De cómo el uso de la bicicleta se va generalizando en Nueva York y otras grandes urbes (excepción hecha de Madrid, claro) como moderno y limpio medio de transporte. De cómo hace 300 años una batalla iniciaba el dominio ruso sobre Ucrania marcando la división, que aún perdura, entre quienes en ese país preferirían seguir mirando hacia el poder del oso ruso y quienes (la mayoría) eligieron primero en 1991 la independencia de la URSS y luego incorporarse al resto de Europa. De la magnífica reseña de un libro sobre los últimos coletazos del Imperio Británico en África a finales del siglo XIX, pasando por los usos y costumbres -y algunos de los sinsabores- del Ramadán musulmán hasta el desastre que puede suponer -que ya está suponiendo- el agotamiento de los acuíferos subterráneos en la India por una agricultura masiva e irresponsable.
La eclosión de las bicicletas
Carlos Fresneda, en El Mundo, Crónicas desde EEUU 24/08/2009
Hay una nueva manera de medir el progreso de las ciudades: contando las bicicletas. En Nueva York son ya 200.000 los ciclistas urbanos que un día cualquiera atraviesan el puente de Brooklyn, dan la vuelta a Manhattan o avanzan por los 650 kilómetros de carriles-bici que surcan la ciudad. En Madrid, mientras, seguimos contando con la mano a los intrépidos que deciden adentrarse en la marabunta motorizada o que se consuelan con los 62 escuálidos kilómetros de carriles-bici (los colistas europeos, y a poca honra).
Podríamos haber elegido como ejemplo Barcelona, San Sebastián o Sevilla, tres ciudades que se han subido a todo tren al carro de las dos ruedas. Pero elegimos Nueva York por lo que tiene de poderosa referencia urbana: lo que es posible aquí, es posible en cualquier otra gran ciudad del mundo (y quien intente justificar el retraso de Madrid por las cuestas y los repechos, que se vaya a San Francisco y cuente las bicicletas).
Nueva York ha despedido el verano con la tercera y última orgía ciclista a lo largo de Park Avenue: una serpiente multicolor que llegó a extenderse durante varias horas a lo largo de noventa calles, apurando hasta el último minuto de "libertad" provisional en la jungla de asfalto.
"¡Faltan diez minutos para que vuelva el tráfico!", advertían por megafonía. Y las bicicletas se echaron a un lado para dar paso al monstruo rugiente, aunque la ciudad quedó ya poseída por ese pelotón cada vez más visible que avanza impetuosamente hacia el otoño (el uso de la bici ha aumentado un 35% en el último año).(...) Leer resto del artículo
Calores y epidemias perturban el Ramadán
Tomás Alcoverro, en La Vanguardia 24/08/2009
Este año la fiesta del "Ramadán", el mes de ayuno de los musulmanes, llega en un tiempo de calores abrasadores en Oriente Medio, y cuando la gripe porcina azota a muchas poblaciones como las de Irán y Egipto. Estas temperaturas pueden afectar a los fieles que deben abstenerse de comer y beber en agotadoras jornadas de abstinencia, a los musulmanes de edad avanzada y de frágil salud.
Los gobiernos de Teherán y del Cairo y de otros países islámicos han impuesto restricciones a sus súbditos para emprender el peregrinaje a La Meca, que, sin duda, repercutirán en el comercio de los Santos Lugares, en los florecientes negocios en torno al "iftar" o ruptura alimenticia vespertina del "Ramadán" y de las diversiones emparejadas a sus populares noches.
Las autoridades del reino saudí han bloqueado peticiones de visados de enfermos crónicos y de peregrinos mayores de 65 años y menores de doce, para evitar las extensión de estas epidemias. En los aeropuertos de Estambul, del Cairo, de Damasco, de Beirut, de Dubai, se ven miles de viajeros, hombres, mujeres, jóvenes, con sus simples ropas blancas rituales, que emprenden rumbo al reino saudí. Más de tres millones de musulmanes de ciento sesenta países se desplazan, cada año, a La Meca.
En el "Ramadán", en su mágica "Noche del Destino" -Leila, el Jader- se conmemora la revelación del "Corán" a través del ángel San Gabriel al profeta Mahoma, en los pueblos del Islam. Es tiempo de ayuno, de ternura familiar, de vespertina alegría, como el poeta Carner escribió durante su consulado en Beirut, afirmando que era como una "Cuaresma de día con Pascua nocturna". En el Ramadán, noveno mes del calendario musulmán, los creyentes de Mahoma tratan de cumplir aquel "Hadith", o tradición, que reza que "el esfuerzo del ayuno no tiene valor ante los ojos de Dios si no va acompañado de limosnas, "y se esmeran en obras de caridad -zaqat- siendo más generosos. Ofrecen, por ejemplo, las acostumbradas comidas callejeras a los menesterosos y más necesitados. (...) Leer el resto del artículo
Los gobiernos de Teherán y del Cairo y de otros países islámicos han impuesto restricciones a sus súbditos para emprender el peregrinaje a La Meca, que, sin duda, repercutirán en el comercio de los Santos Lugares, en los florecientes negocios en torno al "iftar" o ruptura alimenticia vespertina del "Ramadán" y de las diversiones emparejadas a sus populares noches.
