Periodismo es contarlo todo
Con apenas dos semanas de diferencia la APM (Asociación de la Prensa de Madrid) ha hecho públicos dos comunicados. El primero criticaba el control que el gobierno mantiene sobre RTVE, la fabricación de mentiras y de noticias sesgadas. El segundo denunciaba las amenazas e insultos que responsables de Podemos ejercían sobre una docena de periodistas a través de mensajes y redes sociales. No deja de ser curioso que mientras el primer comunicado fue obviado en TVE, del segundo se hicieron eco tanto el Telediario como Los Desayunos. Difícil encontrar mejor ejemplo de esa manipulación y censura selectiva que los profesionales de Televisión Española y Radio Nacional denunciamos hace unos días masivamente en el Congreso de los Diputados.
Hoy ya es evidente que el principal criterio editorial de TVE depende de un doble rasero; si la noticia afecta a la oposición abrirá los informativos y si perjudica al Gobierno o al partido que lo sustenta con suerte irá en un breve, salvo en los casos más notables, en los que ni siquiera el tipex de la actual dirección puede borrarlos de la agenda informativa.
Esta actitud se ha ido recrudeciendo en los últimos tiempos y ha llegado a niveles casi tóxicos. Desde el Consejo de Informativos hemos documentado en estos cuatro años abundantes y sonrojantes ejemplos de manipulación con los que no voy a aburrirles porque pueden encontrarlos en la web www.consejoinformativostve.es.
Simplemente les recordaré, a modo de corolario, que tan solo el pasado fin de semana los telediarios han semiocultado la multitudinaria manifestación en Murcia contra el presidente autonómico Pedro Antonio Sánchez por casos de corrupción (causa de una posible crisis del pacto entre PP y Ciudadanos) y censurado la gala del carnaval de Tenerife porque según el señor obispo atentaba contra la moral y las buenas costumbres, como en tiempos pretéritos... e imperfectos. No es de extrañar que hace un par de años decidiesen censurar también a dos patriotas como Mortadelo y Filemón por ponerse a investigar la trama Gürtel en el número especial 200 de la inmortal publicación. Tal vez al genial Ibáñez se le ocurra un día de estos investigar el caso de La Invasión de los Ladrones de Cuerpos en TVE.
Quizás en este periodo de deseable cambio que se adivina sea de nuevo conveniente recordar que el presidente de RTVE presume en Las Cortes de ser fiel hincha del PP, que el director de TVE ha amparado la censura de noticias que perjudicaban a la líder del partido del gobierno en Cataluña (a la que había servido como jefe de prensa), o que parte de los cargos directivos, orgánicos y de edición han sido encomendados a antiguos responsables de comunicación del PP o de medios afines.
Si algo hace daño a la imagen de una televisión o de una radio pública es que se la asocie con una extensión más del poder político. Desprenderse de esa etiqueta gubernamental fue una de las grandes conquistas logradas con la llegada de Carmen Cafarell a la entonces dirección general de RTVE en 2004 y de Fran Llorente a la dirección de informativos. Recuperar ese espíritu es tarea de todos los profesionales de esta casa.
Lo mismo se puede decir del ejercicio de este oficio. El tono bufandero que lamentablemente se ha incrustado en el periodismo deportivo en los últimos años se ha extendido también a la información política. Solo se puede dignificar el periodismo desde la distancia y la mirada crítica hacia todos los partidos políticos sin excepción, y esa batalla por la independencia nos atañe principalmente a nosotros.
Por ello uno no puede dejar de solidarizarse con esa docena de compañeros que se han sentido vejados, insultados y amenazados por responsables de comunicación de Podemos, como denuncia la APM. Una actitud intolerable ante la que solo cabe la denuncia pública. No es la primera vez que responsables de Podemos actúan de esta forma, aunque no son los únicos a los que hay que decir "¡Basta!". Ejemplos de presiones más coercitivas salpican a otros partidos, con la diferencia de que esas amenazas suelen ser mucho más efectivas si el partido en cuestión ocupa el gobierno central o autonómico y de él depende por tanto el control de los medios públicos, la concesión de licencias o la contratación de publicidad institucional. No creo que ese sea aún el caso de Podemos pero sí del poder político (y económico) que en los últimos tiempos ha costado el puesto de trabajo a periodistas, directores y subdirectores de medios privados y públicos.
Por ello algunos están diciendo "¡Basta!" también a las presiones y amenazas con las que la dirección de informativos de TVE trata de someter a compañeros de la redacción, a veces en reuniones a puerta cerrada, con el agravante de que en varias ocasiones esas amenazas se han acabado transformando en purgas o traslados forzosos, como ya hemos denunciado. De igual forma aquí agradeceríamos un posicionamiento firme de la APM.
Porque a fin de cuentas periodismo es contarlo todo, en este caso las amenazas de unos… y de otros. También en la televisión pública.
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* Xabier Fortes es vicepresidente del Consejo de Informativos de TVE.