A través de un reportaje del programa El Escarabajo Verde hemos conocido la ONG extremeña Acción por el Mundo Salvaje (AMUS) que lleva más de 20 años trabajando para auxiliar y recuperar a todo animal salvaje que resulta dañado, tiroteado, electrocutado o muerto al contacto con el ser humano o cualquiera de las estructuras construidas en el medio silvestre. Resulta esperanzador ver la impagable labor de estas personas y de otras que trabajan en otros Centros de Recuperación de Fauna en el resto del país en favor de cualquier individuo animal que necesita ayuda, trabajo para el que se necesita un nivel de pasión y compromiso que desde este blog no podemos por menos que aplaudir.
Urgencia animal
Urgencia animal
El Escarabajo Verde 02.05.2013
Cuando un animal salvaje cae herido, a menudo porque los seres humanos se han cruzado en su camino ¿existe algo que se pueda hacer por él? Los Centros de recuperación de fauna silvestre se ocupan de esa función de auxilio y cuidado de estos ejemplares con tan mala suerte. Su objetivo es retornarlos al medio natural con las máximas garantías y en el menor plazo de tiempo posible.
La asistencia médica de urgencia que proporcionan este tipo de instalaciones es la parte más llamativa y visible de su actividad, pero no la única. En realidad, esa fase es sólo el inicio de un proceso complejo que intentará no sólo sanar al animal herido o enfermo sino también rehabilitarlo para poderlo liberar finalmente a su hábitat. En este documental de El Escarabajo Verde visitaremos un Hospital de Fauna salvaje con muchos años de experiencia a sus espaldas y que está situado en una de las Comunidades Autónomas de mayor diversidad faunística del país: Extremadura
La ONG Acción por el Mundo Salvaje (AMUS), cuenta con más de 20 años de trabajo a sus espaldas y se ha especializado en el manejo de fauna salvaje. Ahora, son un referente en este campo y desde su organización contribuyen a formar a biólogos, veterinarios o guardas forestales, por ejemplo, para una buena práctica a la hora de tratar con animales heridos o enfermos y que, como salvajes que son, rehúyen por encima de todo el contacto humano. Las ganas y el empeño que ponen en conservar y proteger con su labor a los animales pasa ahora por momentos delicados: no hay dinero y necesitan reinventarse para seguir trabajando.
El caso de AMUS, una ONG independiente económicamente, nos sirve para explicar la tarea inesmitable de estos centros y hospitales de fauna salvaje, pero también para señalar a través de sus testimonio la caída de financiación y falta de medios que sufren algunas entidades similares y que dependen de la administración.