3 de julio 2009. Me pide una gran amiga un merecido recordatorio a Karl Malden, uno de los grandes actores secundarios de todos los tiempos, fallecido a los 97 años en su casa de Los Angeles.
Malden, cuyo inconfundible rostro de de facciones duras y nariz rota y bulbosa marcó su carrera a la sombra de los primeros espadas del cine, supo desarrollar con ese papel de eterno secundario una exitosa carrera en cine y televisión a lo largo de las décadas de los 50 a los 80 dando credibilidad y consistencia a los muchos papeles que interpretaba.
En la redacción recordamos con nostalgia magníficas actuaciones suyas en inolvidables obras maestras como El hombre de Alcatraz, Un tranvía llamado deseo o El rey del juego. Y recordando ésta última le rendimos homenaje y le dejamos, tiene una partidita de billar pendiente con Paul Newman. Nada menos.
Ahora sí que Peter Griffin ya no volverá a invitarlo a coca
ResponderEliminarAcertadísima observación, a fe mía.
ResponderEliminargracias, amigo.
ResponderEliminarDe nada Mariewska, Karl se lo merecía.
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