"Aunque es probable que sea demasiado dura para todos, '13 Tzameti' ofrece una experiencia alucinante para cualquiera deseoso de embarcarse en este viaje." (Kevin Thomas: Los Angeles Times)
"Comienza lentamente pero poco a poco construye, con un estilo a lo Hitchcock, un terrorífico crescendo. Y no te engañes pensando que sabes qué es lo que va a pasar." (V.A. Musetto: New York Post)
Configuramos una doble entrega de buen cine europeo con una película de la que no nos habíamos apercibido hasta ahora y que gracias a una sabia recomendación (gracias, G.) pudimos ver ayer. 13 Tzameti es una multipremiada producción francesa del año 2005 y la primera película del director franco-georgiano Géla Babluani, un valor al que habrá que seguir con una mirada en la que a las influencias del mejor cine clásico europeo, como Jean Pierre Melville, Fritz Lang o F. W. Murnau Babluani le suma la desesperación extrema por la supervivencia que probablemente haya mamado de su ancestro georgiano para conseguir crear en su debut un guión despiadado y una atmósfera irrespirable de tensión absoluta que acogotan al espectador mientras en la pantalla toma forma el Mal absoluto.
Chunga y desasosegante, 13 Tzameti es probablemente la película más dura que hemos visto (y eso que conocemos el cine del también francés Gaspar Noé) pero también una magnífica lección de cine hecho con escaso presupuesto y sobrado talento y desde luego toda una experiencia para ser vivida y visionada.
Chunga y desasosegante, 13 Tzameti es probablemente la película más dura que hemos visto (y eso que conocemos el cine del también francés Gaspar Noé) pero también una magnífica lección de cine hecho con escaso presupuesto y sobrado talento y desde luego toda una experiencia para ser vivida y visionada.
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