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10 de febrero de 2021

Vidas Conspicuas (19) 'Yo soy Greta', retrato íntimo de la adolescente que cambiará el mundo


"Estamos ante un desastre de sufrimientos acallados para enormes cantidades de personas. Y ahora no es el momento de hablar cortésmente o centrarse en lo que podemos o no podemos decir. Ahora es el momento de hablar con claridad (...) ahora es tiempo de desobediencia civil. Es hora de rebelarse"

'Yo soy Greta' es un documental dirigido por el realizador sueco Nathan Grossman en 2020 que nos da una visión íntima y personal de la activista sueca y nos acerca a su trayectoria desde que alcanzara la celebridad haciendo su huelga escolar de los viernes, desde que el 20 de agosto de 2018, se sentó sola por primera vez enfrente del parlamento sueco con una ya mítica pancarta que decía solo eso, "huelga escolar por el clima".

Con esta sencilla pero contundente acción, sostenida durante meses, clamaba para que el gobierno sueco adoptara medidas para reducir las emisiones de carbono de acuerdo a lo establecido en el Acuerdo de París. La insólita protesta consiguió que se le fueran uniendo otros escolares, primero suecos, luego europeos, después de todo el mundo, reclamando por una acción directa a nivel planetaria contra la inacción en la crisis climática. En diciembre de 2018 se realizaron manifestaciones en más de 270 ciudades de todo el mundo reclamando justicia climática y la lucha contra la pérdida de biodiversidad a las que asistieron decenas de miles de estudiantes.


Pero no sólo adolescentes o jóvenes, Greta Thunberg ha galvanizado los movimientos medioambientales a nivel planetario con sus intervenciones ante grandes dignatarios como Emmanuelle Macron, Angela Merkel entre otros o en foros como la COP24 y de las protestas surgidas de los 'Viernes por Futuro' han salido movimientos como 'Extinction Rebellion' o 'Climate Justice Now', sólo parados por la actual pandemia.

Así, en el quinto aniversario del Acuerdo de París sobre el Clima Greta criticaba los acuerdos vacíos de compromiso y contenido: "Se fijan objetivos lejanos e hipotéticos, se pronuncian grandes discursos pero, cuando se trata de la acción inmediata que necesitamos, estamos siempre en la negación completa y perdemos tiempo con nuevas escapatorias, palabras vacías y contabilidad creativa". 

Pese a su escasa edad Greta se ha revelado como una comunicadora certera, implacable, que no se deja intimidar por ningún entorno ni por quienes la rodeen. Célebre es su declaración y su "How you dare..." (¿Cómo os atrevéis?) en la inauguración de la Cumbre de Acción por el Clima 2019:


Pero, como era de esperar, su discurso lúcido e iconoclasta ha pisado muchos callos respecto a qué hacemos realmente tanto los dirigentes mundiales como los ciudadanos de a pie de todo el mundo (cada uno en su radio de actuación, en sus hábitos de consumo), en la particular lucha contra la crisis climática que todos deberíamos esforzarnos por sostener. 

Las críticas que ha recibido, que han ido desde su apariencia física o que tenga Síndrome de Asperger (lo que ella ha calificado como 'un superpoder') a que se salte las clases de los viernes (como si lo que fuera a aprender allí fuera más importante que lo que hace), vienen de quienes ven su conformismo sacudido, su hipocresía desvelada, por esta pequeña e insolente voz de la conciencia.

Greta Thumberg es, por supuesto, una sensible y airada hija de nuestro tiempo, como debe ser, porque ya está bien de juventud conformista, de sociedades adormecidas y líderes mundiales cortoplacistas y estómagos agradecidos. Desde este blog siempre la apoyaremos y le agradeceremos la hercúlea misión a la que va a destinar la vida. Greta se peleará con quien sea necesario para la más difícil de las misiones, casi una misión imposible, salvar, nada menos, nuestro planeta de nosotros mismos. Greta Thumberg, esa fuerza de la Naturaleza.
 

"Nuestra casa está en llamas. Según el IPCC (Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático), estamos a 12 años de no poder resolver nuestros errores. En Davos, a la gente le gusta hablar sobre el éxito, pero su éxito financiero ha tenido un precio inimaginable, y en cuanto al cambio climático, debemos reconocer que hemos fracasado. Todos los movimientos políticos en su forma actual ya lo han hecho, y los medios de comunicación no han logrado generar una mayor conciencia pública sobre el tema. Pero el homo sapiens aún no ha fallado. Sí, estamos fallando, pero aún hay tiempo para cambiar todo (...) Resolver el cambio climático es el desafío más grande y complejo que ha enfrentado el homo sapiens. La solución, sin embargo, es tan simple que incluso un niño pequeño podría entenderla. Tenemos que detener nuestras emisiones de gases de efecto invernadero (...) O bien, evitamos que las temperaturas aumenten sobre los 1,5 °C o no lo hacemos. O evitamos la reacción en cadena de los ecosistemas que se deshacen o no lo hacemos. O elegimos continuar como civilización o no. Los adultos dicen: 'Tenemos que dar esperanzas a la próxima generación'. Pero no quiero tu esperanza, ni quiero que la tengas. Quiero que entres en pánico, que sientas el miedo que yo siento todos los días, y luego quiero que actúes (...) Quiero que actúes como si tu casa estuviera en llamas, porque eso es lo que está pasando." Greta Thunberg ante la Asamblea Anual del Foro Económico Mundial, 2019

“Es una adolescente a la que le encanta bailar, con una risa y una ironía fabulosas”. El director de ‘I Am Greta’ nos acerca la extraordinaria historia de la joven activista climática

Tras haber seguido a Greta Thunberg desde su primera protesta a las puertas del parlamento sueco en agosto de 2018, el documental del cineasta Nathan Grossman recoge su recorrido: de ser una estudiante desconocida a convertirse en rostro de un movimiento global. 

