Actualización sobre el documental:
En abril de 2012 Charles Taylor fue hallado culpable de once cargos, entre ellos, asesinatos, violaciones, esclavismo, mutilaciones y uso de menores soldados. Se convirtió así en el primer exjefe de Estado contra el que la justicia internacional ha completado un juicio desde los juicios de Nuremberg. En mayo se dictó la sentencia que lo condenó a 50 años de cárcel por crímenes de guerra y contra la humanidad cometidos en su país y en Sierra Leona y hace poco la sentencia ha sido confirmada.
El Tribunal Especial para Sierra Leona considera probado que ayudó e instigó las guerras de su tierra, y la de sus vecinos, de 1991 a 2002. “El Tribunal ha tenido en cuenta la gravedad y el impacto físico y emocional de los crímenes perpetrados contra la población civil. Los mutilados tendrán que vivir siempre de la beneficencia. Las mujeres violadas sufrirán el estigma del asalto, y el rechazo que padecen los hijos que tuvieran. A los menores reclutados se les robó la infancia”, dijo el juez Richard Lussick, al leer la decisión.
En abril de 2012 Charles Taylor fue hallado culpable de once cargos, entre ellos, asesinatos, violaciones, esclavismo, mutilaciones y uso de menores soldados. Se convirtió así en el primer exjefe de Estado contra el que la justicia internacional ha completado un juicio desde los juicios de Nuremberg. En mayo se dictó la sentencia que lo condenó a 50 años de cárcel por crímenes de guerra y contra la humanidad cometidos en su país y en Sierra Leona y hace poco la sentencia ha sido confirmada.
El Tribunal Especial para Sierra Leona considera probado que ayudó e instigó las guerras de su tierra, y la de sus vecinos, de 1991 a 2002. “El Tribunal ha tenido en cuenta la gravedad y el impacto físico y emocional de los crímenes perpetrados contra la población civil. Los mutilados tendrán que vivir siempre de la beneficencia. Las mujeres violadas sufrirán el estigma del asalto, y el rechazo que padecen los hijos que tuvieran. A los menores reclutados se les robó la infancia”, dijo el juez Richard Lussick, al leer la decisión.