'Project Nim', un documental atroz y apasionante de James Marsh es la crónica de la colisión entre dos especies" Joe Morgenstern - The Wall Street Journal
Una historia provocadora y sorprendentemente emotiva" Peter Debruge: Variety
"Extraordinario documental (...) una apasionante historia, narrada en dos tiempos, que va mucho más allá de la exploración de la línea que separa la animalidad de la humanidad" Javier Ocaña: Diario El País
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"A pesar de su cuestionable metodología, 'Proyecto Nim' consigue articular una resonante denuncia contra el maltrato animal a manos de la ciencia y el ego humano, además de construir un interesante retrato de la Norteamérica post-hippy de los años 70" Manuel Yáñez Murillo: Fotogramas
"Cuento conmovedor y fascinantemente horrendo, como el Grizzly Man de Herzog, que plantea preguntas profundas sobre la responsabilidad científica (...) Nando Salvá: Cinemanía
"El documental posee ritmo, una interesante estructura narrativa y escenas muy crueles, de lágrima viva, aquellas que nos recuerdan hasta dónde somos capaces de llegar. Nosotros, los malditos bichos parlantes"
Carmen L. Lobo: Diario La Razón
"Un chimpancé llamado Nim con el que acabas tan conectado emocionalmente como si fueras tú el que le pagas los pañales; un trabajo incalculable (...) curiosísima película." E. Rodríguez Marchante: Diario ABC
En la década de los 70, en la Norteamérica efervescente del movimiento hippy, un chimpancé al que llamaron Nim Chimsky (parodiando al célebre lingüista Noam Chomsky, que consideraba que los canales de comunicación era propios y exclusivos del ser humano) fue literalmente arrancado de su madre para ser sometido a un experimento cuyo objetivo era comprobar qué efectos tendría sobre un animal tan inteligente como un chimpancé el hecho de ser criado y alimentado en una familia humana como uno más. Según el simio fue creciendo y a pesar de haber aprendido perfectamente el lenguaje de signos (uno de los objetivos del experimento) y comunicarse con sus cuidadores, también fue desarrollándose su fuerza bruta e instintos salvajes, lo que hizo que comenzaran los problemas.
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En fin, un documental tan interesante como emotivo y triste para todo aquel que condene la experimentación con animales (como el mismo Juez Roy Bean), un documental que sin embargo no emite juicios morales, sólo reconstruye y documenta la vida de Nim, dejando que sea el espectador quien decida qué conclusiones sacar de todo ello. Tal vez que la clave la da al final Bob Ingersoll, el único de los cuidadores de Nim que se preocupó por él hasta al final cuando dice: "los chimpancés son animales verdaderamente maravillosos, ellos perdonan, ellos te perdonan."