Las autoridades del reino saudí han bloqueado peticiones de visados de enfermos crónicos y de peregrinos mayores de 65 años y menores de doce, para evitar las extensión de estas epidemias. En los aeropuertos de Estambul, del Cairo, de Damasco, de Beirut, de Dubai, se ven miles de viajeros, hombres, mujeres, jóvenes, con sus simples ropas blancas rituales, que emprenden rumbo al reino saudí. Más de tres millones de musulmanes de ciento sesenta países se desplazan, cada año, a La Meca.
En el "Ramadán", en su mágica "Noche del Destino" -Leila, el Jader- se conmemora la revelación del "Corán" a través del ángel San Gabriel al profeta Mahoma, en los pueblos del Islam. Es tiempo de ayuno, de ternura familiar, de vespertina alegría, como el poeta Carner escribió durante su consulado en Beirut, afirmando que era como una "Cuaresma de día con Pascua nocturna". En el Ramadán, noveno mes del calendario musulmán, los creyentes de Mahoma tratan de cumplir aquel "Hadith", o tradición, que reza que "el esfuerzo del ayuno no tiene valor ante los ojos de Dios si no va acompañado de limosnas, "y se esmeran en obras de caridad -zaqat- siendo más generosos. Ofrecen, por ejemplo, las acostumbradas comidas callejeras a los menesterosos y más necesitados. (...) Leer el resto del artículo
Ucrania, Rusia y una pelea histórica
Alejo Moñino, en Observador Global 24/08/2009
Política, soberanía, energía, lengua y religión. Desde hace años Rusia y Ucrania discuten sobre estos temas que históricamente los separaron. Todo comenzó con una batalla que se libró hace 300 años en Poltava y que marcó el inicio de Rusia como potencia con influencia en Europa y el sometimiento definitivo de Ucrania a sus designios. Ahora ambos países luchan para que su propia visión de la Historia sea la que prevalezca en los libros.
Hace 300 años los ejércitos del zar Pedro I de Rusia y los del Rey Carlos XII de Suecia se enfrentaban en la batalla de Poltava, Ucrania, el combate más famoso de la Gran Guerra del Norte. Aquel 8 de julio de 1709 terminó con la victoria rusa y el ascenso del imperio, iniciando el fin del reino de Suecia como superpotencia europea.
Con el fin de la guerra se desvanecían también las esperanzas ucranianas de independencia. Iván Mazepa, un cosaco desertor de Rusia que hoy forma parte del panteón de héroes nacionales ucranianos, se había aliado a Suecia en la batalla de Poltava para liberar a su pueblo de la dominación rusa, pero fracasó.
Hoy tanto Rusia como Ucrania conmemoran el aniversario de esta batalla, pero el enfoque de este recuerdo es diametralmente opuesto en cada país.
Un acto con descendientes de cosacos que se vistieron con los atuendos de época y llegaron hasta Poltava para hacer un simulacro de la batalla rindiendo homenaje a Mazepa causó un profundo malestar en Moscú. “"Nos gustaría recordarles a los líderes políticos ucranianos que los juegos con la historia, sobre todo con matices nacionalistas, nunca han llevado a nada bueno”, dijo un comunicado difundido por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia.
La disputa refleja la lucha histórica de ambas naciones. Desde Moscú se intenta recuperar la influencia política y económica sobre Ucrania, mientras que Kiev pretende liberarse de Rusia y favorecer la integración con Occidente.(...) Leer resto del artículo
Con el fin de la guerra se desvanecían también las esperanzas ucranianas de independencia. Iván Mazepa, un cosaco desertor de Rusia que hoy forma parte del panteón de héroes nacionales ucranianos, se había aliado a Suecia en la batalla de Poltava para liberar a su pueblo de la dominación rusa, pero fracasó.
Hoy tanto Rusia como Ucrania conmemoran el aniversario de esta batalla, pero el enfoque de este recuerdo es diametralmente opuesto en cada país.
Un acto con descendientes de cosacos que se vistieron con los atuendos de época y llegaron hasta Poltava para hacer un simulacro de la batalla rindiendo homenaje a Mazepa causó un profundo malestar en Moscú. “"Nos gustaría recordarles a los líderes políticos ucranianos que los juegos con la historia, sobre todo con matices nacionalistas, nunca han llevado a nada bueno”, dijo un comunicado difundido por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia.