Greta Thunberg era una adolescente anónima de 15 años cuando empezó a hacer en el instituto sus huelgas por el clima en el verano de 2018, una figura solitaria con impermeable amarillo que se sentaba a las puertas del parlamento sueco, sin sospechar siquiera lo que estaba por venir. Ahora, la activista de 17 años es una de las personas más famosas del mundo, cara visible de un movimiento por el clima que ha impulsado a millones más a tomar las calles en todos los rincones del globo. 

Esta extraordinaria historia es la que ha querido plasmar el cineasta sueco Nathan Grossman en I Am Greta, documental que sigue la trayectoria de la adolescente desde aquellas primeras protestas de hace dos años. “Seguí el consejo de un amigo que fue quien me habló de Greta”, nos cuenta Grossman vía Zoom desde su casa de Estocolmo. “En aquellos primeros días, ya era interesante escuchar las discusiones que tenía con los transeúntes. Tiene esa forma de hablar única que corta por lo sano con todo ese buenismo y ecopostureo que hemos creado alrededor del cambio climático”.

Si bien, en un principio, Grossman solo contemplaba filmar a Thunberg durante un par de días, acabó acompañando a la adolescente a lo largo de un año entero, desde su primer discurso en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático en Katowice, Polonia, en diciembre de 2018, hasta las protestas masivas por todo el mundo en las que participó. “Ha sido muy emocionante”, admite el cineasta. “He pasado mucho tiempo caminando en esas manifestaciones y sintiendo la enorme frustración de las generaciones más jóvenes, que ven que nadie cuida de su futuro”.

Un retrato íntimo de la vida de Thunberg

Además de seguir la trayectoria pública de Thunberg, el documental ofrece también un íntimo retrato –a veces tremendamente conmovedor– de la vida en casa de la joven. La vemos ponerse a bailar ella sola; bromear con su padre Svante; pasar el rato con sus queridos perros, Roxy y Moses. “Es esa adolescente chispeante que adora bailar, que tiene una risa y un humor irónico fabulosos”, dice Grossman. “Esas partes de cómo es ella no las ha visto mucha gente”.

La película también incide en el hecho de que Thunberg padece el síndrome de Asperger y toca otros problemas como su lucha contra la depresión, su negativa a comer y el mutismo selectivo que sufría antes de volcarse en el activismo. “Obviamente, todos cargamos con nuestra mochila. En la película, quise que ella hablase de ello desde el corazón”, nos explica el realizador. “Greta habla muy abiertamente de su trastorno [de Asperger]; lo ve como una parte muy importante de sí misma, incluso como un superpoder según las circunstancias”.

Aun así, hay momentos en los que Thunberg parece superada por la desmesurada atención que recibe. Si al principio del film la adolescente le dice a Grossman “no me gusta hablar de tonterías ni socializar con la gente”, más tarde somos testigos de su incomodidad cuando la gente no deja de acercarse y pedirle selfies en las conferencias por el clima. También muy pronto asistimos a una impactante discusión entre Thurnberg y su padre en la que hablan de la fama y de que pasará pronto.  

En ese año de rodaje, Grossman pudo hablar muchas horas con Thunberg en sus largos viajes en tren (la activista no viaja en avión) y establecer con ella un vínculo de confianza. “Le pude contar cada vez más cosas de mi vida y mis ideas, y ella empezó a contarme su manera de ver las cosas”, explica Grossman. “Para la película me leyó algunas entradas de su diario porque quería recordar cómo se había sentido en diferentes situaciones, y yo creo que así podréis entrar en su cabeza un poco más. Se nota, por supuesto, que [Greta siente] una responsabilidad enorme que deberíamos estar asumiendo los adultos”.  

La película acaba cuando Thunberg toma la valiente decisión, en agosto de 2019, de cruzar el Atlántico en un yate de regata de 18 metros para dar un discurso en la Cumbre sobre la Acción Climática de la ONU (donde pronunció su famoso How dare you?). Grossman la acompañó con su cámara también hasta allí, a pesar de que al principio tuvo sus dudas.  “Estaba muerto de miedo”, admite. “Iba a ser un viaje movidito y en ese momento todos teníamos nuestros altibajos, pero creo que yo fui el que más aterrado estaba. Greta decidió hacerlo y volvió navegando de la misma manera, claro”. 

Un mensaje poderoso 

El mundo entero ha cambiado mucho desde que Grossman culminara su rodaje el año pasado y las protestas a nivel mundial han parado en seco debido a la Covid-19. De todo lo que aborda en su documental, ¿con qué le gustaría que nos quedáramos? “Durante esta pandemia, hemos visto un sistema político que actúa y cómo la gente ha cambiado su comportamiento y se ha puesto la mascarilla”, responde. “Greta siempre ha dicho: ‘Tenemos que tratar la crisis [climática] como una verdadera crisis’. Ahora, ya tenemos un referente [en la Covid-19]”.

Para Grossman, el film da muestra del gran poder que puede ejercer una sola persona. “Si Greta ha podido impulsar algo tan potente como este movimiento, imagina lo que podríamos hacer todos juntos si quisiéramos”, concluye. 

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