En otra de las miradas a nuestro mundo publicamos la serie documental de cinco capítulos 'Planeta Arena' (Planéte Sable, 2015) dirigida por Thierry Berrod sobre los desiertos que cubren un tercio -y creciendo- de la superficie terrestre emergida de nuestro planeta . Desde el enorme Sahara y las medidas que están tomando para evitar su expansión hasta el hostil a la vida Atacama o el antropogénico desierto creado donde antes había un mar, el de Aral (al que ya dedicamos otra entrada). Además un desierto como un continente casi entero en Australia o la lucha de los chinos para contener la creciente aridez de ingentes áreas de su territorio.
Tan hermosas como inhóspitas, nos fascinan, pero sabemos muy poco de ellas, y por una razón: son las áreas menos antrópicas del mundo. Sin embargo, hoy parece que el rastro del hombre se siente claramente. El fenómeno es tal que la estimación actual es que cerca de 4.000 millones de hectáreas están amenazadas por la desertificación, poniendo a más de 250 millones de personas en una situación grave. Cada año, la pérdida de suelo es equivalente a la superficie de Suiza. Por lo tanto, se estima que en veinte años, una superficie equivalente a los Estados Unidos se transformará en tierra firme. Fenómeno aún más preocupante en que la propagación de los desiertos es el elemento más amenazante para satisfacer las necesidades alimentarias mundiales. Además, en muchos países en desarrollo, las zonas rurales pobres y las zonas áridas a menudo se superponen.
Cuando el hombre repara el medio ambiente
Dada la magnitud de los daños, hoy es difícil no echar la culpa al comportamiento egoísta del hombre que durante años ha desviado los ríos, ha secado lagos, ha deforestado grandes áreas y ha vuelto infértiles tierras disponibles. ¿Cómo devolver el agua a un antiguo lago drenado, rehabilitar la tierra de desecho? En una palabra, ¿cómo reparar lo irreparable? Este es el desafío hoy para los investigadores, científicos y personas que trabajan juntos para encontrar soluciones para frenar esta desertificación. Y por una vez hay un montón de iniciativas positivas.
Sahara, reconquistando las tierras perdidas
En 'Sahara, reconquistando las tierras perdidas', veremos cómo la superficie de tierra fértil está desapareciendo por el avance imparable de los desiertos en todo el planeta. En África, el desierto del Sahara ha avanzado un un siglo más de 250 kms en una frente de 6000 kms de longitud, extendiéndose a lo largo de seis países.
Tan hermosas como inhóspitas, nos fascinan, pero sabemos muy poco de ellas, y por una razón: son las áreas menos antrópicas del mundo. Sin embargo, hoy parece que el rastro del hombre se siente claramente. El fenómeno es tal que la estimación actual es que cerca de 4.000 millones de hectáreas están amenazadas por la desertificación, poniendo a más de 250 millones de personas en una situación grave. Cada año, la pérdida de suelo es equivalente a la superficie de Suiza. Por lo tanto, se estima que en veinte años, una superficie equivalente a los Estados Unidos se transformará en tierra firme. Fenómeno aún más preocupante en que la propagación de los desiertos es el elemento más amenazante para satisfacer las necesidades alimentarias mundiales. Además, en muchos países en desarrollo, las zonas rurales pobres y las zonas áridas a menudo se superponen.
Cuando el hombre repara el medio ambiente
Dada la magnitud de los daños, hoy es difícil no echar la culpa al comportamiento egoísta del hombre que durante años ha desviado los ríos, ha secado lagos, ha deforestado grandes áreas y ha vuelto infértiles tierras disponibles. ¿Cómo devolver el agua a un antiguo lago drenado, rehabilitar la tierra de desecho? En una palabra, ¿cómo reparar lo irreparable? Este es el desafío hoy para los investigadores, científicos y personas que trabajan juntos para encontrar soluciones para frenar esta desertificación. Y por una vez hay un montón de iniciativas positivas.
Sahara, reconquistando las tierras perdidas
En 'Sahara, reconquistando las tierras perdidas', veremos cómo la superficie de tierra fértil está desapareciendo por el avance imparable de los desiertos en todo el planeta. En África, el desierto del Sahara ha avanzado un un siglo más de 250 kms en una frente de 6000 kms de longitud, extendiéndose a lo largo de seis países.
Atacama (Chile), la búsqueda del agua
El desierto de Atacama, en Chile, está considerado como uno de los desiertos más secos del planeta. No llueve nunca y no hay vida, ni vegetal ni animal. Es el lugar más hostil del planeta.
Aralkum, el desierto más joven del mundo
A finales del siglo XX apareció un nuevo desierto en Asia Central: el del Mar de Aral, el desierto más joven del mundo. La desecación y salinización del suelo está contribuyendo a este nuevo eclave desértico. Los habitantes están llevando varias políticas medioambientales para paliarlo.
Australia, el continente desértico
El 75% del continente australiano es árido o semiárido. Las sequías son frecuentes y salvajes, llegando a alcanzar en verano temperaturas superiores a los 50ºC. Aquí, por la propia sequía, los vientos y la salinidad del suelo, la desertificación se ha intensificado.
El 75% del continente australiano es árido o semiárido. Las sequías son frecuentes y salvajes, llegando a alcanzar en verano temperaturas superiores a los 50ºC. Aquí, por la propia sequía, los vientos y la salinidad del suelo, la desertificación se ha intensificado.
Desierto de Gobi: China, en guerra contra El Dragón Amarillo
En China se están formando nuevos desiertos. Para frenarlos se están construyendo grandes muros verdes, como en el Oasis de Minqin, entre dos desiertos, actuándose en la llamada grieta en la 'boca del tigre', zona débil que permite la entrada de la arena del desierto.