En 1958, el dictador chino Mao Tse Tung decretó la movilización popular para acabar con los gorriones, pues se suponía que se apropiaban de la cosecha trabajada por los seres humanos. Por todos los medios imaginables, la población china se lanzó en masa a exterminar a los gorriones y se calcula que fueron eliminados varios millones. El resultado, por supuesto, fue muy distinto del esperado, pues las plagas de insectos se dispararon a partir de ese momento y destruyeron buena parte de las cosechas chinas de los años siguientes.
Desde el pasado mes de septiembre el reportero presenta y dirige en La Sexta "Natural", una serie de ocho didácticos reportajes que se centran en el impacto de los humanos en el medioambiente que nos rodean y la necesidad de reconectar con la Naturaleza para cambiar el rumbo de nuestro relación con ella. El primero de ellos ha sido el dramático declive de gorriones que viene dándose en los últimos años: hasta 30 millones de ejemplares de esta ave han desaparecido en los últimos diez años de nuestras ciudades, víctimas de la contaminación, la falta de espacio para sus nidos y una deficiente alimentación, producto de nuestros malos hábitos alimenticios y la competencia con otras aves urbanitas. "El declive de los gorriones, un reflejo de la sociedad", es el elocuente título de este interesante reportaje, con el que les dejamos.
Jalis de la Serna habla con Quique Marcelo, un fotógrafo animales, que captura gorriones comunes y le explica cómo está siendo el declive de estas aves en Natural.
El fotógrafo asegura que en la última década, más de un 20% de gorriones han desaparecido, unos 30 millones en nuestro país. Es decir, uno de cada cinco ejemplares han desaparecido en 10 años. Además, Marcelo enseña a De la Serna su equipo de fotografía con el que sigue la evolución de los carboneros comunes. Incluso en una de las cámaras captura una garza real, un ejemplar que es la primera vez que ve en ese lugar.
El fotógrafo señala que cuando los gorriones crían acuden muchos más al comedero porque están alimentando a los pollos. Según Marcelo, los gorriones siempre están asociados al ser humano, a poblaciones a zonas urbanas. Es decir, donde hay personas, hay gorriones "pero el declive ha sido bestial", alerta.
Beatriz Sánchez, ambientóloga de la Sociedad Española de Ornitología, explica en Natural el porqué del declive de los gorriones en nuestro país. Nuestra dieta rica en grasas, en aditivos y pobres en vitaminas y ácidos grasos tiene mucho que ver. "Funcionan como indicador de que algo estamos haciendo mal", asegura. "Hay mucha comida pero no de calidad", asegura mientras un ejemplar come una miga de pan. "Son aves muy cercanas al ser humano y las ciudades se han especializado en comer nuestras sobras", señala la experta.
Beatriz Sánchez cuenta que los gorriones se alimentan sobre todo de restos, "de lo que desperdiciamos los seres humanos de patatas, de migas de pan, restos de hamburguesa, restos de magdalenas, de bollos...". En definitiva, de comida procesada. Comidas ricas en grasas, en aditivos y pobres en vitaminas y ácidos grasos que son tanto malas para nosotros como para los gorriones.
Para ayudar a que las cifras de gorriones en nuestro país no sigan cayendo, Sánchez explica que lo primero que hay que hacer es "integrar la conservación de la biodiversidad en la planificación y diseño de nuestras ciudades" con la plantación de arbustos y árboles en los que se puedan refugiar. Según señala, hay múltiples estudios que dicen que la biodiversidad nos beneficia a nuestra salud física y mental. "Incluso en barrios con más aves las personas son más felices", afirma.
Frente a este declive, se encuentra el caso de Vitoria, una ciudad que ha aumentando la población de gorriones en un 5% gracias a la calidad del aire. Tranvía eléctrico rodeado de zonas verdes, 150 kilómetros de carril bici, aceras amplias, huertos urbanos... estos son algunos de los elementos que han hecho que Vitoria sea un ejemplo de ciudad verde tal y como ha podido comprobar Jalis de la Serna en Natural.
Acá en Ecuador en el ombligo de mundo, conocí en una época justo en los meses entre octubre y noviembre las migraciones nunca antes vistas de golondrinas. Tanto es así que hay una población que tiene ese nombre Las Golondrinas. Es en la Unión de tres provincias en el noroeste de mi tierra. Esmeraldas, Pichincha e Imbabura. Han pasado años, muchos, desde que estuve en esa zona 1988 al 2020. 32 años. Es un sector que en esa época comenzaban a deforestar para sembrar la Palma africana. Las pocas veces que he ido no a coincidido con Las Golondrinas ni en la época que emigran. Ojalá algún día regresé y podré estar el tiempo y coincidiendo con las Golondrinas y contar como están pasando, ojalá..
ResponderEliminarHola Carlos Augusto, veo ahora tu comentario y te agradezco que me hagas partícipe de tu experiencia en tu país. Qué lástima leer lo de la deforestación por la palma, es una peste que se extiende por demasiadas regiones del planeta. Yo también espero que algún día coincidas con las golondrinas, es alimento para el alma ver a las aves que llevamos en el corazón. Aquí en Madrid aún vienen todos los años los vencejos (muy parecidos a las golondrinas) para criar y espero que lo sigan haciendo muchos años, porque ellos forman parte de mi felicidad. Un abrazo desde España.
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