Hoy que es noticia que el dictador cubano Fidel Castro ha cumplido 90 años publicamos el documental '638 ways to kill Castro', dirigido en 2006 por el británico Dollan Cannell, sobre la gran cantidad y variedad de las intentonas de asesinato que la CIA y los exiliados cubanos han tramado contra el líder cubano desde que la revolución que Castro encabezaba terminó con el corrupto gobierno de Fulgencio Batista en 1959. De hecho la muerte de Castro ha sido planeada hasta en ¡¡638!! ocasiones aunque, obviamente, ninguna tuvo éxito. Estos fueron algunos de los métodos ensayados:
El puro explosivo: El más conocido de todos los intentos, cuya misión era la de volar por los aires la cara de Castro.
Moluscos explosivos: Conociendo la fascinación de Fidel por el submarinismo en las costas de Cuba, la CIA decidió invertir una gran cantidad de dinero en un inmenso número de pequeños moluscos caribeños, con una cáscara lo suficientemente grande como para contener una cantidad letal de explosivos. Estos serían pintados con colores llamativos para captar la atención de Castro.
Traje de buzo infectado con hongos: Para provocarle una enfermedad crónica y debilitante. Bolígrafo-jeringuilla: Un agente de la CIA debía clavarle dicha jeringuilla, curiosamente, el día que murió Kennedy.
Amantes 'a sueldo': La CIA contrató a una antigua amante del Comandante, proporcionando a la mujer unas píldoras venenosas que ésta debía ocultar el las cremas faciales que Castro se daba. Veneno de bacterias: La CIA trató de pigmentar las servilletas de té de máximo mandatario cubano con un veneno letal. Explosivos bajo el podium: El más reciente de los intentos, el que se produjo en 2000, durante la visita de Castro a Panamá, donde cuatro hombres, incluido el antiguo agente de la CIA Luis Posada Carriles, denunciado por el propio Fidel en 2001, tal y como publicó BBC , fueron detenidos por el equipo de seguridad personal del Comandante, cuando trataban de colocar 90 kg de explosivo bajo el podium donde el dirigente cubano iba a dar un discurso. Otros intentos destacados son, por un lado el de un antiguo compañero de clase de Castro, que planeó matarle al estilo mafioso, pegándole un tiro en plena calle, o la de un franco-tirador, que fue detenido en la Universidad de La Habana, cuando trataba de atentar contra Castro en una visita de éste a dicho centro.
El puro explosivo: El más conocido de todos los intentos, cuya misión era la de volar por los aires la cara de Castro.
Moluscos explosivos: Conociendo la fascinación de Fidel por el submarinismo en las costas de Cuba, la CIA decidió invertir una gran cantidad de dinero en un inmenso número de pequeños moluscos caribeños, con una cáscara lo suficientemente grande como para contener una cantidad letal de explosivos. Estos serían pintados con colores llamativos para captar la atención de Castro.
Traje de buzo infectado con hongos: Para provocarle una enfermedad crónica y debilitante. Bolígrafo-jeringuilla: Un agente de la CIA debía clavarle dicha jeringuilla, curiosamente, el día que murió Kennedy.
Amantes 'a sueldo': La CIA contrató a una antigua amante del Comandante, proporcionando a la mujer unas píldoras venenosas que ésta debía ocultar el las cremas faciales que Castro se daba. Veneno de bacterias: La CIA trató de pigmentar las servilletas de té de máximo mandatario cubano con un veneno letal. Explosivos bajo el podium: El más reciente de los intentos, el que se produjo en 2000, durante la visita de Castro a Panamá, donde cuatro hombres, incluido el antiguo agente de la CIA Luis Posada Carriles, denunciado por el propio Fidel en 2001, tal y como publicó BBC , fueron detenidos por el equipo de seguridad personal del Comandante, cuando trataban de colocar 90 kg de explosivo bajo el podium donde el dirigente cubano iba a dar un discurso. Otros intentos destacados son, por un lado el de un antiguo compañero de clase de Castro, que planeó matarle al estilo mafioso, pegándole un tiro en plena calle, o la de un franco-tirador, que fue detenido en la Universidad de La Habana, cuando trataba de atentar contra Castro en una visita de éste a dicho centro.
El documental '638 maneras de matar a Castro' indaga en la relación entre Estados Unidos y Cuba durante las décadas siguientes a su toma de poder en La Habana a la vez que se van relatando los numerosos atentados contra el dirigente cubano, cada cual más estrafalario. Testigos presenciales de ambos bandos, tanto aquellos que intentaron materializar el magnicidio como los que se ocuparon de frustrar los atentados nos describirán estos complots y las torpezas y errores que los llevaron a fracasar uno tras otro.
Un film que invita a la reflexión y revela mucho sobre los Estados Unidos contemporáneos y los del pasado y cómo distintas administraciones USA a lo largo de la segunda mitad del siglo XX llevaron a cabo, para proteger sus propios intereses, una intolerable e hipócrita guerra sucia en toda Latinoamérica para promocionar gobiernos títeres o deponer gobiernos legítimamente elegidos y cómo pergeñaron planes más o menos atinados para eliminar físicamente a los gobernantes considerados hostiles aunque con Fidel, parece claro, nunca pudieron.
Un film que invita a la reflexión y revela mucho sobre los Estados Unidos contemporáneos y los del pasado y cómo distintas administraciones USA a lo largo de la segunda mitad del siglo XX llevaron a cabo, para proteger sus propios intereses, una intolerable e hipócrita guerra sucia en toda Latinoamérica para promocionar gobiernos títeres o deponer gobiernos legítimamente elegidos y cómo pergeñaron planes más o menos atinados para eliminar físicamente a los gobernantes considerados hostiles aunque con Fidel, parece claro, nunca pudieron.