+La+muerte+de+Salvador+Allende+4.jpg)
Pero volviendo a aquel 11 de septiembre, también Pinochet se acordaba de Allende en esas horas de plomo y traiciones. En una de las grabaciones que se conservan de esas horas terribles, al ser preguntado por un subordinado sobre qué debían hacer si capturaban vivo al presidente, Pinochet contestó que lo metieran en un avión que supuestamente lo pondría a salvo, "pero del avión se cae, viejito, cuando vaya volando. Muerto el perro se acabó la rabia".
El resto es historia. Con los Hawker Hunter de la Fuerza Aérea bombardeando la Casa de la Moneda donde se refugiaba, Allende murió, no se sabe si ejecutado o pegándose un tiro en la cabeza con un AK-47 que le regaló Fidel Castro. Y en Chile comenzaban 17 años de siniestra y criminal dictadura. Otra vez el destino ensayando una de sus muecas más crueles.