Informe Semanal 04.09.10
Durante siglos han vivido separados por un inmenso bloque de hielo. Pero ya es posible ir del Polo Norte a China cruzando el oceano Ártico. Es una de las consecuencias del cambio climático. Sin duda, una mala noticia para el planeta, aunque se acorten las distancias para el comercio mundial que, en un 90%, se hace por mar. La primera travesía la protagoniza un inmenso buque cargado con toneladas de hierro desde el mar de Barents. Tardará 24 días en llegar a China, la tercera parte del tiempo invertido hasta la fecha. Las rutas no estarán operativas durante los meses más crudos del invierno, pero se abren infinitas posibilidades de las que los primeros beneficiarios serán los países con acceso al Ártico. Un equipo del programa ha viajado hasta Kirkenes, el último puerto de Europa y un nuevo Dorado hasta ahora oculto por el hielo.