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3 de agosto de 2017

Vocabulario Fundamental. Mares y Océanos (17) El monopolio de los océanos

El monopolio de los océanos 

El documental 'El monopolio del océano' es una producción alemana de 2016 dirigida por Max Mönch y Alexander Lahl que indaga en cómo los países costeros han ido reclamando la propiedad de los océanos para ampliar el control sobre los recursos pesqueros, energéticos u estratégicos de sus costas o islas.

Actualmente se reconocen 200 millas náuticas de soberanía y aprovechamiento económico exclusivo, lo que lleva a países como China a emprender una disputa que implica a otros cinco países vecinos, ya que el país asiático se atribuye la soberanía de cerca del 90% del mar de China, por el que pasa anualmente un tráfico marítimo de 5 billones de euros en bienes y que se sospecha rico en recursos naturales.

En los últimos dos años ha acelerado la construcción y equipamiento de siete islotes artificiales, dotados ya de pistas de aterrizaje y sistemas de defensa. Con los países pujando por sus propios intereses la polémica está servida y así lo demuestra este documental.



El monopolio del océano

¿A quién pertenecen los océanos? Jurídicamente a todos los estados costeros se les concede una plataforma continental que alcanza las 200 millas náuticas como zona económica exclusiva pero un estado puede reclamar su plataforma continental geológica además de la jurídica, siempre y cuando pueda aportar datos que lo demuestren en un plazo de diez años. Este límite de tiempo desencadenó una auténtica carrera por los océanos del planeta y la mayor adjudicación de tierras de la historia. Es aquí donde entraron en juego la ciencia y los geólogos, que son ellos los que determinan dónde terminan el lecho marino o la plataforma continental, hasta dónde llega la soberanía de un estado en el océano.

Francia es uno de los países que encabeza estas reclamaciones. Gracias a su pasado colonial, controla islas en casi cada océano del mundo. Todas y cada una de las islas pueden crear su propia zona económica. Por ejemplo, la Polinesia Francesa, en el Pacífico, solo este grupo de islas le reporta a Francia 4 millones de kilómetros cuadrados.

Las islas son una carta triunfal en la partida por controlar los océanos del mundo. En los años 80, Gran Bretaña quería declarar el peñón Rockall, en el Atlántico Norte, como isla. Para reclamar el territorio marítimo circundante, debía demostrar que era habitable. El desembarco de Rockall casi le costó la vida al aventurero Tom McClean, que terminó poniéndose a salvo y permaneció en la roca 40 días. Consiguió convertir el peñón en isla para su país.

Okinotorishima, es la isla más meridional de Japón. Es una motita en la inmensidad del océano. Pero la zona marítima que aporta es más grande que el propio Japón. Una enorme expansión territorial, que conlleva derechos soberanos sobre la pesca y otros recursos naturales. Pero este territorio se perderá si desaparece el arrecife. Kayanne, es especialista en coral, y ha hallado un método para criarlos a gran escala y mantener con vida el atolón. Este hombre es la gran esperanza de Japón en la carrera por reclamar los océanos del mundo.




Cinco naciones que limitan con el océano Glacial Ártico se encuentran en plena pugna por ampliar sus derechos soberanos respecto al Polo Norte: Dinamarca, Canadá, Estados Unidos, Noruega y Rusia. Todos quieren tanto territorio como sea posible. Se calcula que la zona contiene el 10% de las reservas petrolíferas del mundo.

La Comisión de Límites de la Plataforma Continental de Naciones Unidas, formada por 21 geólogos, decidirá quién será el propietario de los océanos. Pero, de sus 21 miembros, 19 provienen de países que han solicitado expansiones territoriales. ¿Cómo pueden ser objetivos cuando los intereses económicos y estratégicos están en juego? ¿Influyen los intereses nacionales en las decisiones de sus miembros?