Hace 70 años, en la mañana del 7 de diciembre de 1941, la Armada Imperial Japonesa llevaba a cabo un ataque sorpresa a la base estadounidense de Pearl Harbor, en Oahu (Hawái), contra la Flota del Pacífico de la Armada de los Estados Unidos y las fuerzas aéreas que defendían la zona.
El objetivo del ataque, dirigido por el vicealmirante Chuichi Nagumo, era neutralizar la flota enemiga por un largo período, con el objetivo de ocupar las colonias occidentales en el sudeste de Asia (ricas en recursos y materias primas) y así romper el embargo económico al que Japón estaba siendo sometido desde el año anterior.
Fueron destruidos ocho acorazados, tres cruceros, tres destructores, ocho buques auxiliares y unos 240 aviones, además de sufrir unas 4000 bajas, entre ellos más de 2400 muertos.
Sin embargo este ataque no destruyó totalmente el poder naval norteamericano pues sus tres portaaviones no se encontraban en el puerto, lo que ha alimentado desde entonces las teorías conspirativas (que no comparte quien esto escribe) respecto a una trampa del gobierno estadounidense para provocar el ataque japonés en la base hawaiana con el grueso de la flota del Pacífico como anzuelo pero sin los decisivos portaaviones allí y así tener una excusa para entrar en guerra.
Sin embargo este ataque no destruyó totalmente el poder naval norteamericano pues sus tres portaaviones no se encontraban en el puerto, lo que ha alimentado desde entonces las teorías conspirativas (que no comparte quien esto escribe) respecto a una trampa del gobierno estadounidense para provocar el ataque japonés en la base hawaiana con el grueso de la flota del Pacífico como anzuelo pero sin los decisivos portaaviones allí y así tener una excusa para entrar en guerra.
Lo cierto es que este ataque metía de lleno a Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial contra los países del Eje (Alemania, Japón e Italia), lo que paradójicamente constituyó el paso más decisivo hacia su derrota a manos de los aliados.
Sin embargo, recuperarse del golpe y volver las tornas en la guerra del Pacífico aún les costaría a los norteamericanos muchos sacrificios. Estuvieron grogui durante más de seis meses y a punto del desastre en la batalla de Midway, librada del 4 al 7 de junio de 1942 (a la que dedicaremos otro "Campanadas de la Historia"), en la que terminarían alcanzando una decisiva victoria sobre la flota japonesa.
Sin embargo, recuperarse del golpe y volver las tornas en la guerra del Pacífico aún les costaría a los norteamericanos muchos sacrificios. Estuvieron grogui durante más de seis meses y a punto del desastre en la batalla de Midway, librada del 4 al 7 de junio de 1942 (a la que dedicaremos otro "Campanadas de la Historia"), en la que terminarían alcanzando una decisiva victoria sobre la flota japonesa.
A partir de entonces y tras mucha sangre y sufrimiento vertidos por ambas partes, la inercia de la guerra del Pacífico pasó a manos norteamericanas. Su inmenso poder industrial y humano se volcaron en el esfuerzo militar hasta conseguir la victoria en el frente occidental junto al resto de aliados en mayo de 1945 y en el Pacífico, casi en solitario cuatro meses después, tras el terminal lanzamiento de las dos bombas atómicas.
Para terminar les ofrecemos el documental 'Pearl Harbor, el mundo en llamas', para conocer más los hechos terribles (que hace tiempo inspiraron otra de nuestras entradas sobre algo casi tan ignominioso) y las consecuencias de lo que aconteció en aquella luminosa mañana de diciembre, mientras las islas Hawaii se desperezaban, en el que a partir de entonces sería conocido como "el día de la infamia".
Para terminar les ofrecemos el documental 'Pearl Harbor, el mundo en llamas', para conocer más los hechos terribles (que hace tiempo inspiraron otra de nuestras entradas sobre algo casi tan ignominioso) y las consecuencias de lo que aconteció en aquella luminosa mañana de diciembre, mientras las islas Hawaii se desperezaban, en el que a partir de entonces sería conocido como "el día de la infamia".