Hace unos días saltaba a las redes una noticia pequeña, ocurrida en un lejano lugar de Turquía, una de esas catástrofes íntimas que suceden cada día de forma anónima por todo el mundo. Ali Dede Kedisin, de 83 años, vivía junto a su gatita Sarikiz (chica rubia) y algunas gallinas en un barrio humilde de la ciudad turca de Mudurnu, hasta que lo perdió todo al incendiarse su casa el pasado 24 de enero, cuando trataba de prender una estufa de queroseno para calentar su humilde vivienda y así resistir las gélidas temperaturas que experimenta Turquía este invierno.
La estufa explotó y su casa, toda de madera, ardió completamente, pero lo que sí tenía claro Ali Dede es que tenía que salvar al pequeño ser que acompañaba su soledad, que compartía su frío y su miseria. Por eso no tuvo dudas para volver a entrar en su casa en llamas para rescatarla, aunque no pudo hacer lo mismo con sus gallinas, pues sólo una se salvó. Tras lograrlo, los dos personajes de nuestra historia se retiraron, ateridos por la lluvia y el miedo, conmocionados, llorando por el hogar perdido y el shock sufrido, pero dando gracias de al menos estar vivos. Y juntos.
Afortunadamente esta vez la televisión había llegado a tiempo para retransmitir su dolor junto a su animal y por esas cosas de Internet el video se viralizó, siendo visualizado por miles de personas, que se conmovieron con su tragedia y empatizaron con aquellos dos desdichados seres a los que nunca habrían conocido si no hubiera sido por su desgracia. Su fugaz celebridad ha propiciado que el gobernador de la provincia le haya prometido ayuda para adquirir una nueva vivienda y una ola de solidaridad en las redes está reuniendo dinero en GoFoundMe para que ambos puedan comenzar su vida de nuevo.
Larga vida al señor Ali Dede Kedisin y a Sarikiz. Salva un animal, te salvarás a ti mismo y salvarás al mundo.
La estufa explotó y su casa, toda de madera, ardió completamente, pero lo que sí tenía claro Ali Dede es que tenía que salvar al pequeño ser que acompañaba su soledad, que compartía su frío y su miseria. Por eso no tuvo dudas para volver a entrar en su casa en llamas para rescatarla, aunque no pudo hacer lo mismo con sus gallinas, pues sólo una se salvó. Tras lograrlo, los dos personajes de nuestra historia se retiraron, ateridos por la lluvia y el miedo, conmocionados, llorando por el hogar perdido y el shock sufrido, pero dando gracias de al menos estar vivos. Y juntos.
Afortunadamente esta vez la televisión había llegado a tiempo para retransmitir su dolor junto a su animal y por esas cosas de Internet el video se viralizó, siendo visualizado por miles de personas, que se conmovieron con su tragedia y empatizaron con aquellos dos desdichados seres a los que nunca habrían conocido si no hubiera sido por su desgracia. Su fugaz celebridad ha propiciado que el gobernador de la provincia le haya prometido ayuda para adquirir una nueva vivienda y una ola de solidaridad en las redes está reuniendo dinero en GoFoundMe para que ambos puedan comenzar su vida de nuevo.
Larga vida al señor Ali Dede Kedisin y a Sarikiz. Salva un animal, te salvarás a ti mismo y salvarás al mundo.