Dimitió (o la dimitieron) Ana Mato, la patética ministra de Sanidad de Rajoy, por la implicación al menos a título lucrativo, en la trama Gürtel. La responsable del fin de la universalidad de la Sanidad Pública (dejando a más de cien mil inmigrantes sin tarjeta sanitaria), del recorte de 2500 millones de euros en dependencia (y por tanto responsable de que miles de dependientes hayan fallecido o lleven unas vidas miserables esperando ayuda o tratamiento), de una reforma sanitaria impresentable que ha sacado durante meses a la calle a centenares de miles de profesionales sanitarios en su contra, que ha desmantelado el sistema sanitario, la ministra del copago-repago, de la nefasta gestión de los afectados por hepatitis C, de su vergonzante no-gestión de la crisis del Ébola, presunta corrupta, incompetente y lerda, tontipija y ascopena, lo mejor que ha salido de ella es su imitación por parte de Joaquín Reyes y ahora, su dimisión.