Intentamos impregnarnos con algo de optimismo con En Portada, que nos lleva a Gambia, pequeño país de la costa occidental africana de turbulento pasado y esperanzador presente pues se ha convertido en una referencia democrática en África. Su
transición es un modelo pero no está exento de amenazas. El pasado
enero, en un hecho sin precedentes en la historia reciente de África,
caía el régimen del dictador de Gambia con cierta resistencia pero sin derramamiento de sangre, hecho que dio paso a la democracia. Pilar Requena y su equipo nos explican cómo el pueblo de Gambia lo ha conseguido.
Gambia sonríe de nuevo
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Pero todo empezó a cambiar a partir de las elecciones de diciembre de 2016. Una coalición opositora con Adama Barrow al frente ganó las elecciones presidenciales. Comenzaba el principio del fin para el dictador, Se negó a abandonar el poder hasta que fue obligado a irse al exilio ante la amenaza de una intervención militar de la ECOWAS (Comunidad Económica de Países del África Occidental). El país más pequeño del continente africano y uno de los más pobres del mundo empezó a ser visto como modelo para acabar con regímenes dictatoriales o autocráticos a través de una combinación de diplomacia y amenaza militar.
Estuvimos con varios antiguos presos políticos, algunos como Sainey también acabaron en el exilio. Ellos son los protagonistas principales de nuestra historia y la muestra también de que nadie se libraba, si se oponía al dictador, de acabar en sus mazmorras, la peor la llamada cárcel del infierno Mile 2, a la que el dictador denominaba su hotel de cinco estrellas.
Desde el actual ministro de Asuntos Exteriores, Ousainou Darboe, líder de la oposición a Jammeh, hasta el músico de kora, Pa Bobo Jobarteh, pasando por el imán Baba Muktar Liegh, por la ahora diputada Fatoumata Jawara o por la actual ministra de comercio, Isatou Touray, estas dos últimas detenidas por su defensa de los derechos de la mujer. Todavía no han superado el trauma y a muchos les cuesta hablar de su tiempo en prisión y de las torturas sufridas.
Desde el actual ministro de Asuntos Exteriores, Ousainou Darboe, líder de la oposición a Jammeh, hasta el músico de kora, Pa Bobo Jobarteh, pasando por el imán Baba Muktar Liegh, por la ahora diputada Fatoumata Jawara o por la actual ministra de comercio, Isatou Touray, estas dos últimas detenidas por su defensa de los derechos de la mujer. Todavía no han superado el trauma y a muchos les cuesta hablar de su tiempo en prisión y de las torturas sufridas.
Conocimos también a la familia de Solo Sandeng, un opositor al dictador cuya detención y muerte por torturas, en abril de 2016, fue uno de los factores que desencadenó el cambio. Estuvimos con su hijo Mohammed que se ha prometido a sí mismo seguir con la lucha de su padre por la justicia, la igualdad y la libertad.
Unas semanas antes de nuestro rodaje había comenzado la repatriación voluntaria desde el infierno libio de jóvenes gambianos atrapados en ese país en su intento de llegar ilegalmente a Europa. Omar, Saikou y Buba nos contaron las vejaciones y violaciones de sus derechos sufridos en Libia.
Unas semanas antes de nuestro rodaje había comenzado la repatriación voluntaria desde el infierno libio de jóvenes gambianos atrapados en ese país en su intento de llegar ilegalmente a Europa. Omar, Saikou y Buba nos contaron las vejaciones y violaciones de sus derechos sufridos en Libia.
Kanilai, el pueblo del antiguo dictador, fue quizás el lugar más complicado para rodar. Es la plaza fuerte de los seguidores de Jammeh y hacía poco que se habían producido allí violentos incidentes. La situación era muy tensa. Esta es una de las amenazas a la seguridad con las que tiene que lidiar el nuevo gobierno gambiano. Pero también tiene que hacer frente a la nefasta situación de la sanidad, la educación, la electricidad o el agua potable. El dictador esquilmó los recursos del país.
¡Cómo no!, no podía faltar, en el país de Kunta Kinteh, una visita a Juffureh, el pueblo del esclavo más famoso de la historia y a la isla que lleva su nombre. Y no hay nada como vivir y oler el bullicio de lugares como la playa de Tanji, cuando, con la caída de la tarde, los pescadores regresan de la faena. Son de esas imágenes africanas que nunca desparecen de la retina de uno y que hacen a África tan especial.