Para celebrar, hoy 13 de agosto, el Día Internacional del Lobo importamos un estupendo artículo en Cima Norte, una web de naturaleza y cultura pirenaícas que no conocía y está muy bien y el corto documental 'En tierra de todos' producido por WWF dentro del programa europeo Life y dirigido por Ofelia de Pablo y Javier Zurita para mostrar (de nuevo) cómo es perfectamente compatible la existencia de un depredador como el lobo con la ganadería extensiva.
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Muchos ganaderos (y muchas otras personas) tienen que hacer el cambio de paradigma para pasar de querer un medio natural domesticado y previsible, donde no haya nada más más peligroso que las avispas, a estar como ellos orgullosos de vivir con el legendario cánido ibérico.
'En tierra de todos' nos presenta a Sofía, Juan y Fernando, tres pastores que viven en tierra de lobos, quienes a través de sus vivencias personales nos cuentan cómo cambiaron los prejuicios con los que habían crecido para, años después, acogerlos en su alma.
“Aquí no sobramos nadie”: pastores que quieren convivir con lobos y osos
Guillermo Prudencio on 25 febrero, 2020
“Yo me crié con cuentos parecidos a los de Caperucita Roja, que los contaba mi madre, pero reales”. Sofía González Berdasco narra, a media voz, el recuerdo de su infancia en las montañas asturianas de Somiedo. Ella nació en una de las aldeas de los vaqueiros de alzada, unas gentes del oriente de Asturias dedicadas a la trashumancia del ganado entre los montes bajos del interior y los pastos de la Cordillera Cantábrica. De niña salía a cuidar a las cabras de su familia al monte, sabiendo que el lobo acechaba en la espesura. Esos relatos “te dejan marcas que te ayudan a odiarlo un poquito más, a tenerle miedo”.
Ahora, además de pastora, Sofía tiene una empresa de turismo de naturaleza en Somiedo y del odio ha pasado a la fascinación por este animal totémico. El de Sofía es uno de los tres poderosos testimonios que aparecen en el documental “En Tierra de todos”, una joya audiovisual producida por la ONG WWF como parte del proyecto LIFE Euro Large Carnivores.
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“El problema es el lobo y la solución son los mastines”, cuenta Fernando, un ganadero de 21 años que vive en Sanabria, en Zamora, seguramente el mayor bastión de la especie de toda Europa occidental. Con su ejército de 21 mastines, criados desde cachorros entre sus vacas, no tiene que preocuparse cada noche de cuántos animales le matará el lobo.
Juan, llegado de Extremadura a las montañas leonesas de Riaño, territorio de lobos y osos, pagó cara su inexperiencia con los depredadores, que hicieron estragos entre sus ovejas. Pero ya no más. “Lobos y pastores, ¿no fue posible siempre?”, se pregunta en el documental, obra de los periodistas y documentalistas Ofelia de Pablo y Javier Zurita.
Hay muchos ganaderos que mantienen o han vuelto a adoptar esas prácticas ganaderas desarrolladas durante siglos para defenderse de los depredadores. Nada nuevo, aunque en las zonas dónde están regresando estas especies tras ser exterminadas —el caso del lobo en el sur de Castilla y León o Madrid, o del oso en algunas partes del Pirineo— hay quien no deja de proclamar que la convivencia es imposible.
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Pero los problemas más graves del sector poco o nada tienen que ver con los grandes carnívoros: cobrar un cordero al mismo precio que hace veinte años, la asfixiante carga burocrática, la falta de relevo generacional, el problema de acceso a pastos, los inflexibles y excesivos controles veterinarios… Para Suárez, “el lobo es la guinda del pastel, y sobre todo se utiliza como chivo expiatorio”.
“Si tienes un sector que está en una situación extrema, añadirle una carga más es injusto, así que habrá que ayudar a los ganaderos”, añadió el representante de WWF, en referencia a la apuesta que tiene que hacer la administración por las medidas de coexistencia. Hoy por hoy, la mayoría del dinero se gasta en compensar los ataques provocados por la fauna salvaje —aunque muchas Comunidades Autónomas pagan tarde y mal, para enfado de los ganaderos—, pero para WWF la clave es invertir en prevención, financiando medidas adaptadas a cada territorio y a cada tipo de ganadería que sirvan para proteger a los animales y reducir al mínimo los daños.
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“Si la administración se comportara como se tiene que comportar, el lobo no tendría que ser un problema”, afirma en el documental Fernando, el joven ganadero de Zamora. Para WWF, es clave aprovechar el actual proceso de reforma de la Política Agraria Común (PAC) de la Unión Europea para que se aumente el apoyo a la ganadería extensiva y se incluya financiación para medidas de prevención y coexistencia con los grandes carnívoros. La Comisión Europea ya anunció que estaría dispuesta a financiar al 100% este tipo de medidas, aunque para conseguir esos fondos europeos, las CCAA primero tienen que pedirlos: algo que la mayoría no ha hecho.
Quizá con ese apoyo podrá calar esta nueva visión en el mundo rural, una que pasa de la cultura del odio y del exterminio, a una cultura del respeto y la coexistencia. En palabras de Sofía, la guía yvaqueira de alzada: “Para mí no sobramos nadie aquí. Quiero que estemos todos y que convivamos. (…) Ver a los ganaderos orgullosos de tener a los lobos en estas tierras… Sería alucinante que eso pudiera llegar a pasar. Pero no lo pueden hacer solos”.
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