del lobo, pero en realidad su intención es insultar a los conservacionistas y provocar a las administraciones. Para ello, como hacen siempre los cobardes, atacan a los más débiles. No se sabe quiénes son, ni si están organizados. Pero sí se sabe cómo se ha llegado hasta aquí. Dijeron aquello de Paraíso Natural y debieron creer que en el paraíso no habría problemas. Pero la naturaleza no es un jardín idílico, y lo que se necesitan no son ángeles justicieros sino gestores eficaces y comprometidos.

Nadie duda de que el lobo es un problema para la ganadería. No el mayor, ni mucho menos, pero sí el chivo expiatorio más a mano. Los zarpazos de los lobos al ganado no son nada comparados con los que dan los mercados a las sufridas economías rurales. Y en esa situación, creo que lo inteligente sería utilizar al lobo como símbolo y buscar aliados entre la creciente opinión pública que apunta hacia la conservación de la naturaleza -sí, los denostados urbanitas-, que practica el turismo rural, está dispuesta a pagar un buen precio por los productos naturales y apoya los subsidios en las políticas agrarias. Pero hay quien prefiere aliarse con los sectores más intransigentes, echar leña al fuego y declarar una guerra para expulsar a los lobos del paraíso. El resultado final es la imagen de Asturias manchada por estos canallas.

Que cada uno elija su manada. A la mía la están masacrando.