Carlos de Hita 21.12.2012
12 horas 10 minutos del viernes 21, cuando faltan dos minutos para la hora oficial de entrada del invierno.
Peña de la esfinge, en Valsaín (Segovia)
Un silencio matizado se extiende por el bosque. Matizado por algunas voces casi imperceptibles: el trino agudo de un agateador, la llamada repetida de un trepador azul, los silbidos de un carbonero garrapinos y la áspera protesta de un chochín. Cuatro tenaces pájaros forestales.
En estos bosques de bruma no podían faltar los graznidos de las cornejas, como jirones de voces desgarradas envueltas en la niebla. No hay tiempo para más. Dos minutos después, a las 12 y 12, una ráfaga sacude las ramas de los robles, todavía con las últimas hojas secas adheridas. Cae la lluvia. Se pasa la hora y llega el invierno.