Una vez más recurrimos a En Portada para conocer la compleja realidad de las favelas de Rio de Janeiro que están siendo pacificadas ante los próximos eventos deportivos que ha de acoger el país, en particular los Juegos Olímpicos de 2016. El plan de pacificación lleva cuatro años en marcha con resultados positivos en unos barrios marginales que ocupan los altos de la ciudad y han sido estigmatizados por la violencia y la droga, por el narcotráfico y otras mafias (también por muchos policías corruptos) que ocuparon durante décadas el vacío que nunca llenó el Estado.
En Portada. "Guerra y paz en la favela olímpica"
En Portada. "Guerra y paz en la favela olímpica"
Guión: Alicia G. Montano
Realización: Susana Jiménez Pons
Imagen: Alejandro Coves
Sonido: Juan Antonio Barroso
Montaje: Jesús Mari Elorriaga
Alicia G. Montano 15.02.2013
En Portada ha viajado al Brasil preolímpico para ver cómo afronta uno de sus principales desafíos: la pacificación de las favelas. Probablemente lo más difícil del reportaje ha sido luchar contra los estereotipos y vencer la tentación de limitar el campo de trabajo a las favelas vinculadas a la violencia y al narcotráfico. Porque el inmenso mundo de las favelas, -sólo en Río viven más de dos millones de personas-, es mucho más complejo de lo que parece. Para empezar, a la mayoría de los favelados, les irrita profundamente el término favela: prefieren referirse a la Comunidad. Pero todavía les duele más el estigma que arrastran y que les convierte en potenciales criminales. Es lo primero que te dicen. Y recuerdan que con luchar contra la pobreza ya tienen bastante. Y es que los habitantes de las favelas son de renta baja, trabajadores de origen inmigrante que acabaron viviendo en estos asentamientos de cuyo suelo no son propietarios aunque pueden ocuparlo. El Estado se olvidó de ellos y el narcotráfico, -el poder paralelo-, ocupó su lugar. Fueron los narcos los que se encargaron de suministrar agua, luz, gas o la conexión a internet de los vecinos. Y ahí siguen, incrustados en las entrañas de muchas favelas y tiranizando a sus moradores a los que exige el pago de impuestos y ante todo, cooperación y silencio.
La dificultad de rodar en las favelas
No es fácil rodar en una favela. Cada comunidad es un mundo, un pequeño reino de taifas en el que tienes que entrar acompañado. La cosa se complica en las favelas dominadas por el narco, donde sólo te abren las puertas si alguien de su confianza te acompaña. Y a partir de ahí, un dedo hacia arriba o hacia abajo, indica cuando puedes encender la cámara. Un juego perverso, porque los ojos del equipo de TVE (Susana Jiménez Pons, Alejandro Coves, Juan Antonio Barroso y quien escribe) vieron más que los espectadores: jóvenes armados con armas pesadas, pistolas y ametralladoras, marcando su territorio.
“Guerra y paz en la favela olímpica” pretende ser un buen retrato del complejo mundo de las favelas: desde las que viven sometidas a la violencia de los narcos, la milicia o la policía corrupta y aquellas que han alcanzado cierto nivel de desarrollo y forman parte de la llamada clase “C”. El Brasil emergente, el que organizará el mundial de fútbol y los Juegos Olímpicos, necesita dar una imagen segura…. al menos en la capital carioca. Y puede que lo consiga.
Favela do Morro dos Prazeres (Rio de Janeiro) en 360º
El plan para pacificar las favelas lleva cuatro años en marcha y ha logrado resultados sorprendentes. La policía ya no sube ocasionalmente: llega para quedarse. Pero hay mucho que hacer y algo que evitar: que las favelas pacificadas, no se conviertan en pasto de la codicia inmobiliaria. Las obras previstas para los Juegos Olímpicos están desplazando, forzosamente, a miles de moradores de las comunidades mejor situadas. Se sienten indefensos, víctimas de un Estado que nunca ha pensado en ellos. Y nos lo han contado. Son los “daños colaterales” de la burbuja inmobiliaria brasileña crecida al calor de los Juegos.
La banda sonora del reportaje
Algunos de los temas que suenan en "Guerra y paz en la favela olímpica", listos para escuchar y compartir on line.