Una vez más el esperpento y la desvergüenza se hacen carne en nuestro país. Alberto Ruiz-Gallardón, que había dimitido la semana pasada de su cargo al frente del Ministerio de Justicia, tras fracasar clamorosamente (y ser abandonado por todos en su propio partido) en la aprobación de su delirante anteproyecto de ley sobre el aborto. Su legado ha sido dejar "un paisaje judicial arrasado tras tres años de gestión"como ha declarado la asociación Jueces para la Democracia. Pero poco duró la pantomima de dignidad zaherida del ex-ministro, pues tan sólo 48 horas después ya había encontrado un puesto en otro organismo absurdo que hasta ahora desconocíamos, el Consejo Consultivo de la Comunidad de Madrid, un chiringuito de políticos retirados que cuesta 4,3 millones de euros al año a todos los que vivimos en ella y que está al servicio del presidente autonómico madrileño, Ignacio González.
El nuevo cargo del exministro es el de consejero permanente, un puesto vitalicio por el que cobrará 87.440 euros brutos anuales. Wyoming y Gabilondo analizan el retiro político de Gallardón, ese antiguo e impostado progre del PP que dejó Madrid endeudada por décadas y tres años de patochadas reaccionarias y clamorosamente injustas al frente del Ministerio de Justicia. Ahora tras demostrar la clase de nefasto político que es, es premiado de por vida con un sueldo de más de 8000 euros mensuales, algo sólo concebible en este país inconcebible que es España.
El nuevo cargo del exministro es el de consejero permanente, un puesto vitalicio por el que cobrará 87.440 euros brutos anuales. Wyoming y Gabilondo analizan el retiro político de Gallardón, ese antiguo e impostado progre del PP que dejó Madrid endeudada por décadas y tres años de patochadas reaccionarias y clamorosamente injustas al frente del Ministerio de Justicia. Ahora tras demostrar la clase de nefasto político que es, es premiado de por vida con un sueldo de más de 8000 euros mensuales, algo sólo concebible en este país inconcebible que es España.