La disputa refleja la lucha histórica de ambas naciones. Desde Moscú se intenta recuperar la influencia política y económica sobre Ucrania, mientras que Kiev pretende liberarse de Rusia y favorecer la integración con Occidente.(...) Leer resto del artículo
Satélites espaciales constatan que la India se seca por dentro
Rosa M. Tristán, en El Mundo 24/08/2009
La India se seca por dentro, y por fuera. Más de 33 centímetros cúbicos de aguas subterráneas desaparecen cada año debido a la sobreexplotación de los acuíferos en el segundo país más poblado del planeta. Así lo han constatado los satélites de la NASA, cuyos datos han sido analizados y presentados ahora por científicos de la Universidad de California (EEUU).
Sus conclusiones, que corroboran lo que ya venían avisando algunos expertos y activistas científicos, como Vandana Shiva, fundadora de Navdanya, son devastadoras: en sólo seis años (entre 2002 y 2008) han desaparecido más de 109 kilómetros cúbicos de estas aguas en el noroeste del país, la mayoría debido a la irrigación de campos de cereales. Esta cantidad es el doble que lo que contiene la mayor reserva de agua dulce de India, el Waiganga Superior, y tres veces más que el Lago Mead, el embalse más grande de Estados Unidos.
Los investigadores, dirigidos por Matthew Rodell, recogieron los datos que han ido llegando de los dos satélites GRACE (Gravity Recovery and Climate Experiment) que fueron lanzados por la agencia americana en 2002. A bordo llevan instrumentos que permiten medir diminutas variaciones en el campo de gravedad de la Tierra. Explican los expertos que la gravedad es la sombra de la masa, y la masa es una parte fundamental de la ecuación para muchos procesos físicos.
De este modo, teniendo mediciones de esa masa cuando fluye se pueden evaluar fenómenos como la disminución del espesor de las placas de hielo, las lentas corrientes de magma en el interior de la Tierra o el flujo de agua en los acuíferos subterráneos, como ha ocurrido en este caso.(...) Leer resto del artículo
Jartum, la última aventura imperial
Urogallo, en Hislibris.com
«Las arenas del desierto se tiñen de color rojo con sangre. Roja como el naufragio de un cuadro que se rompe. Un coronel de los Blues ha muerto y la Gatling se detiene. Y el Regimiento se vuelve ciego de polvo y humo.»
Vitae Lampada.
Este es un libro sobre los últimos casacas rojas. Nada más que un puñado de ellos, con sus blancos salacots y sus Martiny-Henry. Solo doce, con los que se pretendía amedrentar a todo un ejército, a un país entero.Si esto puede parecer una locura, hay que tener en cuenta que estamos hablando de británicos, que en la época del Imperio podían pasar tranquilamente por dementes, y que seducidos por esta locura creyeron que si un solo hombre podía salvar un país entero de la rebelión, no le harían falta más de doce casacas rojas para defender toda una ciudad.
Los dioses ciegan a aquellos a quienes quieren llevar a la ruina.
Y para llevar esos dos casacas rojas se enviaron mil hombres. Mil hombres que jamás habían visto un camello tuvieron que atravesar el desierto casi sin agua, para enfrentarse al destino, a la geografía, y los guerreros más valerosos del Africa Negra. Y todo el mundo quería participar en esta aventura, con todos los oficiales de la más rancia nobleza presionando para lograr un lugar en la expedición, que bordeó una y otra vez el desastre.
Vencerían más tarde, vencerían con buques de vapor, trenes y ametralladoras, con fusiles de repetición, ingenieros y tesón. Pero no sin sufrimiento ni bajas.
Porque estamos hablando de las campañas inglesas sobre Jartum, del canto de cisne de un Imperio, de una derrota sin paliativos, y de la última gran victoria colonial.
Estamos hablando de Fred Burnaby que pidió una licencia para irse de vacaciones tras fundar Vanity Fair, y se unió al ejército de invasión con una escopeta de caza y un caballo de polo. Estamos hablando de Wolseley, que quiso superar el coto cerrado de la nobleza y las relaciones en el ejército británico, sólo para sustituirlo por el coto cerrado de sus favoritos y sus amigos. Estamos hablando de Redver Buller, que fue incapaz de calcular cùántos camellos necesitaría una fuerza de invasión, pero sí cuántos necesitaba él para cargar su champán y de Lord Kitchener de Jartum, que combatía con un relicario al cuello, en el que conservaba imperecedera la imagen de su bella y joven prometida, muerta de fiebres tifoideas en la misma África que él procuraba mantener británica.(...) Leer resto de la reseña
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