Murió el dictador (nada de ex, el que es un dictador lo es toda su vida) argentino Jorge Videla en la cárcel, lugar donde todas estas heces humanas deberían reventar. Nadie en el país que este espejo de milicos torturadores y asesinos sojuzgó durante cinco años le echará de menos. Si desde este blog esperamos que haya un infierno es para que fulanos como éste, como otros de su calaña, ardan lentamente en él.