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16 de marzo de 2013

Estupor y Temblores (22) La masacre de My Lai




De la mano de la web Historia y Cine introducimos "Los fantasmas de My Lai" de My Lai (Les fantômes de My Lai, 2009), documental francés sobre la matanza de My Lai, suceso ominoso ocurrido hace 45 años, el 16 de marzo de 1968, que supuso una de los más graves crímenes de guerra del ejército estadounidense en Vietnam. Las imágenes y relatos sobre las cuatro horas de furia homicida en las que los soldados de la compañía Charlie asesinaron a sangre fría a más de quinientos civiles vietnamitas supusieron un shock para la sociedad norteamericana, lo que recrudeció la oposición a la guerra en el sudeste asiático y acabaría con la salida de las tropas USA tras los acuerdos de París en 1973. 


Los fantasmas de My Lai

Autor: José Luis Urraca Casal

El documental francés ‘Los fantasmas de My Lai’ recoge, cuando va a cumplirse su 45 aniversario, uno de los hechos más sangrientos llevados a cabo por el ejército de los Estados Unidos durante la Guerra de Vietnam, cuando la compañía Charlie del capitán Ernest Medina arrasó y masacró durante un espacio de tiempo de cuatro horas, a la población civil de la aldea de My Lai y el poblado de Son My. Los hechos, acontecidos el 16 de marzo de 1968 no salieron a la luz pública hasta noviembre de 1969.

A través de los testimonios de los supervivientes, las fotografías de la tragedia, las entrevistas y un exhaustivo material de archivo los periodistas Jean Crépu y Thomas Bronnec reconstruyen en el documental los hechos y reflejan también el impacto que la masacre de My Lai tuvo en la memoria de las víctimas supervivientes y los perpetradores de los hechos dentro de la perspectiva histórica de la Guerra de Vietnam.

Instantánea del fotógrafo militar de Ron Haeberle, tomada en My Lai.

El 16 de marzo de 1968, la Compañía Charlie de la 11 Brigada de Infantería del I Batallón de la 20ª División de infantería del ejército de los Estados Unidos se adentró en la aldea de My Lai, en el centro de Vietnam, buscando el centro de operaciones y abastecimiento del 48 Batallón del Vietcong. No lo encontraron, en el lugar sólo había civiles. Dos días antes un sargento de la compañía había perecido y un soldado resultado ciego por la explosión de una bomba trampa. En la aldea, una de las cuatro que pertenecían a Son My, nombre por el que los vietnamitas recuerdan la masacre pues las cuatro resultaron arrasadas, los soldados norteamericanos emprendieron de pronto por espacio cercano a las cuatro horas una auténtica carnicería ensañándose con la población civil.

El documental trata de responder a la pregunta de si se trató de una matanza premeditada o fue un acceso de rabia y locura fruto de la presión a la que aquella guerra sometía a los combatientes. 504 vietnamitas, entre ellos un gran número de mujeres, niños y ancianos, resultaron muertos. Se habla incluso de violaciones y vejaciones, algunos testimonios recuerdan al teniente William Calley con sus pantalones bajados frente al rostro de una mujer.

Las fotografías y la noticia de la masacre de My Lai salieron a la luz en noviembre de 1969. El fotógrafo del ejército Ron Haeberle fue un testigo de excepción y fotografió los resultados de aquel vil acto de barbarie en el que se quemaron las chozas del poblado y se utilizaron granadas de mano. Más de un centenar de vietnamitas fueron fusilados en la zanja de una acequia, sepultando los cadáveres a algunos supervivientes.

El piloto Hugh Thompson, sobrevolaba la zona y llegó a aterrizar interponiéndose entre los desaforados soldados y un grupo de vietnamitas, ordenando a sus artilleros disparar sobre sus propios compatriotas si no cesaban en su intento. El propio Thompson, con la ayuda de sus artilleros, Larry Colburn y Glenn Andreotta realizó varios viajes transportando a vietnamitas heridos.

La masacre sin embargo fue silenciada. A pesar de que el coronel Oran K. Henderson había sobrevolado la zona y visto lo sucedido, en su informe final, tras interrogar a algunos de los participantes, aludió únicamente a una veintena de muertes. Uno de los soldados, Ronal Ridenhour, se había atrevido a denunciar los hechos, enviando misivas al presidente Richard Nixon, al jefe del Pentágono, al Secretario de Estado y a diversos congresistas. Sería uno de los miembros de la Cámara de Representantes, Morris Udall, quien denunciaría los hechos y lograse que se iniciase una investigación judicial, que no trascendió a la opinión pública y que concluyó con la culpabilidad de un solo hombre, el teniente William Calley, a pesar de que éste aseguró seguir órdenes de su capitán. Fue condenando a cadena perpetua, pero ésta fue permutada por tres años y medio de arresto domiciliario.

Otro de los testimonios de la masacre de My Lai obra del fotógrafo Ron Haeberle. El periodista Seymour Hersh, uno de los muchos corresponsales que cubrían el conflicto, investigó lo sucedido y llegó a entrevistar al propio teniente Calley. Escribiría tres artículos, pero se topo con la falta de interés de varios periódicos para publicarlos. Finalmente, la agencia Dispatch, que suministraba noticias a 36 rotativos aceptó el primero de ellos, era noviembre de 1969, había transcurrido más de año y medio y la noticia se convirtió en portada, llegando a publicar la revista Life las fotos tomadas por Ron Haeberle. El efecto en la opinión pública norteamericana de la noticia y las imágenes causaron un gran impacto en contra de la guerra. Hoy, un museo recuerda la barbarie en el mismo lugar de los hechos.